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Los simuladores

La fake news del presunto ‘simulador de tren’ quedó en el lodazal de la historia de las redes y el periodismo contemporáneo. | Ulises Castellanos

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Escrito en OPINIÓN el

Esta semana fuimos testigos de un brote de mala fe colectivo, derivado de prejuicios. Quizá algunos por despistados y otros con total malicia, como el expresidente Calderón. A partir de un video en las redes del presidente López Obrador, donde se le ve acompañado de su esposa y la jefa de Gobierno Claudia Sheinbaum, entre otros miembros del gabinete, a bordo de un prototipo de tren en las inmediaciones del nuevo aeropuerto de Santa Lucía, se desataron los demonios.

Resulta que a partir de ese video, donde claramente se ve al presidente explicando lo que vamos viendo, y derivado de un “charolazo” de luz blanca que quemó el fondo, alguien tuvo la brillante idea de decir que López Obrador y su equipo estaban en un simulador. Y lo sorprendente, es que se emanaron en esa tontería comunicadores y columnistas anti 4T que se sintieron geniales, agregando más teorías absurdas de conspiración que cuando el hombre llegó a la luna.

Por increíble que parezca, este reducido grupo de peritos visuales decían que el “tren” no se movía, que “se les acabó la película de fondo y por eso se puso en blanco”, qué un cable de radiocomunicación que se ve al fondo no se movía y así hasta el infinito. Puras mentiras pues.

Primero, no existe en el mundo “un simulador de tren”, los hay de aviones, eso sí, y hasta de autos y cohetes, pero nadie gastaría en un simulador para un transporte que va sobre rieles con destino y protocolos fijos. 

Además, hablar de “película” es del siglo XX, imposible proyectar atrás una película sin que se notara.

La gente confunde la capacidad de ver, con la habilidad de comprender.

Lo que sucedió fue que el contraste de luz se fue a un extremo de luces altas que ninguna cámara digital resiste, y por eso se perdió la información visual temporalmente sobre las ventanas del fondo, porque la cámara tenía que priorizar la iluminación del interior. Eso fue todo. Y respecto de la existencia -o no- del tren, es obvio que se trata de un tramo de vías que ya existía, y fueron a probar un prototipo de vagón de los que todos hemos usado en aeropuertos del resto del mundo.

Están pues, probando una posibilidad de conectar, el aeropuerto de Santa Lucía, vía Lechería con Buenavista. Ojalá se terminé pronto y eso sea posible para bien de los futuros usuarios del nuevo aeropuerto.

Mientras tanto, sólo consigno aquí el hecho de que el odio, la desesperación y el desprecio de un sector moralmente disminuido, haya sido capaz de tanta mezquindad. Por fortuna fueron descubiertos y contenidos, esa fake news del presunto “simulador de tren” quedó en el lodazal de la historia de las redes y el periodismo contemporáneo.

Hasta la próxima.