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Mecanismos de participación ciudadana

Estudiosos han contemplado al voto como otro mecanismo de protesta.

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Escrito en OPINIÓN el

Si una ley es injusta existe plena justificación para desobedecerla; al menos es lo que dicta la máxima de la desobediencia civil. Bajo esta premisa también podemos afirmar que la sola existencia de un gobierno injusto implica entonces la obligación de los ciudadanos a desobedecer los mandatos de dicho gobierno.

 

Estas reflexiones nacen como consecuencia de los actos vandálicos que se suscitaron en México en los primeros días de enero de 2017, con motivo del aumento en el precio de la gasolina hasta en un 20% de su valor; detonante suficiente de un descontento social añejo, del cual llevamos ya varios capítulos escritos, en los que la inconformidad social se ha hecho notar en las calles.

 

Hemos tenido distintas formas de manifestación, desde las marchas, los bloqueos carreteros, enfrentamientos entre policías e inconformes, robo de gasolina, hasta llegar a los saqueos de centros comerciales. Siguiendo la línea del incumplimiento de la ley injusta o el desacato al gobierno injusto, desconozco qué tanto se puede justificar la trasgresión de leyes civiles y penales como medio de protesta.

 

Luego entonces la pregunta giraría en torno a ¿Qué tan válidas son estas formas de protesta? Si seguimos la línea de lo jurídico, debemos admitir que se cometieron delitos del orden común y federal, generando un ambiente de inestabilidad y que incluso existieron violaciones a derechos humanos por parte de particulares, rompiendo así el contrato social en reiteradas ocasiones.

 

Hacer un análisis al respecto, sería un poco arriesgado, por lo que sólo me permitiré hablar sobre otras vías y mecanismos de protesta o participación en México, los cuales también han sido puestos en tela de juicio debido a su poca efectividad o uso para la resolución de los problemas. La aproximación más cercana a estos medios legales lo es lo que hoy en día conocemos como medios de participación ciudadana.

 

Empezando por los ya conocidos mecanismos de democracia directa, los cuales surgieron como respuesta a la necesidad de empoderar más al ciudadano en la toma de decisiones en los asuntos públicos y complementar la democracia representativa.

 

Entre ellos se encuentran el plebiscito, el cual funciona mediante un proceso en el que se llama a los ciudadanos a votar por un sí o un no, respecto de un tema de trascendencia política o social; el referéndum cuya forma es muy parecida al del plebiscito. Sin embargo, en este se pone a consulta la aprobación de leyes; la revocación de mandato permite al ciudadano que pasado un tiempo de gestión de un gobernante evalúe su conformidad con su continuidad y de no ser así, este sea removido de su cargo; y la iniciativa popular que consiste en que los ciudadanos puedan presentar iniciativas de ley ante el Congreso; estos mecanismos ya se encuentran en el derecho positivo de muchos de los estados de la República. No obstante los obstáculos de procedencia son un candado que no permiten hacer un uso pleno de estos medios.

 

Existen otros mecanismos de participación cuyas cualidades son más de acompañamiento de los procesos gubernamentales, tales como los comités de participación ciudadana, y las contralorías sociales o contralorías ciudadanas, las cuales dan seguimiento a proyectos y ejes temáticos específicos para la creación, desarrollo y evaluación de las políticas públicas.

 

Por otro lado, los estudiosos han contemplado al voto como otro mecanismo de protesta, ya que al existir una variedad de opciones políticas, se puede alternar entre un partido político u otro, aplicando así el llamado voto de castigo o en el peor de los casos la nulidad del voto como descrédito al sistema electoral.

 

Pareciera que vivimos una ficción, en un país que el gobierno no es del todo de nuestro agrado, participando o no en elecciones caras, para designar gobiernos que no reconoceremos, o a legisladores que crearan leyes que no respetaremos. Habría que hacer una retrospectiva del escenario completo, ver si estamos participando realmente de la toma de decisiones del país y en caso de participar, preguntarnos si lo estamos haciendo no sólo desde las vías correctas, sino de las más cercanas a ser efectivas. 

 

@BordePolitico

@OpinionLSR

 

El autor es: Manuel Silva Coache @msilvacoache

Licenciado en Derecho, experto en Temas de Transparencia, Rendición de cuentas y Anticorrupción.

 

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