De acuerdo con varias mediciones y encuestas, así como artículos, columnas, ensayos, reportajes y notas que aparecen en distintos medios de comunicación de circulación nacional y locales, una de las principales demandas de la población sigue siendo su preocupación por la inseguridad que se registra a lo largo y ancho del país.
Para poder comprender este fenómeno y el impacto que está generando en la gente, vale la pena detenernos y analizar algunos de los resultados que aparecen en la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU), correspondiente al cuarto trimestre de 2021 y publicada el pasado 19 de enero de este año, realizada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
De entrada, un dato por demás demoledor que refleja la ENSU es que en diciembre de 2021 el 65.8% de la población de 18 años y más consideró que es inseguro vivir en la ciudad donde radica; tan solo en septiembre del año pasado el dato era del 64.5%; para el caso particular de las mujeres el porcentaje alcanzo un 70.3% en tanto que para los hombres fue del 60.2%.
La ENSU proporciona, además, la información de la percepción social sobre la inseguridad pública por ciudad, en donde encontramos datos que son sumamente alarmantes. Así, por ejemplo, encontramos casos como el de la Alcaldía de Xochimilco en la Ciudad de México, en donde el 81% de la población de dicha demarcación se siente insegura; Irapuato, Guanajuato que alcanza un 89%; Acapulco, Guerrero con el 76.6%, al igual que Chilpancingo, con un 76.5%; Guadalajara, Jalisco con un 81.7%; Naucalpan, Estado de México que alcanza un 92.1%; Zacatecas, Zacatecas con un 89.4%, así como Fresnillo, Zacatecas con un altísimo 96.8%, entre varias ciudades más.
Otro dato importante que revela la ENSU es el registro que alcanza un 25.2% de los hogares que tuvieron al menos una víctima de robo y/o extorsión, lo que deja mal paradas a las autoridades responsables de la seguridad pública tanto a nivel federal como local. Y esta situación pudiera entenderse también por la estimación de un 11.3% de la población de 18 años y más que fue víctima de actos de corrupción por parte de autoridades de seguridad pública.
Un último referente que me parece importante mencionar, sobre todo cuando se han implementado diversas leyes, se han dictado normas y varias instituciones del estado mexicano han hecho múltiples acciones para prevenir, atender, sancionar y buscar erradicar la violencia de género, la ENSU refleja información sobre víctimas de acoso personal y violencia sexual, en donde estima que durante el segundo semestre de 2021, el 20% de la población femenina de 18 años y más, fue víctima de alguno de estas dos agresiones, en tanto que para el género masculino el registro estimado se ubicó en 5.5%.
Estos datos apuntan a que las diversas estrategias conformadas para abatir la inseguridad en nuestra nación no están dando resultados suficientes; la percepción manifestada por la población así lo refleja de forma contundente.
El estado mexicano y las instituciones responsables de la seguridad pública deben poner atención en lo que la gente está demandando, sobre todo en aquellas ciudades que de septiembre a diciembre de 2021 en lugar de que se observara registros a la baja, éstos se han incrementado en la percepción de la población como lo registra el promedio nacional de septiembre a diciembre de 2021 que se incrementó 1.3% para alcanzar una muy lamentable estimación del 65.8%.
El ejercicio del poder público es una gran responsabilidad y no solo por las obligaciones legales que el cargo en el servicio público conlleva, sino por velar y cumplirle a la población con sus principales necesidades que, como hemos visto hasta el momento se le han entregado muy malas cuentas.