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Los programas sociales 'no' votan

Si los programas sociales votaran, el PRI de EPN con Prospera jamás se hubiera ido a tercer lugar. | Lourdes Mendoza*

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Escrito en OPINIÓN el

Si los programas sociales votaran, el PRI de EPN con Prospera jamás se hubiera ido a tercer lugar. Bueno, el PRI tras 70 años tampoco hubiera dejado la presidencia, pues lo suyo era sin duda el acarreo, ah no perdón, el movimiento territorial.

De hecho, déjenme recordarles que Prospera fue un programa reconocido a nivel internacional, que tuvo su nacimiento en el Programa de Solidaridad del gobierno de Carlos Salinas; Progresa, con Ernesto Zedillo, y Oportunidades con Vicente Fox y Felipe Calderón.

Dando más ejemplos, por las “alianzas espurias” entre PAN-PRD, en el 2010, es que el PRI sale de Sinaloa, Oaxaca y Puebla. O cómo olvidar cuando los priistas aseguraban que NO había manera de que el Jaime El Bronco Rodríguez se llevara Nuevo León, pues su maquinaria era invencible, o que Cabeza de Vaca les arrebatara Tamaulipas. No cabe duda de que la lealtad es cuestión de fechas.

Evidentemente, los partidos en el poder utilizan o tratan de usar de manera descarada y sistemática los programas y acciones (recursos) para generar clientela electoral, pero desde el 2000 la alternancia llegó para quedarse y la gente, del pueblo bueno y sabio, entiende PERFECTAMENTE que no importa de qué color sea el candidato o gobierno que llegue, todos les darán apoyos.

El uso proselitista, clientelar y político-electoral de los programas y acciones de los distintos niveles de gobierno, ha sido limitado en los últimos años, pero su eliminación es prácticamente imposible.

Hoy en día programas tan exitosos y favorables para la población en general, como: las Estancias Infantiles, el Seguro de Vida para Jefas de Familia, los Cuartos Rosas y los Comedores Comunitarios, entre otros, que tuvieron un gran impacto en el bienestar de las familias y comunidades, hoy se encuentran desaparecidos o reducidos a una acción que sólo busca cooptar el voto por parte de la 4T.

Todo parecería indicar que a la 4T no le interesa acabar con las clientelas, sino todo lo contrario, que sean SUS clientelas electorales.

Hoy Morena sólo cuenta con 26 mil servidores de la nación para movilizar en todo el país para las elecciones del 2021, pero ¿a quién van a obedecer? ¿A Mario Delgado o a Ramírez Cuellar, quien pidió revisar la encuesta que dio por ganar a Delgado? ¿A Yeidckol o a Porfirio Muñoz Ledo, a los rudos a los técnicos?

Y si no me creen, échenle ojo a la elección de Coahuila e Hidalgo donde nada más no dio una el partido mayoritario, y pues ya ni sabían a quién echarle la culpa.

¡Ojo eh!, Prospera no sólo “regalaba dinero”, era un programa de inclusión social el cual tenía la interacción de diversas dependencias como Sedesol, SEP, Secretaría de Salud, el IMSS, etc, y su mayor logro fue crear la corresponsabilidad de las y los beneficiarios, ya que para recibir el apoyo debían cumplir con acciones familiares, enviar a sus hijos a la escuela y acudir sus citas médicas, además contaban con una figura de contraloría social, dónde las vocales que se encargaban de supervisar la corresponsabilidad, eran parte de las propias beneficiarias.

En sus cinco años de operación, Prospera tuvo un impacto directo anual en 26.8 millones de personas (14.4 mujeres y 12.4 hombres) en 2,457 municipios de las 32 entidades. Cada año se atendieron en promedio 6.7 millones de familias. Y aún así, el pueblo castigó al gobierno de EPN y lo mandó a tercer lugar.

¿Los superdelgados de AMLO podrán con el reto?

Ante la desaparición de programas sociales que, si bien eran perfectibles, tenían una historia, tradición y permanencia, así como una metodología acreditada y sustentada con reglas de operación; ahora hay que ver sus programas como jóvenes construyendo el futuro, etc., etc., etc., que están carentes de metodología y mecanismos de seguimiento.

Ni para repartirse el botín, ¡ay no perdón!, para ayudar, se ponen de acuerdo en la 4T; y es que cada quien jala por su lado.

Al inicio de esta administración se aseguraba que los superdelegados no eran virreyes en las entidades y que NO tenían intenciones electorales. Peeero ahora vemos que varios han alzado la mano para una gubernatura. Por eso que no nos escandalice que a los gobernadores les ocasionen dolores de cabeza.

Las mujeres

Ellas representan el mayor porcentaje de personas que tendrán el derecho a participar con su voto en los próximos comicios. Según datos oficiales del INE, el Padrón Electoral cuenta con 90,036,367 ciudadanos que tienen credencial para votar, de los cuales 46,646,871, son mujeres, por lo que serán un factor determinante en la decisión de composición del poder público en 2021.

Pero este gobierno no tiene empacho en mostrar una naturaleza machista por más que se quiera vender como feminista.

Basta recordar que en marzo de 2020 miles de mujeres salieron, salimos, a las calles a protestar contra la violencia machista y para exigir igualdad de oportunidades frente a los hombres. La protesta en la CDMX con motivo del Día Internacional de la Mujer fue una de las más multitudinarias que se recuerda en los últimos años en todo el país, a pesar de que Claudia Sheinbaum no nos quiso contar bien. El aumento de casos de feminicidio, la violencia sexual, el persistente acoso hacia las mujeres y la pobreza que crece, entre la población femenina, son algunos de los motivos que pueden afectar el proceso en contra del actual gobierno y sus plataformas electorales.

Ni por la solidez democrática del país, ni por el rigor metodológico de los programas sociales los gobiernos panistas y priistas tuvieron la capacidad de capitalizarlos al 100% en sus respectivas gestiones. Tal vez no tuvieron los operadores políticos o las estructuras partidistas para convencer a la población de la conveniencia de su continuidad del proyecto partidista en el gobierno.

!Ooooooooh, más de uno jugó doble y apostaba que en la 4T habría refugio y presupuesto para todos!, pero se equivocaron.

Es evidente que aún al otorgarse apoyos o acciones gubernamentales, la ciudadanía va a las urnas con la intención de obtener algo a cambio, lo cual nos ha llevado a la alternancia en los últimos cinco procesos electorales a nivel federal.

La última palabra está lejos de haberse votado… la cita es el 6 de junio del 2021.

Y aquí es donde vale la pena preguntarnos si hablamos de elecciones transaccionales o de democracia electoral.

La columna de Lourdes Mendoza Peñaloza se publicó originalmente en El Financiero, reproducida aquí con autorización de la autora.

* Lourdes Mendoza Peñaloza es una periodista mexicana especializada en finanzas, política y sociales, con más de 20 años de experiencia en medios electrónicos, impresos, radio y televisión.