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México ¿país de mariguanos?

El jefe del gobierno de la Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera, planteó la urgencia de legalizar la mariguana para uso terapéutico.

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Escrito en OPINIÓN el

Hay quienes creen que la legalización de la mariguana sería un duro golpe para los cárteles de la droga, quienes perderían este negocio al no poder comercializar la yerba. La cosa, sin embargo, no es tan fácil y hay que analizarla a fondo. En México no se ha debatido, a profundidad, si se debe legalizar las drogas o despenalizarlas.

 

Algunos expertos sostienen que al legalizar la mariguana, la poderosa industria de la narcoactividad que mueve unos 40 mil millones de pesos perdería, en parte, piso. ¿La sociedad está preparada para aceptar que sus jóvenes se metan, sin prohibición alguna, a la vorágine del consumo de la mariguana? Definitivamente, no.

 

Fernando Savater dio hace algún tiempo una explicación sobre el tema: “Sólo se puede legalizar, autorizar o negar aquello que está en manos de la autoridad, mientras que las drogas están (sueltas) en el mundo”.

 

Es lo mismo que si una montaña, porque hubiera muchos alpinistas o andinistas que mueren subiendo a ella, la prohibiesen; podríamos penalizar el acceso a la montaña, lo que no se puede es legalizar la montaña o ilegalizarla, porque la montaña no está en las atribuciones del jurista.

 

Tampoco las sustancias de la naturaleza de la mariguana están en las atribuciones de los juristas, ya que estas están dispersas por todo el mundo, en la naturaleza.

 

El jefe del gobierno de la Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera, planteó la urgencia de legalizar la mariguana para uso terapéutico. Lo que no precisa es que esta puerta de la legalización podría abrirse para que millones de jóvenes caigan en el consumo excesivo de esta droga.

 

Es muy fácil desde la comodidad de un suntuoso despacho, como el del jefe del gobierno capitalino, estar a favor de la despenalización del comercio y consumo de la yerba con fines lúdicos, pero habría que ver sí él incentivaría y recomendaría a sus hijos, sobrinos, ahijados o jóvenes a consumir la yerba. Si se lo preguntamos en corto, su respuesta será ¡NO!

 

Frente a la ineficacia y las consecuencias desastrosas de la “guerra contra las drogas”, es de  urgencia de abrir un debate sobre políticas alternativas, dice el diplomático, periodista y escritor Jorge G. Castañeda.

 

México es el único país —productor y de tránsito de drogas en la región— que ha pagado un gran precio: 65,000 muertos en los últimos nueve años durant el combate de las drogas lo que ha llevado a los dos últimos gobiernos, el de Felipe Calderón (PAN) y el de Enrique Peña Nieto (PRI), a aceptar un debate sobre la legalización de la mariguana.

 

Lo cierto es que hace falta que la sociedad mexicana conozca a fondo, analice y prevenga los efectos que tendrán en la salud pública de México las políticas sobre el tratamiento y la liberación del uso y producción de la mariguana.

 

El fácil argumento que podrán esgrimir algunos enterados del tema es que la producción, tráfico y consumo de sustancias ilícitas no escapa a la era de la globalización. Sin embargo, los países deben discutir, analizar e implementar estrategias frente a la legalización porque las políticas públicas o medidas legales que adopta determinado país tienen repercusiones en las naciones vecinas.

 

En los estados de Alaska, California, Colorado, Hawaii, Maine, Michigan, Montana, Nevada, Nueva Jersey, Nuevo México, Oregon, Rhode Island, Vermont, Washington y en el Distrito de Colombia se ha aprobado la posesión, producción y consumo de mariguana para usos medicinales. Lo que habría que hacer es considerar si esto ha sido un disuasivo frente a los comercializadores de droga.

 

Jorge G. Castañeda sostiene que en un mundo ideal, de recursos ilimitados, sería factible combatir tanto al narcotráfico como a los delitos que afectan a la sociedad; incluso en algunos casos tal vez sean los mismos individuos los autores de ambas desgracias para las sociedades latinoamericanas. Pero dada la escasez de recursos financieros, policiacos, militares y jurídicos en México y toda América Latina, esto no es posible.

 

El ex secretario general de la ONU, Koffi Annan, considera que en cuanto a la crisis de la droga en México “habría que pensar en una despenalización pero no en la legalización, que es diferente".

 

¿México está preparado para ello? ¡No! El consumo de drogas y las políticas para lograr su control son objeto de fuertes debates en el ámbito internacional. El gobierno mexicano mantiene una visión de este fenómeno que permite enfrentarlo con un sentido humanista, sin criminalizar a los adictos, como en otras sociedades, y con acciones que permiten prevenir el uso de drogas y ayudar a los que ya están afectados a abandonar su dependencia.

 

Esto está fundamentado en el reconocimiento de que, independientemente de las políticas de control de la oferta, las sustancias adictivas, sean lícitas o ilícitas, lesionan el bienestar y la salud de la población.

 

joseluiscastillejos@gmail.com

@jlcastillejos