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Medios de comunicación y la falsa neutralidad informativa

Se trata de intereses económicos y comerciales vinculados con la política.

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Escrito en OPINIÓN el

La semana pasada la Sala Superior del Tribunal Electoral discutió un asunto interesante, relacionado con la neutralidad informativa de un noticiario de televisión Azteca, y el modelo de comunicación política en México.

 

Bajo las actuales reglas en materia electoral, únicamente a través de los spots que reparte el INE a los partidos políticos se pueden transmitir mensajes de tipo político-electoral, y por lo tanto, cualquier otra forma de propaganda en radio y televisión diferente al spot está prohibida.

 

El tema central del asunto giraba en torno a si la frase final del reportaje de la televisora: “Con estas ideas, el PRI y Partido Verde aspiran a que la Ciudad de México se convierta en un modelo de movilidad como sucede en otras urbes” excedía o no los límites de la libertad de prensa.

 

Previamente, la Sala Especializada del Tribunal Electoral había conocido el asunto y estimó que las frases del reportero no estaban amparadas bajo la libertad de expresión, y que su verdadera intención era influir en las preferencias electorales durante el pasado proceso electoral.

 

No obstante, al revisar la sentencia de la Sala Especializada, la Sala Superior estimó que las afirmaciones del reportero sí estaban amparadas bajo la libertad de expresión, y que no existe norma alguna que establezca parámetros a la cobertura noticiosa a los partidos políticos.

 

En la discusión del asunto, los magistrados se preguntaban hasta dónde puede haber neutralidad en las noticias,  se mencionó como ejemplo la televisión estadounidense y se planteó la dificultad de tener una verdadera neutralidad informativa. Al final, el mensaje entrelíneas de la discusión en el Pleno, dejó en claro que el modelo de comunicación política en materia electoral es inadecuado para un “debate vigoroso” por la democracia.

 

En otras palabras, que los concesionarios de radio y televisión pueden tener sus preferencias políticas, y a juicio de los magistrados del Tribunal Electoral es válido hacerlas sentir en sus contenidos, así sean de entretenimiento o noticias.

 

Sin embargo, el problema no es la mera libertad de expresión, sino que se trata de medios de comunicación que tienen una influencia y penetración importante en la población, y de comunicadores a su servicio que fungen como líderes de opinión. Se trata de intereses económicos y comerciales vinculados con la política, y que tienen impacto en la toma de decisiones diarias sobre asuntos de carácter público y privado.

 

Sin duda alguna el modelo de comunicación político-electoral tendrá adecuaciones en un futuro, pero resulta fundamental que no se pierda de vista el gran poder que tienen los medios y su influencia en la arena política. Como bien decía Jacobo Zabludovsky, la televisión es importante para la política, quizá no pueda hacer presidentes, pero sin el apoyo de la televisión, difícilmente alguien puede llegar a ser Presidente.

 

@pacozorrilla