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Mujeres en el México violento

Poco se ha avanzado desde las instancias gubernamentales donde el problema de la violencia contra la mujeres pareciera importar muy poco. | José Luis Castillejos

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Escrito en OPINIÓN el

Pueden llamarse Debanhi, Ingrid, Laura, María, Brenda, Wendy, Paloma, Mara, Gloria, Alejandra, Andrea, Susana, Victoria, Pilar, u otro nombre y tienen algo en común: han muerto en este México violento donde operan agresores, secuestradores y asesinos con total impunidad.

La voz de la protesta no se escucha. Los violentadores se pasean en un país donde morir ha sido la ruta por donde han transitado jovencitas y niñas y otras que han desaparecido de la noche a la mañana.

Todos pensamos que habría un cambio con un nuevo gobierno y que la tranquilidad volvería a muchos hogares. No fue así. En el sexenio de Andrés Manuel López Obrador, se han registrado 4,267 casos de desapariciones de mujeres.

El registro total es de que unas 20,939 mujeres y niñas han desaparecido, en este y otros sexenios, y a la fecha están como “no localizadas” y frente a este escándalo la clase política guarda un asombroso silencio.

Cifras del Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas de la Comisión Nacional de Búsqueda, dependiente de la Secretaría de Gobernación, revelan que desde la administración del panista Vicente Fox las cifras de mujeres y niñas desaparecidas han aumentado.

En el gobierno de AMLO, las cifras de mujeres desaparecidas alcanzaron un máximo histórico.

De acuerdo con datos oficiales del 1 de diciembre del año 2000 y el 7 de marzo del 2003, la Secretaría de Gobernación registró la desaparición y no localización de 63 personas.

A su vez, entre el 1 de diciembre del 2006 y el 7 de marzo del 2009, el número de mujeres desaparecidas y no localizadas se ubicó en 476.

Hacia la administración de Enrique Peña Nieto, del 1 de diciembre del 2012 y el 7 de marzo del 2015, se tiene registros de 2,418 mujeres desaparecidas y no localizadas.

Por su parte, en el sexenio de Andrés Manuel López Obrador del 1 de diciembre del 2018 hasta el 7 de marzo, se contabilizaban 4,267 mujeres y niñas desaparecidas y no localizadas.

Del 2016 a 2020 fue el lapso donde más mujeres han desaparecido en México (1,668 en 2016; 2,148 en 2017; 1,822 en 2018; 1,894 en 2019 y 1,983 el año pasado, en el 2019).

El primer lugar histórico de casos es el Estado De México (4,119) y le siguen: Tamaulipas (2,560); Jalisco (1,637); Nuevo León (1,468) y Veracruz (1,232).

Se estima que la desaparición de mujeres va a un ritmo de cinco por día.

En 2018, un total de mujeres 3,656 mujeres fueron asesinadas frente a 3,809 del 2019 y 3,752 del 2020, de acuerdo con el informe Violencia Contra las Mujeres en México.

Karina Ansolabehere, del Instituto de Investigaciones Jurídicas y del Observatorio sobre Desaparición e Impunidad, revela que la impunidad y la falta de prevención son dos factores que agravan la crisis de desaparición de mujeres en México.

En datos que recaba la UNAM, la experta sostiene que “es necesario ver que las desapariciones no son un fenómeno aislado, no suceden en un vacío, sino que a medida que aumentan los niveles de violencia en el país, los homicidios, la trata de personas, el secuestro y otros delitos aquéllas también se incrementan”.

Consideró importante ver cómo se investigan: “estos casos se investigan como si fueran únicos, no como si tuvieran relación, incluso cuando suceden en el mismo municipio, en zonas parecidas, es como si sucedieran en una entidad federativa o en un municipio donde no desaparece gente”.

Según el Reporte Semestral de Búsqueda e Identificación de Personas Desaparecidas del gobierno de México, del 1 de enero al 30 junio de 2021 “las mujeres representan 24.70 por ciento de las personas desaparecidas, pero si sólo tomamos a las personas menores de 18 años, las niñas y mujeres adolescentes representan 55.3 por ciento y la mayoría de ellas tiene entre 10 y 17 años”.

La desaparición de mujeres tiene características de género, “se les desaparece por ser mujeres. Muchas veces lo hacen personas cercanas, su pareja sentimental o familiares, o también las toman como botín de guerra en las disputas territoriales”.

Frente a este sombrío panorama ¿Qué hacen las autoridades? Al parecer muy poco o nada, ya que pareciera que los infractores gozan de total impunidad y las sanciones son poco drásticas.

“Lamentablemente, la impunidad es casi absoluta y las barreras de acceso a la justicia por parte de las familias son muy altas y graves”, consideró la experta al indicar que hay honrosas excepciones, como en Chihuahua, donde hay más investigación. 

México vive una emergencia nacional en materia de violación de derechos humanos contra las mujeres, pero el gobierno actual tiene “otros datos” y ve de reojo el problema.

Un informe de Valeria Durán para Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad, sostiene que más de 10 mil mujeres han sido asesinadas en México desde 2012, pero menos del 20 por ciento han sido juzgados como feminicidios.

Los vacíos legales y la falta de unificación en el concepto legal de violencia de género han permitido que menos de la quinta parte de los asesinatos violentos contra mujeres sean reconocidos como feminicidios.

Lo cierto es que en todo este panorama desolador para las mujeres, las Procuradurías o Fiscalías de los Estados tienen un subregistro de homicidios de mujeres; es decir, reportaron menos crímenes de los que en realidad ocurrieron.

Las Procuradurías y Fiscalías en México sólo han juzgado como feminicidios a 1 de cada 5 asesinatos de mujeres. Un ejemplo radical ocurre en el estado de Tamaulipas, donde de enero de 2012 a junio de 2016 fueron encontrados los cuerpos mutilados de 50 mujeres, y ni uno sólo de esos casos fue juzgado como feminicidio, señala el reporte.

Pese a que esas 50 mujeres fueron decapitadas, desmembradas e incluso en un caso desollado, no fueron consideradas como feminicidios.

El Código Penal Federal establece siete circunstancias clave que indican la tipificación de un feminicidio: Los signos de violencia sexual; Lesiones o mutilaciones; Antecedentes de violencia; Que hayan existido una relación entre la víctima y el victimario.

También se engloban las amenazas o agresiones previas al asesinato; Que la víctima haya sido incomunicada y que el cuerpo haya sido expuesto o exhibido en un lugar público.

Las mujeres que viven en este México violento protestan en las calles y ya se entrenan para responder a las agresiones. Poco se ha avanzado, sin embargo, desde las instancias gubernamentales donde el problema pareciera importar muy poco.