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¿Moche de hasta 40%?

Nos dicen que la comisión o el moche para funcionarios en muchas de las compras de gobierno u obras de infraestructura llegó hasta 40%. | Romina Román

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Escrito en OPINIÓN el

Los grandes empresarios del país tienen sentimientos encontrados con el actual gobierno. Por un lado está la falta de certidumbre jurídica que se ofrece a los inversionistas, y para muestra basta un botón: la cancelación del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM), las consultas ciudadanas que se aplicaron fuera de la ley, la marcha atrás al Metrobús en Durango a través de una votación a mano alzada, entre otras.

Todo lo anterior generó un impasse en la toma de decisiones en algunos de los grandes capitales, quienes optaron por esperar a ver el desenvolvimiento de los principales indicadores macroeconómicos, la decisión de las grandes calificadoras respecto a la Deuda Soberana de México y al rumbo que tomará la relación México-Estados Unidos.

También es cierto que algunos de los integrantes del Consejo Mexicano de Negocios (CMN) y del Consejo Coordinador Empresarial (CCE) decidieron darle el beneficio de la duda al presidente Andrés Manuel López Obrador y optaron por sentarse a dialogar con él. ¿Por qué? Nos cuentan que los empresarios estaban decepcionados por el elevado nivel de corrupción que se presentó en el gobierno de Enrique Peña Nieto.

Incluso, nos dicen que la comisión o el moche para funcionarios en muchas de las compras de gobierno u obras de infraestructura llegó hasta 40%. En anteriores administraciones la tarifa era de 10%, sin embargo, con Peña se disparó a niveles nunca antes vistos… lo menos que pedían era 30%.

A eso se sumó la arrogancia del ex canciller y ex secretario de Hacienda, Luis Videgaray, quien difícilmente se acercaba o en el mejor de los casos, se sentaba a escuchar las preocupaciones de industriales y financieros.

Nos cuentan que si bien la economía se manejaba con prudencia, la lejanía del círculo Videgaray-Peña con el empresariado y con la sociedad era abismal. Nadie que no pasara el filtro de Videgaray podía entrevistarse fácilmente con el ex presidente Peña, eso incluía a funcionarios de alto rango y gobernadores.

Después de la elección y de la apabullante derrota del partido en el poder, Luis Videgaray (que se volvió uno de los hombres más odiados por los priístas) desapareció del mapa político. Su última aparición en las redes sociales fue el 29 de noviembre de 2018 para despedirse como canciller. Él sabía que los militantes del tricolor lo culpaban del fracaso partidista y hasta se creó un grupo en twitter que lo denostaba.

Hasta ahora, del ex canciller se sabe que divide su tiempo entre Estados Unidos y México; hay quienes dicen que vive una vida sin sobresaltos y tranquila impartiendo clases en una Universidad de Boston.

Por lo pronto, esa corrupción que dañó a los empresarios y a la sociedad es el motivo por el cual, muchos de ellos, están dispuestos a colaborar con el gobierno actual y darle ese beneficio de la duda.

Estrellita para Adamantine

La que está bien y de buenas es la empresa financiera Adamantine, que preside Antonio Dávila Barberena, quien hace unos días se integró a la fase 3 del complejo turístico Las Palomas Seaside Golf Community en Puerto Peñasco y que encabeza la firma internacional The World Wide Group.

Este desarrollo ya se cataloga como de Cuatro Diamantes por la empresa Triple A, que evalúa a más de 29 mil hoteles en Canadá, México y el Caribe, de los que sólo 6% alcanzó esa distinción.

Así las cosas…