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Movilidad y Álvaro Obregón

A diferencia de las Alcaldías Gustavo A. Madero e Iztapalapa, Álvaro Obregón posee un territorio fragmentado por las montañas. | Roberto Remes

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Escrito en OPINIÓN el

Transformar el transporte no es sólo un reto de mejorar cada modo de transporte, en realidad los planes deberían existir y estar estructurados en múltiples dimensiones. Una de ellas es la geográfica. Demográficamente, demarcaciones como Gustavo A. Madero e Iztapalapa, podrían contar como una ciudad: 1.2 y 1.8 millones de habitantes. “GAM”, como se le llama coloquialmente, cuenta con el servicio de 5 líneas del metro y 7 líneas de Metrobús; Iztapalapa, con 3 líneas del metro y una de Metrobús. GAM, está notoriamente mejor servida por el transporte público que Iztapalapa... aún así, el rezago de ambas es enorme.

Sin embargo, el tercer lugar, Álvaro Obregón, una demarcación con 750 mil habitantes, según la Encuesta Intercensal 2015 de INEGI, está aún más rezagada: sólo tres estaciones del metro de tres líneas distintas, apenas tocando sus límites, Barranca del Muerto, Observatorio y Viveros, así como el breve paso de la línea 1 de Metrobús. A diferencia de GAM e Iztapalapa, Obregón posee un territorio fragmentado por las montañas.

Podríamos decir que hay, por lo menos, 3 tipos de zonas en Álvaro Obregón: las colonias bajas, intraperiférico, integradas al sur de Ciudad de México; la zona de Santa Fe, y los pueblos, colonias y barrios ligados al sistema de barrancas del poniente, donde a la vez podemos encontrar grandes diferencias sociales: fraccionamientos ricos, grandes unidades habitacionales, pequeños conjuntos, casas autoconstruidas e incluso simples estructuras con techo de lámina, sólo accesibles por medio de escaleras.

Si en algún lado se requieren teleféricos es en Álvaro Obregón, pero tal como ha sido mi crítica con el proyecto que está en construcción en Gustavo A.Madero, esto no puede hacerse con premura electoral. Vialidades rápidas como la Supervía, Los Poetas y el Eje 5 Poniente se impusieron como divisores de algunas colonias en el poniente. Un teleférico (o más) tendría que unir y agilizar la llegada de los habitantes de Obregón al transporte masivo.

Está en construcción el tren México-Toluca, que tendrá dos estaciones en la Alcaldía Álvaro Obregón, una en Santa Fe y la terminal en Observatorio, pero carecerá de estaciones intermedias: esa sería la mejor oportunidad de dejar conectada la demarcación, estableciendo un sistema de teleféricos hacia el sur, a partir de más estaciones del tren. También está en construcción la ampliación de la línea 12 del metro, con 3 nuevas estaciones, todas en Álvaro Obregón, en las que deberíamos estar diseñando un sistema modelo de alimentación: un buen entorno peatonal, en un radio de un kilómetro de cada estación, así como autobuses operando circuitos en un radio de tres kilómetros.

Las vialidades que he mencionado, por ejemplo, son inadecuadas para la incorporación del Metrobús. No obstante, eso no quita que deberíamos establecer rutas mejor atendidas en las que haya adecuaciones viales en puntos críticos, para dar un servicio que suba o baje al Periférico con cierta agilidad, comodidad y seguridad.

Todas estas vialidades están llenas de topes porque los automovilistas tienden a ir rápido, pero estos topes son enemigos del transporte público, al volverlo lento e incómodo. Ahí nos hace falta emprender acciones distintas: necesitamos controlar la velocidad más por métodos electrónicos (sanciones) que por métodos físicos, y conformar servicios regulares que queden medianamente cerca de un alto porcentaje de población de la Álvaro Obregón: estamos hablando de cientos de miles de obregonenses.

Las acciones que he planteado pueden concretarse en una década, en los alcances presupuestales del gobierno central. La más compleja, a mi juicio, es el sistema de teleféricos que exige una planeación cuidadosa y la liberación de los derechos de vía (en vez de construir encima de las casas como el Mexicable de Ecatepec y el Cablebús de Cuautepec). Las estaciones intermedias del tren México–Toluca pueden construirse con vías de rebase, para que no todos los servicios paren en todas las estaciones, y que eso no quite velocidad a quienes viajen hasta Toluca. Los barrios en pendientes necesitarán una mejor integración de su espacio público, y quizá escaleras eléctricas y elevadores, para mejorar su accesibilidad.

Álvaro Obregón tiene poca viabilidad para la bici mientras no logremos una mayor penetración de la bicicleta eléctrica, sólo colonias como Guadalupe Inn y Florida se beneficiarían de mejores acciones de promoción de uso de la bicicleta; sin embargo, favoreciendo la renta y venta de bicicletas eléctricas, el alcance podría crecer, lo cual exigirá desarrollar rutas seguras que conecten las tres zonas descritas para la demarcación: Intraperiférico, Barrancas y Santa Fe.

Algunos dirán que primero hay que contar con un enfoque de transporte para la ciudad completa y no por demarcación, pero yo creo que las políticas se pueden construir en las dos vías, de abajo hacia arriba y de arriba hacia abajo, así como por capas, y es así como se encuentran las soluciones integrales. Ya hablaremos en fechas posteriores de las otras demarcaciones.