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Marina y CNDH; pan y palo

La CNDH indicó que en 2013 de las 7 mil 523 quejas recibidas, 385 fueron en contra de la Marina.

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Escrito en OPINIÓN el

No va a ser fácil para la Marina transitar por el camino del respeto a los derechos humanos a partir de su nueva relación con la CNDH.

 

El recelo, el sospechosismo y las rémoras de una dinámica diseñada para aniquilar (o abatir, dirían los clásicos) el enemigo y no para leerle sus derechos y entregarlo a la autoridad civil no son, no han sido nunca lo suyo, de forma natural.

 

Para la CNDH el camino es igual o muy parecido; transitará, a partir del acuerdo de colaboración firmado la semana pasada, por una vía empedrada en la que la transparencia, la rendición de cuentas y el cumplimiento de la ley en todos los niveles no son precisamente las características fundamentales de las fuerzas armadas mexicanas.

 

En la Marina la apertura era urgente y necesaria de cara al final del sexenio, de cara al momento de rendir cuentas dentro y fuera del país por las misiones cumplidas, de cara al balance histórico de una fuerza armada en proceso de cambio profundo y de crecimiento como nunca lo ha vivido una institución abandonada por el Estado durante décadas.

 

El almirante Soberón no quiere verse en la necesidad de acusar sin precisar, de señalar sin nombrar –como lo ha hecho el general Salvador Cienfuegos– a quienes no han sabido, en el gobierno de Enrique Peña Nieto, defender  difundir lo hecho por el ejército (para bien y para mal).

 

En la CNDH, el ombudsman Luis Raúl González Pérez no quiere verse en la necesidad de presionar a la Marina, de recordarle los compromisos adquiridos y de marcarle los límites de sus atribuciones, como ha venido ocurriendo no solo en este sexenio.

 

Los desencuentros no han sido pocos. El inicio de esta nueva etapa de colaboración entre la Marina y la CNDH tiene ese tufo. Horas después firmar el acuerdo, la comisión hizo pública la Recomendación 20/2016 dirigida a la Secretaría de Marina, por actos de allanamiento, detención ilegal y tortura cometidos en agosto de 2013 en una ciudad del estado de Veracruz.

 

¿Error de cálculo de quienes organizaron la firma del acuerdo? ¿Escenario previsto o incluso armado para que la opinión pública atestiguara la disposición de ambas partes en esta nueva etapa de colaboración? ¿Pan y palo de la CNDH?

 

En este contexto quebradizo en diario estadunidense The New York Times (NYT) publicó un reportaje sobre el nivel de letalidad de las fuerzas armadas mexicanas en la lucha contra el narco. Basado en documentos académicos, entrevistas y datos oficiales de nuestro país, el NYT sostiene que la Marina es la instancia que más presuntos delincuentes mata en comparación, incluso, con el ejército mexicano.

 

La Cruz Roja Internacional (CRI) maneja parámetros sobre este tema, señalando que en el mundo los combates dejan un promedio de cuatro heridos por cada muerto. El dato, trasladado a la realidad de México, resulta abrumador: la Marina mata a un promedio de 30 personas por cada herido que ocasiona. El ejército mata a ocho delincuentes por cada herido que causa.

 

Así inician marinos y ombudsman una nueva etapa, en la que los navales van con el recelo de que la CNDH no sea capaz de quitarle el sesgo político a sus consideraciones y pronunciamientos lesionando más la imagen y la posición de la Semar.

 

En tanto, la comisión avanzará bajo sombra de estar colaborando abiertamente mientras la milicia naval difunde la cultura de respeto y protección a los derechos humanos y al mismo tiempo opera a discreción, sometiendo y abatiendo civiles, cateando casas sin orden judicial, interrogando y deteniendo ilegalmente a sospechosos, torturando y amenazando para obtener información.

 

Al área de comunicación social de la CNDH se le solicitaron más datos estadísticos sobre este tema pero no proporcionó ninguno, pese al compromiso de hacerlo.

 

Los informes de labores de la CNDH indican, para el año 2013, que de las 7 mil 523 quejas recibidas, 385 fueron en contra de la Marina y 811 contra el ejército. Entre las dos instituciones sumaron mil, 196 quejas.

 

El informe 2014 de la comisión indica que hubo 7 mil 022 quejas. De ese universo, la Marina recibió 374, mientras que el ejército recibió 642, para un total de 1,016.

 

El informe 2015 de la CNDH señala que de las 10 mil 157 quejas recibidas, 378 fueron para la Marina y 622 para la Sedena, haciendo un total de 1,000 quejas.

 

Las cifras no mienten.

 

@OpinionLSR

@JorgeMedellin95