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Miradas cruzadas

Los desencantados utilizaron la foto de Víctor Medina para golpear la figura presidencial. | Ulises Castellanos

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Escrito en OPINIÓN el

Esta imagen de Victor Medina hizo arder las redes hace unos días, por lo confrontativa que resulta para el público en general. La imagen sintetiza un encuentro efímero del presidente de la República con la madre de un presunto delincuente local, dedicado a la pesca en Baja California.

En los hechos, se trata de un cruce de miradas fugaz que capturó muy bien el fotógrafo Medina. El sentido de oportunidad, un ojo educado y la paciencia en medio del caos dio sus frutos. Sin embargo, los opositores al presidente, se dieron vuelo para descalificar a López Obrador, por su presunta “insensibilidad” frente a la señora, al no detenerse o bajar el cristal de la camioneta. 

Foto: Victor Medina

A ver, vamos por partes, dejemos de lado y aceptemos que la foto es buena, (no da para Pulitzer como algunos internautas sugieren, pero es una buena foto); sin embargo su lectura derivada de las filias o fobias que genera el primer mandatario, hacen imposible una interpretación serena de dicho instante.

Para empezar, estamos en medio de una pandemia global, el presidente no siempre usa cubrebocas pero mantiene sana distancia, y este es el caso. Quisieron comparar esta foto con la imagen del presidente hace unos meses antes de la crisis covid, cuando se bajó a saludar a la madre de “El Chapo”. No hay punto de comparación alguno. Solo por el tema de la crisis sanitaria, bajar el cristal en estas circunstancias, rodeado de gente, sería un acto criminal o, de menos, un descuido atroz. Por eso no lo hizo. 

Adicionalmente, llamar “insensible” a López Obrador porque no se dio “tiempo” para escuchar a la señora, es otro sin sentido; ningún presidente en lo que va del siglo XXI en nuestro país le ha dedicado más horas a escuchar a los demás que éste. Ahí están las giras de todo el sexenio, sus mañaneras, que incluye escuchar a esos personajes que en lugar de preguntar llevan reflexiones o peticiones a la conferencia matutina y nadie los interrumpe. ¿Cuándo habían visto a un presidente mexicano dedicarle tantas horas a la gente? ¿Cuándo? Por ello, ese argumento es insostenible.

Por otro lado, ¿qué es lo que sí refleja esta foto? Pues a una madre peleando por la libertad de su hijo. Es perfectamente comprensible. Salvo por el tema legal, de que ese “asunto” no le compete al presidente, es un tema que lleva la Fiscalía General de la República, no la Presidencia. 

El rostro de angustia de la señora, eso sí, refleja la desesperación de un ciudadano frente al laberinto judicial que muchos miles de compatriotas enfrentan día a día, pero aunque este no es el caso, ese cruce de miradas, pone de manifiesto la esperanza que le confiere la gente al primer mandatario, la gente cree, en términos generales, que el presidente de la República lo puede todo, y eso es falso. Tiene más contrapesos de los que se imaginan.

Desconozco el caso judicial del hijo de esta señora, tengo confianza en el Fiscal y supongo que se procesará como corresponde. Sin injusticias, pues. 

Lo que sobra, es la furia con la que los desencantados utilizaron esta foto para golpear la figura presidencial. Ahora sí que como dice ya saben quién. Andan desesperados. Serénense.

Todavía faltan cuatro años. Reserven energía.