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Los violadores a la cárcel, no al gobierno

¿Cuántas mujeres deben ser violadas para reconsiderar la candidatura al presunto violador? | Ivonne Ortega

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Escrito en OPINIÓN el

A pesar de las reiteradas protestas de organizaciones sociales y de grupos de mujeres incluso de su propio partido, la dirigencia de Morena insiste en sostener la candidatura al gobierno de Guerrero de Félix Salgado Macedonio, contra quien pesan al menos tres denuncias por violación.

No creo que haya alguna mujer u hombre con conciencia cívica y social que justifique la postulación de una persona que ha demostrado un comportamiento de desprecio total por los derechos de las presuntas víctimas y que esgrime argumentos tales como que una de las denuncias “ya prescribió”.

Jurídicamente, al hoy candidato de Morena la asiste la presunción de inocencia, pero tres denuncias de tres mujeres en tres momentos distintos evidencian un patrón de conducta muy lejano de la aceptable en un servidor público o en quien aspira a serlo. Y Salgado es senador con licencia.

El partido que lo está avalando debe decidir entre un comportamiento protector de los derechos humanos, o un insensible pragmatismo electoral.

Hasta ahora, parece que están optando por lo segundo, lo que constituye un escupitajo en la cara de todas las mexicanas.

Se ha dicho y no pararemos de decir que es urgente frenar las inercias machistas y misóginas para acabar con la violencia hacia las mexicanas, para terminar con los feminicidios. 

Postular a un presunto violador, es la muestra de que hay organizaciones políticas que desprecian esta demanda social.

Más de 10 mujeres asesinadas cada día en nuestro país, y algunos parecen no entender la gravedad de la situación. 

¿A las cuántas denuncias por violación se empieza a formar un patrón de conducta? ¿Cuántas mujeres deben ser violadas para reconsiderar la candidatura al presunto violador?

De nuevo, desde la perspectiva jurídica, existe el argumento de que no se debe condenar a priori a quien hoy se postula, pero a quienes sostienen esta defensa del acusado, les pediría que tampoco desestimen a priori las denuncias, y que siquiera sean empáticos con las presuntas víctimas.

La batalla social para erradicar todo tipo de violencia contra la mujer tiene muchas etapas, porque a cada conducta violenta debe haber un señalamiento inmediato para corregir en lo posible, castigar y en su caso reparar el daño. 

Conductas como la violencia física, la violación sexual, son inaceptables no solo en las contiendas electorales: son inaceptables en nuestras sociedades.

De manera que partidos políticos y otras organizaciones civiles deben hacer frente a la violencia de género estableciendo condiciones estrictas a quienes aspiran a candidaturas, no sólo por disposición legal sino por ética y conciencia cívica.

A las tres mujeres denunciantes, desde este espacio les digo: yo les creo.

En cada una de las denuncias la autoridad debe responder con una actuación pronta y clara. Y hacer justicia.

Porque los violadores deben ir a la cárcel, no al gobierno.