Main logo

“Margarita, está linda la mar”

La indignación de los mexicanos y la presencia de la sociedad civil que toma las riendas de su vida ¿es un presagio de un cambio drástico en democracia?

Por
Escrito en OPINIÓN el

Margarita Ester Zavala Gómez del Campo renunció al Partido Acción Nacional. Por treinta y tres años fue militante del partido conservador mexicano y con estas siglas fue diputada en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (1994-1997) y diputada federal por representación proporcional en la LIX Legislatura (2003-2006).

Acaso lo más evidente es que fue Primera Dama durante la presidencia del país de su esposo Felipe Calderón Hinojosa (2006-2012)… Pero su “¡ya basta!” ocurrió el 6 de octubre cuando presentó su carta – renuncia al PAN del que se va, “sin rencores”, dice.

Quería ser candidata del PAN a la presidencia de la República. Así lo anunció el 14 de junio de 2015. Creyó que por ser ella; por haber militado en Acción Nacional desde 1984 y por haber ocupado puestos de relevancia política: por ser esposa de quien es y por sus capacidades como abogada y como política, esto sería fácil.

Pero no. El PAN de hoy ya no es aquel partido de su propia unidad y casi mesianismo católico; aquel del comportamiento intachable y sin asomo de maledicencias o traiciones. Hoy el PAN se ahoga en sí mismo y es el partido en el que como fiel reflejo de la enfermedad del sistema político mexicano, ha generado una lucha interna ambiciosa y perversa.

Ricardo Anaya, su actual presidente, fue detonante para mostrar esta faceta desconocida del PAN. Él mismo, ambicioso y dispuesto a todo por conseguir el poder político ya de su partido o como candidato a la presidencia, arremete contra todo lo que se ponga enfrente y confronta, combate y amenaza: todo ahí, él mismo.

Y sin embargo esa nueva personalidad tiene también un origen: el poder; aquel poder que en 2000 ganó las primeras elecciones presidenciales con el locuaz Vicente Fox Quezada y luego en 2006 con el presidente cruel, Felipe Calderón Hinojosa, quien perdió la presidencia del país para devolverla al Partido Revolucionario Institucional (PRI).

Luego de esto, el PAN ya no sería el mismo. Su transformación está expuesta y será muy difícil su recuperación. En todo caso aún falta por escribirse a detalle qué fue lo que ocurrió en México durante los gobiernos panistas de Fox y Calderón, pero lo que es cierto es que entregaron al país a quien lo llevaría a una crisis asimismo profunda: Enrique Peña Nieto.

¿Quién lo hubiera pensado? Que un día el conservador y bien portado Acción Nacional tendría una crisis de militancias, de identidades y personalidades. Hoy en 2017 y con vistas a las elecciones del 1 de julio de 2018 la hoguera de sus vanidades y perversiones se expone a la vista de todos.

Nada de esto se imaginaron sus padres fundadores en 1939. Manuel Gómez Morín, Efraín González Luna, Aquiles Elorduy, Luis Calderón Vega, Francisco Fernández Cueto, Alejandro Ruiz Villaloz, Rafael Preciado Hernández, Juan Gutiérrez Lascuráin y Manuel R. Samperio, entre otros, dijeron que su partido era el del “Humanismo político”, creado para luchar en contra de los caudillismos de la Revolución Mexicana y porque decían que el gobierno de Lázaro Cárdenas (1934-1940) cayó en excesos y en la confrontación social.

Incipiente, el PAN ganó su primera diputación como partido opositor en 1946 y su primer municipio, Quiroga, Michoacán, en 1947. Pero seguía siendo un partido menor.

En 1952 llevó como su candidato a la presidencia a Efraín González Luna. En adelante la votación que obtenía era apenas simbólica como ocurrió en 1970 cuando obtuvo apenas el 13% de la votación y en 1976 de plano no llevó a candidato alguno.

En 1988 Manuel de Jesús Clouthier le aportó a la campaña presidencial del PAN un impulso renovado de acción política. Él decía que buscaba "hacerle un boquete al sistema" por el cual "pasara" la democracia: "Tanta sociedad como sea posible y tanto gobierno como sea necesario"

En 1989 ganó la elección a la gubernatura de Baja California con Ernesto Ruffo Appel como primer gobernador de un partido de oposición en 60 años.

Y lo dicho: en 2000 en una “Alianza por el Cambio” (junto con el camaleónico Partido Verde) y después de más de seis décadas de participación política opositora, Vicente Fox Quesada fue elegido a la Presidencia de la República Mexicana, el primero del PAN. Terminaba así la hegemonía del PRI por más de setenta años… En 2006 Felipe Calderón…

Margarita Zavala dice que irá como candidata independiente, en esa feria de independencias que parecen muy ligadas a partidos existentes. No importa. Sí importa que la señora Zavala, aconsejada por el ex presidente Calderón, piense que puede ser la primera presidenta de México.

Pero llega en momentos en los que la población nacional está harta de partidos políticos, de políticos, de instituciones viejas y derivadas de partidos políticos; de una presidencia fallida y del recuerdo de dos presidencias que condujeron a la pérdida de fortaleza política en México.

Lo de Margarita se inscribe en la lucha por el poder en México. El poder por el poder. El poder ajeno a la voluntad nacional.

Así se han construido gobierno aquí… ¿Hasta cuándo?... Ya se verá. La indignación de los mexicanos y la presencia de la sociedad civil que toma las riendas de su vida ¿es un presagio de un cambio drástico en democracia? Falta un líder ahí... Veremos… “Margarita, está linda la mar”.  

@joelhsantiago | @OpinionLSR | @lasillarota