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Memento

Ahora es correcto afirmar que la política dejó de ser forma y no tiene fondo, la política está deformada.

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Escrito en OPINIÓN el

Las campañas políticas para esta elección intermedia son más de lo mismo pero en su versión más pobre y falta de imaginación. Candidatas y candidatos de todos los partidos saturan los espacios que los medios de comunicación ponen a su disposición para “informar” a la población en general sobre sus propuestas y planes de trabajo, posturas y posicionamientos que brillan por su ausencia, en casi todos lados vemos mensajes carentes de profundidad y no sabemos quiénes son los candidatos que nos representarán en el poder legislativo y en algunos casos gobernarán entidades federativas.

 

Los políticos o quienes lucran con la labor política no se preocupan por presentarse como una opción por su trayectoria o por su prestigio, en la gran mayoría de los casos (salvo honrosas excepciones) se trata de hombres y mujeres jóvenes retocados y maquillados para venderlos como un producto más a la gente que va a votar.

 

Casi en el olvido se encuentran los trípticos que acompañaban al candidato y que hablaban de su procedencia y trayectoria, de su prestigio, hoy todo es fugaz y ausente de todo fondo para privilegiar a la forma de una manera distorsionada, ahora es correcto afirmar que la política dejó de ser forma y no tiene fondo, la política está deformada.

 

En 1969 David Nolan creó el diagrama político que lleva su apellido y que busca ubicar la ideología política de los individuos a través de un cuestionario, no es poco probable que una inmensa cantidad de candidatos no lo hayan hecho y lo que es peor, que los resultados de sus posicionamientos no reflejen los ideales de los institutos políticos a los que pertenecen y por los que son postulados.

 

La historia reciente de nuestro país demuestra que la falta de cultura es un cáncer que nos tiene donde estamos, la metástasis ocasionada por la frivolidad y la carencia de ideales y vocación ha socavado toda estructura, llámese estatal o social, a todo le ponemos un nombre que no merece, nuestros debates no son debates, nuestros mensajes no comunican nada y nuestros políticos no son políticos.

 

Al margen de esta triste realidad se encuentra el manejo de las redes sociales de los candidatos que parecieran estar más en una borrachera que en lo que debería ser una fiesta cívica en donde se eligen a nuestros gobernantes y representantes, pero así es México, pareciera que todos sufrimos de amnesia anterógrada, que consiste en la incapacidad de almacenar nuevos acontecimientos en la memoria a largo plazo, olvidamos todo y cada vez más rápido.

 

Candidatos a diputados que salen bailando, caminando por la plaza como mirreyes o con botas tribales en el campo, sujetos mesiánicos que se venden a sí mismos enarbolando el triste eco del machismo anquilosado en el imaginario nacional con frases como: “No me voy a rajar”, “yo no le saco”, sin olvidar el extraordinario “no les vuelvo a fallar” para ejercer una labor que debiera ser noble por la teórica entrega y oficio que se exigen para la labor política, para ser un buen político no se necesita ser entrón, valiente o bragado, simplemente se requieren sentido común, humildad y honestidad.

 

Hoy más que nunca tenemos la oportunidad y la responsabilidad de participar en el proceso electoral, cuestionando, escuchando y analizando, pero ahora a diferencia de antes ya podemos establecer un diálogo inmediato con los candidatos a través de sus redes sociales digitales (de quienes cuentan con ellas y las utilizan) hablemos, pidamos, preguntemos y exijamos, es por nuestro bien y por el de nuestros hijos.

 

@_TORRESBERNAL