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Los riesgos de la revocación de mandato

La revocación de mandato también puede generar incentivos perversos que atenten contra nuestro sistema democrático y la estabilidad del país. | Agustín Castilla

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Escrito en OPINIÓN el

La discusión en torno a la revocación de mandato, que fue aprobada el pasado martes en el Senado y ahora tendrá que regresar a la Cámara de Diputados por las modificaciones que se le hicieron a la minuta, se centró principalmente en la posibilidad de que con su aprobación se pueda abrir la puerta a la reelección de López Obrador -por más que éste ha asegurado en diversas ocasiones, e incluso firmó ante Notario Público que en cuanto terminare su periodo de poco menos de seis años se retirará a su rancho- como de hecho sucedió en Venezuela y Bolivia. La obcecación de Jaime Bonilla para que se amplíe a 5 años su gestión como gobernador de Baja California, a pesar de que fue electo para un periodo de 2 años, tampoco ha ayudado a disipar dicha preocupación.

Si bien es cierto que se logró que el proceso para la revocación de mandato no sea coincidente con el proceso electoral tal y como se pretendía en la propuesta original, o que no la pueda solicitar el presidente ya que la naturaleza de esta figura es que la ciudadanía pueda remover a un gobernante antes de que concluya su periodo debido a su mal desempeño así como a la pérdida de confianza y por tanto debe ser solicitada precisamente por un grupo de ciudadanos (3% de la lista nominal distribuidos en 17 entidades federativas), en todo caso su entrada en vigor debió establecerse a partir del 2024 para no alimentar suspicacias.

No se puede pasar por alto la insistencia de López Obrador para su aprobación, y que en 2021 se renueva la integración de la Cámara de Diputados así como 15 gubernaturas además de un importante número de ayuntamientos y de congresos locales en gran parte de las entidades del país, por lo que no es difícil pensar que detrás del argumento de promover la democracia participativa y otorgarle mayor poder a la gente, hay una intención para tratar de influir en los resultados de la que probablemente será la elección más grande de nuestra historia.

Sin duda hay que estar atentos a los efectos que esta nueva figura puede tener en la actual coyuntura política, pero también es necesario analizar sus posibles repercusiones en el largo plazo ya que como bien lo señala José Woldenberg, las circunstancias cambian y es un error legislar pensando en un momento o persona determinada.

Siguiendo con Woldenberg, salvo algunas excepciones como la del propio López Obrador, un gran porcentaje de los gobernantes han sido electos por mayoría relativa, lo que significa que fueron más los ciudadanos que no votaron por ellos, y por tanto se pueden generar incentivos para que la oposición trate de boicotear su gestión desde el primer minuto para que llegue a la primera mitad del periodo de gobierno con un desgaste importante a partir del cual se impulse su destitución. Como es lógico, prácticamente desaparecerían los espacios para la búsqueda de coincidencias y construcción de acuerdos, provocando en cambio un ambiente propicio para el conflicto permanente y para la polarización política y social.

Por su parte, es probable que el presidente o los gobernadores se olviden de la planeación y de los proyectos que no generen resultados en lo inmediato, aún y cuando sean necesarios para atender los principales problemas que aquejen a la población, y opten por implementar políticas de contención, medidas cortoplacistas y los recursos se destinen a programas y actividades que mantengan contenta a la gente. En síntesis, aunque pudiera interpretarse como un avance importante en materia de rendición de cuentas, ya que en principio se podrá castigar a los malos gobernantes y evitar que sigan haciendo más daño, la revocación de mandato también puede generar incentivos perversos que atenten contra nuestro sistema democrático y la estabilidad del país, sin descartar que en algunos casos incluso pretendan prolongar su permanencia en el cargo para “responder al clamor popular”.