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Morelos se pudre; y todos guardan silencio

Más allá de la movilización que distintos sectores sociales organizaron el día de ayer en la capital morelense –en la que miles de ciudadanos reclamaron la renuncia del gobernador Graco Ramírez-, lo cierto es que ya resulta insostenible el nivel de violencia e inseguridad en esa entidad.

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Escrito en OPINIÓN el

Y las cifras hablan por sí mismas. Por ejemplo, en febrero, se reportaron en Morelos 15 casos de secuestro y 39 casos de extorsión, la organización de Hospitales Privados de Morelos reveló que 44 de sus médicos han sido víctimas de secuestro en los dos últimos dos años y según la organización México Unido Contra la Delincuencia, en ese estado la incidencia de secuestros ha aumentado un 350% en los últimos cuatro años.

Y frente a esa realidad lacerante para un estado que por décadas se ha convertido en el refugio de fin de semana de los capitalinos, abundan los políticos y legisladores de la llamada izquierda mexicana, que no sólo ocultan la realidad sino que esconden la cabeza ante las evidencias contundentes del fracaso de esa izquierda.

El primer caso es el del propio gobernador Graco Ramírez Garrido Abreu. El mandatario estatal -que llegó al gobierno impulsado por el PRD y que en 1985-86, encabezó las protestas para derribar al corrupto gobierno de Jorge Carrillo Olea-, quien literalmente ha iniciado una campaña mediática para negar lo innegable; la realidad de violencia y crimen que se vive en Morelos.

¿Por qué razón el mandatario estatal no quiere ver esa realidad? Las respuestas son elementales, pero también contundentes.

Porque la violencia y el crimen no son propios de gobiernos de derecha, de izquierda o de centro. Es decir, que lo mismo proliferan en administraciones del PRI, que del PAN y del PRD. El problema, entonces, es otro.

En efecto, el problema está en la incapacidad e impreparación de los gobiernos –como el de Graco Ramírez- para hacer frente a los flagelos del crimen. ¿Por qué un gobierno surgido del PRI, como el de Rodrigo Medina, en Nuevo León, sí pudo revertir los elevados niveles de crimen y violencia?

La respuesta también es contundente; porque hay voluntad política y porque se diseñó una política de Estado contra la violencia, no un conjunto de ocurrencias como es el caso de Morelos.

Tampoco han aparecido para dar su opinión sobre la crisis que vive Morelos, los dirigentes del PRD, los legisladores de ese partido y otros gobernantes amarillos. ¿Dónde están? ¿Por qué guardar silencio? ¿Por qué esconden la cabeza ante los fracasos de la izquierda?

Está claro que la llamada izquierda mexicana vive un momento de crisis. Crisis política y de gobernabilidad en Guerrero, en Tabasco, en Oaxaca y, por supuesto, en Morelos.

Sin embargo, y a pesar de la crisis –y del costo que podría significar en votos en la elección de 2015-, las dirigencias y los gobiernos de izquierda guardan silencio.

¿Por qué no dicen nada sobre esos cuatro fracasos los señores Jesús Zambrano, Jesús Ortega, Carlos Navarrete? ¿Por qué no dice nada Cuauhtémoc Cárdenas? ¿Por qué no hablan sobre el tema Marcelo Ebrard o Carlos Sotelo? ¿Por qué nada dicen la mafia Bejarano-Padierna?

El gobierno federal ya intervino para salvar Michoacán, para rescatar el Estado de México y ya rescató de la crisis económica y turística al estado de Guerrero. ¿Qué esperan para rescatar Morelos? ¿Será que esperan que caiga el gobernador Graco Ramírez? Al Tiempo.

@RicardoAlemanMx