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OPINIÓN
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Ayer poco antes de la una de la tarde el presidente de la República salió a hacer un anuncio ambiguo con una serie de acciones que ya estaban instrumentadas y que su gobierno eligió omitir desde el comienzo pero se puede reconocer un gran punto a su favor, cuando menos ya vio lo que no ve… o cuando menos parte de lo que no había visto.
Algunos comentarios al respecto:
- Antes de anunciar las “acciones ejecutivas” dentro de su mensaje dijo: “El presidente no otorga contratos, no adjudica compras ni obras, ni participa en comité de adquisiciones o servicios. Y no obstante, estoy consciente de que los señalamientos generalizados generaron la apariencia de algo que no ocurrió”. En serio creerá que eso es una respuesta a todo lo que pasó con “las casas blancas”.
- Nombrar a un secretario de la Función Pública está bien, lo malo es hacerlo a más de dos años después de cuando tuvo la obligación de hacerlo.
- Todavía peor es decir en su discurso (lo que equivale al punto nueve que empezó con la expresión “finalmente”): “He solicitado a la SFP que investigue y resuelva si hubo o no conflictos de interés o contratos otorgados a las empresas que celebraron compra-ventas con mi esposa, con funcionarios públicos y conmigo… ¿En serio? Acaba de nombrar a alguien que se ve realmente jubiloso de ser nombrado para investigarlo a él… Eso es el peor conflicto de intereses y también la peor ironía del caso.
- Declaración patrimonial obligatoria no es una novedad, eso ya está en la Ley Federal de Responsabilidades Administrativas de los Servidores Públicos, de hecho en el Artículo 37 de dicha ley está bastante claro.
- Mecanismos de coordinación con el sector privado… Eso no lo propone el presidente, lo lleva haciendo por años Transparencia Internacional y son una especie de contratos de buenas intenciones.
- Ventilar a los proveedores sancionados y por qué… Eso está bien, realmente lo nuevo es hacer más minuciosa la lista.
- Reglas de integridad que complementen los códigos de ética… Seguimos con buenas intenciones.
- El tema más rescatable que del que habló es la “declaración de intenciones” pero eso se tiene que legislar.
- También encontré interesante que anunciara su apoyo al Sistema Nacional Anticorrupción que se está trabajando en la Cámara de Diputados… La gran pregunta es a cuál: Al que propone el PAN junto con las organizaciones de la sociedad civil dedicadas al tema o al documento que el PRI presentó para lavarse la manos y lavarle las manos a sus funcionarios.
Fuera de todo lo que se dijo y de lo técnico y redundante de las propuestas comentaré dos cosas sobre la forma, no está del todo bien burlarse de ellas pero no puede ser que al presidente se le vayan:
- En su discurso dijo: “Los señalamientos generalizados generaron la apariencia…”. ¿Generalizar generó? O aprende a escribir o corre al que le hace los discursos…
- Al terminar dijo: “Ya sé que no aplauden…”. Eso generó algo entre ternura y lástima. El presidente se está convirtiendo en un comediante involuntario.
- También se escuchó la voz del presidente decir: “Tráete la bandera”. Y cuando ya la estaban moviendo se volvió a oír su voz diciendo: “¿Sí aguanta?”.
En fin, no cabe duda que el anuncio acabó siendo algo entre lo obvio y la broma.