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Los olvidados

La información procesada como inteligencia por el CISEN debería servir para fortalecer las políticas públicas en democracia.

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Escrito en OPINIÓN el

Si bien las políticas públicas están destinadas a, entre otras cosas, mejorar las condiciones de los más desfavorecidos, hay un grupo desfavorecido que es parte del problema de seguridad en México: los reclusos.

El Programa Nacional de Seguridad Pública 2014 – 2018 publicado en el Diario Oficial de la Federación del 30 de abril de 2014, presenta un diagnóstico sobre el Sistema Penitenciario Nacional -conformado por los centros penitenciarios del ámbito federal y local-, y arroja que ha fallado en su función de evitar que algunos internos continúen delinquiendo.

Este diagnóstico afirma que, entre otros problemas, hay sobrepoblación, insuficiencia de personal de seguridad y custodia, carencia de manuales de procedimientos para el uso de la fuerza y falta de control de personal, que garantice la seguridad y evitar fugas, como el escape de Joaquín Guzmán Loera “El Chapo”.

En 2013 la sobrepoblación en Centros Penitenciarios era, casi de una cuarta parte de su población normal y a un año de entrar en vigor el nuevo Sistema de Justicia Penal y cuando en todo el país se produjeron 29.3 millones de delitos en 2015, solamente casi 55 mil de ellos causan sentencia en primera instancia en 2016. Terrible.

Esto podría deberse a que el modelo institucional que esta administración implementó para las funciones del CISEN incluye, reincorporarse a la Secretaría de Gobernación (SEGOB) por la vía de la Comisión Nacional de Seguridad (CNS), es decir, una concentración de poderes al eliminar la Secretaría de Seguridad Pública, invocada en julio del 2015, con motivo de la fuga de Joaquín “El Chapo” Guzmán.

La recopilación de información y su procesamiento, a fin de aportar análisis y diagnósticos a los tomadores de decisiones, son funciones del CISEN, pero distintas de las funciones policiales a cuya naturaleza pertenece a la de la función de seguridad pública que podría realizar la Policía Federal.

Al CISEN le asignaron la tarea de vigilar los centros penitenciarios, desplazando al ejército de estas funciones y, por tanto, el poder civil podría encontrarse vulnerado por la corrupción, y sus funciones desviadas de la obtención de información para la seguridad nacional, o bien, que el tema del Sistema Penitenciario Nacional sea parte de la Agenda Nacional de Riesgos (ANR).

La información procesada como inteligencia por el CISEN, debería servir para, entre otras, fortalecer las políticas públicas en democracia. El Índice Democrático de los Gobiernos en América Latina que presentó en agosto de 2015 el rotativo The Economist Intelligence Unit, coloca a México en el séptimo lugar de un total de veinte, en el que señala algunas vulnerabilidades en libertades políticas y civiles, propias de la democracia.

Trasciende cuando estas libertades políticas y civiles a que se refiere el informe del rotativo inglés, persisten casos que comprometen seriamente la violación de derechos humanos en México.

Luego entonces, si en la ANR se incorporan nuevos eventos, como los de la función de seguridad pública, que aumentan la carga de trabajo de las instancias de seguridad nacional, y por el contrario, no están contemplados los eventos que puedan generar crisis, políticas, económicas o sociales, es que el problema del sistema penitenciario nacional ha sido superado y no se advirtió del riesgo que representaban los reclusos y su capacidad potencial de delinquir, o bien, fue subestimada y, por tanto, solamente se le dio un valor por la conveniencia política.

Por estas razones es, que la primera Encuesta Nacional de Privación de la Libertad (ENPOL) publicada por el INEGI arroja resultados poco alentadores en coadyuvancia con la política de seguridad pública. Es decir, en tanto los recursos destinados para un área sensible, como lo es la seguridad nacional que se ejerce por medio del CISEN sean desviados para atender a la función de seguridad pública, que tiene sus propios recursos, no podrá atenderse debidamente, ni una ni otra función.

@racevesj