A pesar de que en la primera de las entidades apenas se han dado los pasos iniciales de una crisis que se antoja de largo plazo, lo cierto es que la estrategia diseñada para atender Michoacán resultó positiva.
Sin embargo, también es cierto que no es lo mismo Michoacán que Tamaulipas. ¿Por qué? A continuación algunas diferencias.
1.- En Michoacán el grupo criminal dominante, conocido primero como La Familia Michoacana y luego como Los Caballeros Templarios, se encargó de crear una “base social” –en no pocas ocasiones convencida por la fuerza- que durante casi una década solapó a los líderes criminales.
En Tamaulipas, los mayores niveles de violencia se han producido por la pelea de dos grupos criminales que disputan la plaza. Nos referimos al Cártel del Golfo y a Los Zetas. Además, a esos grupos no les interesó la creación de una base social, como sí ocurrió en Michoacán.
2.- En Tamaulipas, la diversidad del crimen organizado tiene características propias, porque se trata de la frontera más porosa con el vecino del norte. Tamaulipas, vale recordarlo, es la entidad con el mayor de puentes fronterizos a Estados Unidos, en donde está el mayor número de consumidores de drogas y de donde provienen la mayor cantidad de armas.
Michoacán, en cambio, se localiza en el centro del país, está rodeado por estados que literalmente blindaron sus fronteras, lo que concentró la actividad criminal sólo en una región. Eso sí, Michoacán tiene una importante frontera marítima, el puerto de Lázaro Cárdenas, por donde envía al mundo droga y minerales robados, y de donde recibe precursores para drogas de diseño.
3.- En Michoacán, buena parte de la solución se produjo gracias a la sociedad civil organizada. Es decir, a los llamados grupos de autodefensa, que no eran otra cosa más que ciudadanos hartos de la depredación a la que fueron sometidos por el grupo criminal de Los Templarios. Los autodefensas no sólo eran ciudadanos dispuestos a jugarse la vida en defensa de su patrimonio, sus familias y sus propia integridad. No, también se convirtieron en un poderoso grupo de inteligencia, que conocía a la perfección a sus agresores.
Tamaulipas, en cambio, nunca desarrolló grupos de autodefensa. Lo más que consiguió fue crear la página Valor Por Tamaulipas -que advertía sobre situaciones de riesgo- y por cuyos creadores el crimen organizado puso precio a sus cabezas. Además, apenas hace unas semanas se gestó un movimiento social y de protesta callejera, que exigía la intervención del gobierno federal y la reactivación del gobierno estatal. Sin embargo, también esa manifestación fue bloqueada por la autoridad estatal.
4.- En Tamaulipas, hay una historia de ingobernabilidad que tiene más de un siglo. Y es que es un estado de la República que hace frontera con el vecino del norte, con el Golfo de México y que, por si fuera poco, durante muchos años ha sido una rica zona petrolera.
Además, en Tamaulipas la democracia es de baja calidad. ¿Por qué? Porque a nivel estatal nunca se ha producido la alternancia en el poder. Es decir, siempre ha gobernado el PRI. Y en el nivel municipal no son muchos lo casos en donde ha gobernado otro partido que no sea el PRI.
En Michoacán, en cambio, la alternancia en el poder es histórica. Y la práctica democrática ha llevado al poder a gobernadores de la llamada izquierda, mientras que la historia registra el primer municipio opositor al PRI. Nos referimos a Quiroga, Michoacán, que fue el primer municipio gobernado por el PAN, en 1947, por Manuel Torres Serranía.
La alternancia en el poder parece haber contribuido al desastre michoacano, mientras que la mala calidad de la democracia en Tamaulipas también ha sido factor determinante para estimular los elevados niveles de crimen y violencia.
¿Habrá tomado en cuenta, el gobierno federal, las diferencias anteriores para la nueva estrategia que anunció ayer en Tamaulipas? Al Tiempo.
@RicardoAlemanMx