Main logo

Migrantes niños: Son niños

En Estados Unidos el tema de los menores migrantes pasó ya de lo ‘humanitario’ a lo político.

Por
Escrito en OPINIÓN el

A todos los gobernantes involucrados en la migración de niños solitarios se les hace agua la boca para decir que esto que pasa ‘es una tragedia’, que ‘es terrible’, que ‘es inhumano’ y que cosas así no se habían visto nunca jamás en la vida: “¡Cómo es posible!”. Son menores caminantes  sin más prendas que sus ganas de llegar a encontrarse en el paraíso perdido de Milton.

 

Y esos niños, como en la Divina Comedia, antes de llegar al paraíso tendrán que cruzar el infierno mexicano en donde perderán el azoro infantil para descubrirse adultos, perdidos, sin presente infantil y sin futuro: Nada más que pasado, ese que no quieren repetir.

 

Los niños caminantes comienzan a descubrir  que el humanismo con el que miles de seres –quito lo de humanos- se ungen para ‘ser’ el rostro de la bondad, tienen entrañas de compromiso político y, por lo mismo, nada hay sobre éste. En México tendrán que pasar el filtro de la crueldad en el que se ha convertido la ruta mexicana hacia Estados Unidos.

 

La tragedia persigue a esos niños que tienen que tomar camino en solitario. Esa decisión tiene que ver con la pobreza, la violencia, el crimen, el abuso, la falta de apoyos sociales y de gobierno en El Salvador, Honduras, Guatemala y México y porque alguien les dijo a ellos y a sus padres que hay un país, al norte, en donde todo es color de caramelo.

 

No se van porque quieren. Nadie deja la felicidad si se es feliz. Estos niños son expulsados.

 

Y, lo peor. El Mundo de Oz no los quiere. En Estados Unidos el tema pasó ya de lo ‘humanitario’ a lo político. Tanto Republicanos como Demócratas encontraron ahí una fuente de confrontación y de capital político: Demócratas tratando de demostrar que quiere arreglar la situación, pero con miras a las elecciones legislativas de noviembre próximo…

 

Republicanos que cuidan su prestigio nacionalista, xenófobo, racista, mocho, ‘primitivo y sin cepillar’ parafraseando a Margarita Michelena.

 

Barack Obama pide recursos para enfrentar la situación. Republicanos dicen que no: que esos niños tienen que salir del país, que nadie los invitó a su fiesta. Barack Obama dice que quiere hacer frente a la crisis migratoria (antes de esas elecciones de noviembre) y que su gobierno podría otorgar permisos de trabajo a millones de inmigrantes que se encuentran en EUA sin autorización.

 

Los republicanos comienzan a afilar las uñas para pedir juicio político al presidente si hace tal. Mientras el gobernador de Texas, Rick Perry, militariza la frontera con México porque quiere sacudirse que durante sus aspiraciones a la presidencia de EUA apoyó a minorías para conseguir su voto: Sus republicanos votantes  se le echaron encima…  

 

Nada más que estamos hablando de niños. Tan sólo hasta octubre de 2013 se habían detenido a 47 mil niños  ‘no acompañados’,  al sur de los Estados Unidos, de los que el 25 por ciento eran mexicanos, dice la UNICEF. ¿Le dice algo esta cifra al gobierno de México?

 

Y más: Tan sólo en los ocho meses recientes han llegado a EUA 60 mil niños solitarios. Muchos de ellos retenidos y dispuestos para su deportación aunque muchos de ellos han solicitado asilo por ‘persecución o tortura’, a través de organizaciones sociales.

 

En tanto que el gobierno mexicano sí canta mal las rancheras. Porque, de grado o por fuerza, hace el trabajo que le exige el gobierno de EUA: Bloquear el paso de niños migrantes sin acompañantes.

 

Así que, según el Centro de Derechos Humanos Fray Matías de Córdova, tan sólo en 2013 el gobierno mexicano aseguró a 9,893 menores de edad solitarios; de ellos sólo 50 obtuvieron refugio y se deportó a 8,350 y al resto se busca solución legal. El gobierno humanista no quiere a estos niños aquí.  

 

El problema es que según Diego Lorente, director del Matías de Córdova, aun se ignora a cuántos de los 7,600 niños centroamericanos no acompañados, deportados de México en lo que va de 2014, se les negó un debido proceso de asilo y se les deportó, a pesar del riesgo que corrían sus vidas”.  

 

El señor Secretario de Relaciones Exteriores, Mr. Meade, dice que “generalmente no es voluntad del migrante quedarse en México” y que por lo mismo…

 

En fin. Que, previo a la reunión que habría de tener el presidente de EUA, Barack Obama, con los mandatarios de Guatemala, Honduras y el Salvador para hablar de la crisis de los niños caminantes, el 24 de julio le llamó al presidente de México, Enrique Peña Nieto, para ‘agradecer’ los “esfuerzos” de su gobierno para controlar el flujo de menores migrantes:

 

“Coincidimos en la importancia de tener una visión humanitaria, corresponsable y regional, para atender este creciente fenómeno migratorio”, dijo el presidente Peña Nieto y se queda en medio de la pugna Demócrata-Republicana allá. México Semper fidelis.

 

Nadie subraya los problemas esenciales: los que todos conocemos. Los que se han dicho hasta el cansancio. Aplaudidor como es el gobierno mexicano de los halagos de la OCDE, tan Peñista, de las políticas del Fondo Monetario Internacional y del Banco Mundial y ‘el Tesoro’ estadounidense.

 

Gobiernos débiles hacen problemas sociales graves. Y la debilidad se muestra en la complacencia, aun en contra de los principios de ética y moral que deben regir a todo gobierno. Y México tiene n gobierno débil que ha dejado salir del país a millones, y entre ellos a miles de niños caminantes solitarios… Estamos hablando de niños… Sí: De niños. ¿Se entiende así?

 

@joelhsantiago