El negocio de las televisiones y los teléfonos celulares opera en mercados caracterizados por alta volatilidad y escenarios competitivos desafiantes. En vista de este ambiente de negocios, Sony pondrá como prioridad más alta la minimización del riesgo y el aseguramiento de las ganancias en sus operaciones en esos negocios. Desde que ambos mercados viven intensa competencia de costos y de la uniformidad de las ofertas, Sony se esforzará todavía más en incrementar el valor agregado de sus productos, subiendo la calidad de sus tecnologías únicas y componentes.
Esto es más o menos la declaración que hace Sony sobre lo que buscará en el futuro próximo. Esto es lo que discutieron sus máximos líderes hace unos días. Y me centro en el punto de las televisiones porque al comparar este segmento con smartphones, compruebo que las cosas van de mal a peor.
Hace un par de años hablábamos de la debacle de la firma japonesa ante la fuerte competencia, principalmente coreana, que le quitó su título como la firma de televisores de calidad, buen precio, esos productos que adornaban la sala de nuestros hogares y a veces, en México, representaban parte del estatus de la familia. Entre más grande, decían, mejor.
Hoy, incluso algunos amigos distribuidores de televisores en México me dicen que no está llegando producto de la japonesa o que todo lo que les ofrecen es caro. En cambio, me dicen que LG está en todas partes y que si necesitas producto, te lo surten rápidamente.
Sony dice que estará seleccionando cuidadosamente sus territorios y áreas que tendrá como objetivo para sus productos.
Limitará sus inversiones en estas áreas y establecerá una estructura de negocios capaz de asegurar ganancias estables. Además, los líderes de la compañía aceptaron continuar explorando potenciales alianzas con otras compañías en estas áreas, en respuesta a los cambios que están enfrentando. Enfrentando mal, porque no han podido meterse al ritmo de innovación que firmas como Apple, hablando de celulares, Samsung, hablando de celulares y televisiones y muchas cosas más, les han marcado. Sin mencionar a LG y decenas de marcas europeas y Chinas que pisotean los territorios que eran de Sony históricamente.
Hay que entenderlo bien, ahora la estrategia de Sony se basa en la administración de negocios enfatizada en las ganancias, sin necesariamente perseguir volumen.
Darle autonomía a las áreas y enfocarse en darle valor a los accionistas. Y definir claramente el posicionamiento en cada área de negocios, dentro de una más amplia perspectiva de oportunidades.
Lo único que entiendo de esta estrategia es que tienen que hacerse pequeños para no perder y que ya no venderán lo que antes vendían, hablando de televisiones.
En cambio, se enfocarán a los dispositivos de imagen y sensores, los videojuegos (por mucho la tecnología de PlayStation es mejor que la de Xbox y eso se ha demostrado en ventas), películas y música.
Ahí estarán las inversiones más agresivas, eso fue lo que acordaron los directivos hace unos días.
Piense en esto, la película que filma James Bond en México y que se estrenará este año tiene más importancia dentro de este esquema, que inundar con pantallas planas de ultra alta definición los hogares mexicanos. Al fin y al cabo, ellos estarán presentes en sus vidas y arriesgarán menos. Además de que si quieren, pueden vender escenas de la misma a gobiernos necesitados de mejorar su imagen, tal como las botellas de cerveza y otros productos que nos venden de la mano de los protagonistas de estas súper producciones.
Es la misma lógica de cerrar su planta de discos en Tlalnepantla, ¿para qué producir blu-ray´s, dvd´s y cd´s cuando todo se puede descargar? ¿Para qué quedarse atrapada en el pasado?
Y en la misma lógica, hay que pensar que muchos ajustes más se darán en la industria, tomando en cuenta que parece que la otrora gigante japonesa de la tecnología, da muestras de obsolescencia y externa cierto aire de derrota. Algo que sus clientes de toda la vida nos negamos a aceptar.