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Los Oscares y más allá

Y esta efervescencia del cine mexicano tiene un impacto notable en elevar la imagen del país en el mundo.

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Escrito en OPINIÓN el

Para cuando salga publicado este artículo ya sabremos si Alejandro González Iñárritu, Emmanuel Lubezki y su película Birdman ganaron o no los Oscares para los cuales están nominados. No tengo una bola de cristal que me permita saber si ganarán o no, pero lo que sí me queda claro, si ganan o no, es que estamos viviendo un auge del cine mexicano en los Estados Unidos y alrededor del mundo.

 

Desde 2007 cuando Iñárritu, Alfonso Cuarón y Guillermo del Toro fueron nominados a los Oscares por tres películas distintas, el año pasado cuando Cuarón y Lubezki ganaron los premios de Mejor Director y Mejor Filmación y hoy cuando Iñárritu y Lubezki están nominados para los premios de Mejor Director, Mejor Filmación y Mejor Película, se nota que el cine mexicano ha llegado a conquistar al país vecino y al mundo. 

 

Estos cineastas han logrado hacerlo a veces con temas netamente mexicanos (Amores Perros, nominado al Oscar de Mejor Película Extranjera en 2001) y otras veces con temas completamente universales (como Babel, Birdman, Gravedad y El Laberinto del Fauno), en que llevan su visión mexicana para tratar temas que van más allá de las fronteras de su propio país.

 

Y no son los únicos mexicanos que han llegado a conquistar al cine mundial. Patricia Riggen, una cineasta joven de Guadalajara ha sacado películas de temas mexicanos (Bajo la Misma Luna) e internacionales (Lemonade Mouth de Disney, Los 33, sobre los mineros chilenos que sobrevivieron el colapso de su mina y Girl in Progress, una comedia romántica estadounidense). Gael García también ha ganado renombre internacional, no sólo por sus películas de temas mexicanos (Y Tu Mamá También, El Crimen de Padre Amaro y otros) sino por su actuación en cine internacional (Rosewater en los Estados Unidos, La Mala Educación del gran español Pedro Almodóvar y No, una película chilena sobre la campaña contra Augusto Pinochet, entre otros).

 

También habría que reconocer a Salma Hayek, nominada en los Oscares al Premio de Mejor Actriz por su papel estelar en Frida y Demián Bichir, quien fue nominado al Premio de Mejor Actor por el papel de un padre indocumentado en Una Mejor Vida. Así también habría que mencionar a Guillermo Navarro, nominado por su Filmación en El Laberinto del Fauno y quien ha contribuido como camarógrafo a numerosas películas estadounidenses; y Adriana Barraza, quien recibió una nominación como Mejor Actriz de Reparto por su papel en Babel.

 

Estos logros son la obra de un grupo de directores, actores y camarógrafos especialmente talentosos, pero sospecho que no hubieran tenido el éxito en el escenario internacional, si no fuera por la inmersión cada vez mayor de México en la economía global y los cambios democráticos que, si bien quedaron cortos en cuanto a la construcción de instituciones fuertes, sí han permitido nuevas formas de expresión cultural y política.     

 

Y esta efervescencia del cine mexicano tiene un impacto notable en elevar la imagen de México en el mundo como un país de producción cultural original y, sobre todo, en los Estados Unidos en donde cada vez más la cultura mexicana se hace presente, no sólo a través del cine, sino también la música, la comida, las tradiciones y las expresiones lingüísticas.  Si bien éramos una vez vecinos distantes, como escribió Alan Riding en su libro maestro sobre la relación entre México y los Estados Unidos, cada vez más los estadounidenses conocen México mucho más que antes y adoptan elementos culturales del vecino del sur.

 

Así que estaré esperando que ganen González Iñárritu y Lubezki, pero si lo hacen o no, ello no determinará el ritmo de este acercamiento cultural que se está dando por las influencias permanentes que van desde México hacia el vecino del norte y por todo el mundo.

 

@SeleeAndrew