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Los viejos no importan…

Deplorable observar cómo fueron empujados y lastimados pensionados en Veracruz; ahora tratados como si fueran basura, de manera denigrante.

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Escrito en OPINIÓN el

Lo ocurrido hace unos días en la ciudad de Xalapa, Veracruz es repugnante. Policías agrediendo a personas mayores, burlándose de ellas, tirándolas en el piso, lesionándolas por atreverse a reclamar el pago de sus pensiones jubilatorias y aguinaldo no cubiertos.

 

No se les permitió siguieran protestando frente a las oficinas del vergonzante gobernador Javier Duarte de Ochoa. ¡Ya basta! ¡Quiten a esos viejos que estorban! se escuchaba decir a lisonjeros funcionarios del secretario de Gobierno de ese estado, Flavino Ríos Alvarado.

 

Los jubilados el pasado 23 de diciembre llevaban cuatro horas protestando en la calle de Enríquez, una las principales arterias de la ciudad de Xalapa; lo hacían por tercer día consecutivo ante la molestia de pequeños funcionarios que levantaban los hombros ante los reclamos de los pensionados. Con la fuerza de la exigencia los empleados del gobernador balbuceaban respuestas vagas: ¡No hay dinero! ¡El presupuesto se nos acabó!

 

En sus protestas los jubilados recibieron la solidaridad de estudiantes, de maestros del magisterio, de otros grupos de trabajadores y de la sociedad civil en general, y eso molestó más al gobierno del señor Duarte.

 

Frente a las oficinas del gobernador se escuchaban consignas de los jubilados: ¡Duarte ladrón, dame mi pensión! ¡Auxilio, socorro se roban nuestro ahorro!

 

Los empleados del gobernador se notaban cada vez más molestos por los reclamos de la protesta, pero no por su notable negligencia en el retraso del pago.

 

Eran las 11 de la mañana del día anterior a la Navidad cuando se recibió la orden terminante de desalojar a esos viejos que protestaban. ¡Ya está su pago y el del aguinaldo que exigen! ¡Su retroactivo lo pagaremos hasta febrero! ¡Ya no hay más!

 

En la calle de Enríquez los policías resguardados con cascos, equipo antimotines, escudos y toletes eléctricos, armados como si se enfrentaran a un grupo de maleantes, se encaminaron contra los jubilados, muchos con dificultades para caminar, quienes seguían protestando a pesar de que se les había dicho que para la autoridad la negociación estaba concluida.

 

¡No me empujes! ¡Me estás lastimando! ¡Soy pensionado! ¡Son unos cobardes!

 

Gritaban hombres y mujeres jubilados sorprendidos por la agresión de policías cobardes quienes recibían órdenes de otros sujetos de cuello blanco, mucho más cobardes, por esconderse detrás de un escritorio y no dar la cara.

 

Fue deplorable observar cómo fueron empujados y lastimadas esas personas mayores que en su momento fueron maestros y servidores públicos de enorme valía para la sociedad y ahora tratados como si fueran basura, de manera denigrante.

 

Algunos jubilados no importando que usaran muletas y bastones fueron empujados fuertemente para retirarlos de la protesta.  También la pagaron algunos de sus acompañantes y hasta reporteros que cubrían la agresión.  Golpes y choques eléctricos y hasta patadas en el piso para algunos.

 

Las pensiones que reciben ahora los mayores son miserables.  En promedio alcanza los 900 pesos mensuales y ni así el gobierno de Duarte prevé lo necesario para evitar los atrasos y mantenerse al corriente en sus pagos.

 

Son 28 mil jubilados afectados por la demora de los pagos de los meses de noviembre y diciembre así como el aguinaldo de este año, la diferencia del incremento adeudado desde el mes de enero de 2015, el pago de la vigencia del seguro de vida y el fondo de ahorro no cubierto.

 

El gobernador Duarte dice que él no es responsable de la agresión a los pensionados, que investigará el hecho (¡sic!) para en su caso castigar a los responsables (¡recontra sic!).  El Congreso del Estado ha guardado mutis, porque los diputados afines son sus cómplices. La Comisión Nacional de Derechos Humanos ha prometido investigar los hechos pero solo puede emitir recomendaciones y estás generalmente son muy tardadas.

 

Ellos, los agresores, no se investigarán a sí mismos. No se condenarán porque se consideran un gobierno perfecto (¡!).  Pero en realidad es un gobierno de impunidad y del cinismo. 

 

Un gobierno que no respeta a los viejos, es un gobierno que no merece gobernar.  El que encabeza Javier Duarte es la peor vergüenza.

 

Correo: mfuentesmz@yahoo.com.mx      Twitter: @Manuel_FuentesM