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México ante la adversidad

Todo indica que el panorama de México será sombrío y turbio.

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Escrito en OPINIÓN el

Después de las reformas estructurales se esperaba un panorama más positivo en materia económica para el país, sin embargo una serie de factores internacionales externos han colocado al peso en su máximo histórico y los pronósticos para el crecimiento del PIB no son muy optimistas. Sin embargo, no solamente se trata de elementos externos, la inseguridad, la violencia y la corrupción que afecta a México inhibe la inversión extranjera.

 

De acuerdo con un reporte del Banco de México nuestra economía se ha visto afectada ¾al igual que otras economías emergentes¾, por una combinación de factores externos, entre los cuales destacan tres:

 

El primero, se deriva de la disminución de las cotizaciones internacionales del petróleo, en el caso de la mezcla mexicana, su precio registró una caída de más de 60%; el segundo, se relaciona con la existencia de elevados niveles de volatilidad en los mercados financieros internacionales; y el tercero, tiene que ver con la afectación que se origina de la desaceleración de la actividad económica mundial.

 

Es importante destacar que además de estos elementos externos, la economía mexicana se ha visto afectada por la caída de la producción petrolera nacional, pues según reportes de Pemex, durante el periodo 2004-2014, la producción de crudo en nuestro país registró una contracción acumulada de casi 30% e incluso para este 2015 se prevé una reducción adicional.

 

Este fenómeno amenaza aún más el crecimiento económico, en lo que va del año la Secretaria de Hacienda ha recortado en dos ocasiones sus previsiones para el Producto Interno Bruto (PIB), la última fue en mayo de un rango de entre 2.2 y 3.2%, desde 3.2 y 4.2%, dando como justificación para este recorte precisamente la disminución de los precios del petróleo.

 

Pero existen otros elementos que amenazan con generar un círculo vicioso para la actividad económica del país, los cuales están directamente relacionados con la confianza empresarial y de los consumidores, esta última está ligada con el clima de inseguridad que se vive actualmente en México, que ha terminado por retrasar las decisiones de inversión y de gasto.

 

En este sentido, la calificadora Fitch aseguró en su último “Reporte Soberano” sobre México, que aunque las tasas de criminalidad en nuestro país han presentado declives considerables desde su pico en 2011, las instituciones débiles en procuración y administración de justicia y la capacidad limitada en algunos sectores de los tres niveles de gobierno, así como una percepción de corrupción, podrían dificultar mayores avances en seguridad y confianza.

 

Asimismo el reporte señaló que las calificaciones internacionales de México se sustentan en las políticas económicas disciplinadas del país y la estabilidad macroeconómica sólida con desbalances leves, sin embargo, “estas fortalezas contrarrestan de manera suficiente las limitantes de calificación del país, que incluyen debilidades estructurales en las finanzas públicas, tales como reservas fiscales bajas, intermediación financiera relativamente reducida y debilidades institucionales acentuadas por la incidencia alta de violencia relacionada con drogas y corrupción”.

 

El problema de fondo parece ser la imparable corrupción que ha contaminado gran parte del sistema en México, aunado a la percepción de la ciudadanía de que las acciones realizadas por las autoridades y gobiernos no están dando resultados en materia de seguridad o de impartición de justicia.

 

Y es que la corrupción es el cáncer que afecta a todos los ámbitos del país, económico, comercial, financiero, político, electoral, etcétera; porque no solo disminuye la confianza de los posibles inversionistas que pudieran llegar a nuestro país, sino que también genera preocupación en los ya existentes.

 

El panorama es incierto para lo que resta de este año y el siguiente, así lo ha señalado el propio secretario de Hacienda, Luis Videgaray, la estrategia ha sido implementar recortes para este y el próximo presupuesto, pero al parecer estas acciones no serán suficientes para aspirar a un mayor crecimiento económico.

 

Apenas ayer el gobernador del Banco de México, Agustín Carstens, informó que debido a que la economía sigue presentando un bajo ritmo de expansión, se decidió recortar, por tercera ocasión el pronóstico para el PIB de este año de un intervalo de 2% y 3% previsto anteriormente a uno de entre 1.7% y 2.5 por ciento.

 

Todo indica que el panorama de México será sombrío y turbio, por lo que se hace necesario la unidad nacional y el compromiso en un proyecto común.

 

simon@inprincipioeratverbum.com.mx

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