La movilidad y el medio ambiente son agendas espejo, si le va bien a una, triunfa la otra. Por ello es que los trabajos que se realicen en cada una, deben tener enfoques entrelazados con el propósito de obtener beneficios. Uno de los ejemplos de esto, fue el periodo de contingencia que recién sucedió en la Ciudad, donde vehículos dejaron de circular, se agilizó el tránsito de vehículos, se redujeron las emisiones contaminantes y mejoró la calidad del aire.
Nuestra región geográfica debe cambiar, el viejo modelo de movilidad donde se incentivaba el uso del auto, no resolvió el tráfico ni tampoco la contaminación que los coches producían. Por ello la CDMX emprendió un cambio en su modelo de movilidad desde hace cuatro años, al cambiar su ley que trajo cambios consigo de fondo y prioriza ahora al peatón, y transporte público.
La movilidad es la llave de acceso a los servicios de la ciudad, como el trabajo o educación. Para poder realizar un ejercicio pleno de derechos, se debe garantizar la movilidad, lo cual es una tarea de todos, sociedad y gobierno, es lo que se denomina como un derecho llave. Por ello es fundamental garantizar los traslados de cerca de 23 millones de personas que se mueven en la zona metropolitana.
La semana que apenas concluyó, trajo consigo dos importantes eventos que ponían en la agenda los temas de movilidad y medio ambiente, por un lado la Segunda Cumbre de Movilidad Urbana Sustentable de América Latina (MUSAL) y por el otro, la Reunión de Alcaldes C40.
Al concluir MUSAL, alcaldes de diversas ciudades de América Latina y de México, signaron un documento compromiso con el objetivo de impulsar un nuevo modelo de movilidad en la región, establecer la seguridad vial como una de las prioridades en las ciudades e implementar gobernanza metropolitana.
La movilidad sustentable se ha perfilado como una de las opciones para ofrecer a los ciudadanos nuevas maneras de trasladarse sin contaminar y reduciendo la polución que se genera en las grandes ciudades, a través de medios como la caminata, bicicleta de forma segura, y el uso de vehículos eléctricos o híbridos que reducen hasta un 90% las emisiones contaminantes.
Las actuales condiciones de las grandes ciudades, exigen de cambios que propicien una mejora en movilidad, pero no solo eso, que sea sustentable y amigable con el medio ambiente, que no genere mayores emisiones contaminantes y que pueda mover al mayor número de personas, con un servicio eficiente y de calidad.