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Migración con Guardia Nacional

Si no hay seguridad no puede existir el Estado. | Rodolfo Aceves Jiménez

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Escrito en OPINIÓN el

En la actualidad una gran parte de las funciones sustantivas que presta el Estado mexicano, se encuentran sujetas a una estructura federalizada, con el objeto de poder llevar los programas y políticas públicas a todo lo largo y ancho del país. En este modelo federalizado se incluye a los estados y municipios, que participan en mayor o menor medida.

Este debería ser el mismo planteamiento para ejercer la función de seguridad, en virtud a que se trata de una función que presta la federación, los estados y sus municipios, por conducto de sus instituciones, a las que se les ha dotado de atribuciones, en el ámbito de su competencia, para cumplir las funciones que se les han asignado.

Por eso es, que una de las principales funciones que tienen los Estados en el mundo lo constituye, junto con la hacienda pública y sus relaciones con el exterior, la seguridad.

Esta seguridad se erige como el establecimiento de un techo mínimo de garantías para el desenvolvimiento de actividades políticas, económicas y sociales de una comunidad, una sociedad o un pueblo.

Por esta razón es que pensadores clásicos de la ciencia política, como Hobbes, Rousseau o Locke, coinciden con que el hombre se une en sociedad, para protegerse mutuamente y de otros, al cabo del tiempo, el hombre le otorga al Estado la facultad para ejercer la violencia, a efecto de garantizarle la paz y la seguridad. Por eso es que Max Weber aportó luz sobre la función de seguridad de los Estados, cuando señala que el Estado posee el monopolio de la violencia. Ideológicamente esta oración es la que encierra las facultades y atribuciones para hacer uso de los instrumentos y herramientas para preservar la seguridad.

De aquí podría desprenderse que una de las principales, sino es que la más importante es, la seguridad, como razón de Estado de la que depende el resto de las funciones de Estado. La lógica de este planteamiento tiene que ver en que, si no hay seguridad no puede existir el Estado.

La Guardia Nacional contiene todos los elementos para ejercer el monopolio de la violencia a que se refiere Weber, pero las funciones en política de migración al sur del país la alejan de su objeto que es, realizar la función de seguridad pública a cargo de la Federación y, en su caso, conforme a los convenios que para tal efecto se celebren, colaborar temporalmente en las tareas de seguridad pública que corresponden a las entidades federativas o municipios.

En todo caso se están desviando recursos humanos en atender funciones ajenas a las de seguridad pública, pero además el Estado no quiere invertir en políticas de migración y, por el contrario, suprime cargos públicos, programas, estructuras bajo el argumento de austeridad republicana.

¿Para qué querrá ahorrar tanto dinero el gobierno federal, cuando no es capaz de garantizar la seguridad en el país para que sus ciudadanos desarrollen actividades educativas, sociales o económicas?