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¿Más presupuesto a cultura?

Sin un cambio de fondo en la política cultural del país no se podrá lograr la #4T. | José Antonio Sosa Plata

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Escrito en OPINIÓN el

La historia ha demostrado —de manera recurrente— que la cultura es una de las herramientas más poderosas para lograr las grandes transformaciones. Por lo tanto, la controversia que ha generado la reducción presupuestal al sector cultural es pertinente, necesaria y oportuna. Es un llamado a tiempo.

Entérate: La dimensión de la baja presupuestal a la Cultura en el PEF 2019.

Sin embargo, el debate no se puede limitar a los montos y a las afectaciones evidentes que tendrán los recortes en los diversos sectores de la comunidad cultural. Cuando se habla de llevar a cabo una Cuarta Transformación, la discusión debe girar en torno a la relevancia que tienen la educación, la ciencia y la cultura para el desarrollo económico, la consolidación de la legalidad, la seguridad pública, la igualdad, la equidad y el respeto a los derechos humanos y el cuidado del medio ambiente, entre otros rubros prioritarios.

En otras palabras, necesitamos ampliar la discusión desde una visión más integral e integradora.

Lee más: Famosos en contra del Presupuesto 2019 de AMLO.

Hasta ahora, es evidente que el nuevo gobierno de México no la visto de esta manera. Las críticas que se le han hecho en el sentido de que está reproduciendo los mismos problemas que han tenido los gobiernos anteriores es cierta, en buena medida. Y si bien se puede coincidir en que el presupuesto 2019 contempla un “gasto responsable” y un "aumento en las actividades sustantivas”, también se debe señalar que no se le está dando la centralidad que requiere cuando se plantea un cambio de fondo como el que ha propuesto el Presidente para nuestro sistema económico, político y social.

Entérate: Presupuesto de cultura 2019: gasto responsable y aumento en actividades sustantivas.

Por supuesto que es prematuro hacer un análisis, a estas alturas, de lo que lo que en realidad podrá lograr la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador. En el mismo sentido, no hay duda que el #PaqueteEconómico2019 está orientado a cumplir las prioridades que estableció en campaña, como la austeridad, finanzas sanas y una política social que apoye a los más desfavorecidos. Sin embargo, tampoco se puede negar que existe en el presupuesto un trasfondo político para consolidar la estructura social y electoral de #Morena.

En este contexto, las críticas tienen sentido y deben atenderse.

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De la misma manera que se corrigió el presupuesto asignado a las universidades, también se puede rectificar en lo que corresponde a la cultura. No obstante, el reto aquí va mucho más allá de la revisión los montos y objetivos propuestos por la Secretaría de Cultura. Lo conveniente sería replantear la misión (garantizar el derecho humano a la cultura) y los ejes de trabajo que se han propuesto (redistribución de la riqueza cultural, cultura comunitaria y de paz y el fortalecimiento de la economía cultural) porque parecen insuficientes y confusos frente a la “revolución” que en verdad se necesita.

En efecto, el camino más conveniente está en el fortalecimiento de la cultura.

Sí, pero comprendida en su sentido más amplio. Esto es, como el núcleo del desarrollo de una nación, en donde las libertades y el enriquecimiento de la vida humana permitan una mejor convivencia, en el marco de un estado de derecho justo y democrático. En consecuencia, detrás del gran proyecto que hace falta debe estar una #Estrategia de comunicación sin precedente, que involucre a todos los medios del nuevo ecosistema y que dé voz a todos, sin perjuicio de los alcances que debe tener la #Libertad de Expresión y el #DerechoALaInformación.

Las tres transformaciones anteriores fueron acompañadas de un impactante cambio cultural.

Te recomendamos: Ve´ronique Champeil-Desplats, El derecho a la cultura como derecho fundamental, en Revista Electrónica Iberoamericana del Centro de Estudios Iberoamerica.

Por eso, el cambio que se requiere es posible. Para lograrlo, hay que rectificar desde lo básico, porque no será con incrementos a la partida de publicidad oficial como se lograrán los mejores resultados. Aún más. El nuevo gobierno tendrá que evitar caer en los errores que se han cometido en el pasado. El más aleccionador es el que se intentó hace poco más de medio siglo en China, que derivó en una “catástrofe que aún hoy traumatiza a sus ciudadanos”.

Te recomendamos: Macarena Vidal Liy, Revolución Cultural: la gran herida sin cerrar de China.

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