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Los resultados del mes de junio…

Para Víctor Hugo, por ser parte de mí.

Por
Escrito en OPINIÓN el

Empieza el mes de junio, mes de definiciones y habrá que ver cómo saldrá el país ante los dos grandes retos en los que está inmersa gran parte de la sociedad. Por una parte el futbol, la actividad más esperada por muchos desde hace cuatro años y, por la otra, la aprobación de las reformas secundarias tanto de telecomunicaciones como  la energética, actividades estas últimas en las que hay muchos interesados desde hace setenta y seis años, en alguno de los casos. Mes de junio, mes de discusiones, de apasionamientos, de triunfos y derrotas.

El deporte

El futbol, que cada vez está más presente en la vida cotidiana, y representa un negocio de mucho dinero que no se reduce a la pasión que la sociedad pueda tener, tal y como señala Enrique Galván Ochoa cuando dice (La Jornada, pág. 6, 29 de mayo de 2014) que el grupo financiero Goldman Sachs, elaboró un estudio “The World Cup and Economics 2014”, donde indican que la selección nacional empatará con Camerún, 1-1; que perderá con Brasil, 4-1 (el día 17) y que empatará con Croacia 1-1. El estudio agrega que con eso México tiene 36.2% de probabilidades de pasar a octavos de final; 7.7% a cuartos; 2.8% a semifinales y 0.7% a la final. ¿Usted, aficionado, les cree? ¿Y nuestro honor patrio?

El estudio llega a la conclusión de que las posibilidades de que la selección nacional pueda obtener la copa del mundo es de la maravillosa cifra de ¡0.1%! Lo que llama la atención no son los resultados sino el que un organismo dedicado al análisis económico se vuelque a abordar la economía del deporte, lo que demuestra la importancia de esa actividad en la toma de decisiones económicas y políticas coyunturales de los países; decisiones que son la segunda parte de los que nos sucederá en este mes que pronto inicia: la discusión y segura aprobación de las reformas secundarias.

Las leyes secundarias

Mucho se ha dicho sobre el hecho de que las fechas del futbol y las de las sesiones de trabajo para discutir esas leyes se den en los mismos días. La discusión no debe ser sobre si una de las cosas cubre a la otra o si se quiere evitar la protesta social aprovechando el gran distractor del torneo mundial. (Gracias debemos darle al senador que dijo que, en todo caso, el día 17 suspenderán  las discusiones mientras esté el partido contra Brasil).

El problema no es si una cosa oculta a la otra, el tema es que las reformas ya están aprobadas y que, lamentablemente no hay mucho que hacer si los partidos (los políticos), unos  de forma cínica y otros con cierto prurito, ya aprobaron todo al sumarse al Pacto por México; pacto, por cierto que ya está en el cajón de los olvidos. La protesta social no se dará ahí, en ese momento.

La protesta social

La protesta social, esa que puede discutir, exigir no es vista, no es oída y sí es reprimida, suspendida, anulada en los medios. La protesta social puede tomar otros caminos, que no sé si queremos ver. En su caso, las fechas lo único que muestran es el desprecio  y la provocación de la sociedad política hacia la ciudadanía: no son unos partidos de futbol, son los asuntos sociales y cómo se atienden.

La protesta social, lamentablemente, es rehuida por  muchos de los aficionados al futbol, y muchos otros ciudadanos pues no les dice nada: somos el resultado de una sociedad despolitizada.

¿Y la educación?

Por eso, ahora que la Academia Mexicana de la Lengua presentó su informe sobre el análisis que hizo a los libros de texto de educación primaria, los resultados son muy tristes pues no sólo hay erratas, hay errores conceptuales y lo que es más grave: son libros hechos sobre la base de programas mal planteados, cuyo objetivo es sobre todo la evaluación y que no se centran en el aprendizaje real sino en la cifra de aciertos, en una política de competencia, antes que de conocimiento, aprendizaje y reflexión.

Independientemente de preguntarnos por qué es la Academia la que hace la evaluación, lo importante es que de aquí se derivan muchas preguntas, entre otras: ¿los libros son responsabilidad de quién? ¿De los maestros? ¿De las autoridades educativas? ¿Del sindicato?

Los libros de texto responden a un plan y a un programa ¿responsabilidad de quién? ¿De un señor que controla el proceso editorial o de un sistema que desprecia, por decir lo menos, a la sociedad, a los estudiantes y que tiene una visión tan estrecha que sólo piensa en su pequeño reinado de seis años, cuando mucho?

¿Dónde está el subsecretario de educación básica, el yerno de Elba Esther, quien impulsó todos esos libros? ¿Dónde los especialistas y las evaluaciones que en su momento nos dijeron le habían hecho a esos programas, incluso en el extranjero? ¿A quién otro hacemos responsable de la calidad de la educación si sabemos que la educación básica es responsabilidad del Estado?

De pilón…

El bullying, acoso diría yo, ha llegado a las primeras páginas tanto de los periódicos como de los medios  electrónicos, si se me permite usar esa figura periodística. La polémica va al parejo de las evidencias de muchas agresiones en todo el país. Si la SEP no es responsable, más o menos así dice la dependencia, y si es claro que los padres derivan en el Estado la formación social de sus hijos, en cuanto obligación constitucional (lo que no exime a los padres de educar en el respeto), ¿de quién es, entonces?

Negar que la escuela puede ser un lugar de construcción de la sociedad y que, por  tanto, debe de dar los elementos para la convivencia, es negar la razón de ser de la educación, pública o privada. El resultado del mes de junio es, lo lamento: las corporaciones, el Estado, los partidos políticos: UNO; la sociedad, la democracia, la razón: CERO. ¿Perdimos? Al tiempo…

 

Twitter: @anayacar

Facebook: carlos.anayarosique

 

 

(Obviedades es un ejercicio de reflexión que comparto con mucho gusto no para que estén de acuerdo sino para hacer conciencia de las contradicciones de un régimen… que puede ser cualquier régimen, no importa el partido, por supuesto)