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¿Militarizados o propaganda política?

Si en realidad existiera una militarización en el país no se atreverían a atacar a las Fuerzas Armadas. | César Gutiérrez

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Escrito en OPINIÓN el

Las críticas destructivas que ha generado la oposición, no son más que un mecanismo de respuesta (ineficaz) de sus frustraciones, que día a día se va acrecentando. Este tipo de “ideales” y emociones están siendo enfocados para tratar de tergiversar la labor de quienes sí están dando resultados con su arduo trabajo.

Hoy queda de manifiesto que todos los mexicanos debemos cambiar del “NO SE PUEDE” o “YA MERITO”, al “SÍ PODEMOS”. El personal militar ha puesto la base con su ejemplo, ya que depositaron todo su empeño para el buen desarrollo del proyecto hasta el límite. Esa es la gran diferencia de quienes aunque son líderes tratan únicamente de manipular a las masas para beneficios particulares. Esa es la diferencia de quienes registran sobreprecios de materiales y suministros, y elevan sus honorarios y sus prestaciones. Aquí no. El esfuerzo que se está haciendo es de interés público y social, y para beneficio de todos. Gracias a la consolidación de este Proyecto se va a generar economía, empleos y estabilidad para las familias mexicanas de esa región geográfica.  

Los opositores deben entender, que el personal militar está dando resultados –incluso– pese a los propios funcionarios de las otras dependencias. Es necesario que todos den resultados bajo este ritmo de trabajo, sin burocracia ni pretextos, y cuando se presenten problemas, se brinden soluciones. 

Por eso es tan importante que actualmente el funcionario mexicano, se ponga realmente a trabajar. Quien no esté a la altura de la Cuarta Transformación debe irse, ya que tiene que estar convencido de servir a México y a sus ciudadanos. No podemos tolerar que esa misma gente siga con las malas prácticas de los gobiernos anteriores. Resulta esencial denunciar a todos aquellos que no están cumpliendo con lo encomendado. Esas son las instrucciones del Ejecutivo.

Bajo esta óptica, es necesario que se consoliden las mejoras al personal militar retirado, para que puedan tener una pensión digna, ya que al momento de pasar a situación de retiro, el militar deja de percibir la compensación garantizada que se calcula con base en un haber de retiro de acuerdo con los años de servicio prestados. El problema es que es muy raquítica la asignación técnica al servicio o la asignación técnica especial. La falta de una proyección para el militar retirado provoca un problema de adaptación que sucede en todos los grados, -claro- en diferente dimensión, mientras a unos los abraza la soledad del mando, otros por la falta de un grado académico no pueden desenvolverse para ejercer otra profesión u oficio. Esa es la triste realidad de la que nadie habla, muchos murmuran, pero nadie aporta la solución.

Sugiero que todos aquellos que están en contra de que el personal militar tenga la necesidad de trabajar en cargos públicos, que gestionen el pago de una pensión digna para que puedan acceder a comprar una casa, para que puedan estudiar y eviten así tener que competir por un cargo público.

Por último, queda claro que hablar de militarización es un tema recurrente y muy utilizado por los intelectuales orgánicos. Sin embargo, hablan de militarización y atacan a las Fuerzas Armadas, sabiendo que no habrá repercusión a sus críticas, ni réplica; ya que tendrían que dar nuevos argumentos para señalar que los militares han tomado el poder y están restringiendo la libertad de expresión, argumento sumamente recurrido porque saben que no existe tal.

Conocen que el personal militar es fuerte como institución, pero débil como ente individual. Saben que de hacer una aclaración podrán victimizarse y, por lo mismo, emiten opiniones de carácter personal como verdades absolutas, incluso desconociendo los temas; confundiendolos y tergiversándolos, utilizando datos aislados haciéndolos pasar como datos oficiales y únicos.

Como siempre lo he dicho, en un país democrático las Fuerzas Armadas no deberían realizar funciones de seguridad pública, salvo aquellas que tienen que ver con la seguridad interior. Pero ante el desmantelamiento de las instituciones encargadas de la Seguridad Pública en el país, de forma legal se cumple con la implementación de un marco jurídico para que la Fuerza Armada permanente del Ejército, Fuerza Aérea y Armada de México coadyuven en estas funciones por un plazo de cinco años en lo que se fortalece a la Guardia Nacional y se dejan las bases de la institución que realizará las funciones de seguridad pública a nivel federal. 

El grado de mezquindad es tan grande que si en realidad existiera una militarización en el país no se atreverían a atacar a las Fuerzas Armadas, ya que tratarían de quedar bien con el poder; cosa que han hecho durante los últimos años. Casualmente la mayoría de esos intelectuales orgánicos son aquellos ligados a estos mandos policiacos que se encuentran enfrentando graves procesos por delincuencia organizada, debido a su probable protección y participación en grupos criminales internacionales que operan en nuestro país. Algunos de ellos fueron asesores, empleados, socios y grandes aplaudidores de estos personajes, pero como somos de memoria corta, ahora se les considera como grandes especialistas de temas que utilizan solo como golpeteo político. Incluso manejan temas que no existen en la ley; mienten, confunden y enredan, sabiendo que el público que los sigue no se preocupa por investigar, leer o conocer sobre el tema; simplemente cree y critica todo aquello que desconoce. Se consideran de una clase superior, sin darse cuenta que solo son manipulados para odiar y criticar aquello de lo que no saben.