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Los números no mienten

Si Morena y su proyecto político quieren seguir de la mano de la gente deben enfilar mejor sus energías. | Fernando Díaz Naranjo

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Escrito en OPINIÓN el

Uno de los factores fundamentales de una democracia es la participación de la ciudanía en diversos aspectos de donde sobresale, por supuesto, la manifestación que la población expresa en las urnas en elecciones que se desarrollan continuamente en nuestro país.

Con esta participación, las y los mexicanos, por un lado, han comprendido la importancia que su voto tiene frente a las opciones que se le presentan durante las campañas electorales; por el otro, se convierten en una especie de “jueces” en el que pueden ratificar a un buen gobierno o de plano buscar alguna otra alternativa que satisfaga sus demandas, lo que se traduciría en un “castigo” a un gobierno que no cumplió las expectativas de la mayoría de la población.

Ejemplos hay muchos. Analicemos un caso pasado y veamos otro en prospectiva.

En el año 2012 se formó una candidatura común en torno a Miguel Ángel Mancera apoyada por los partidos de la Revolución Democrática (PRD), del Trabajo (PT) y Movimiento Ciudadano (MC) que alcanzó un contundente triunfo con 63.58% de los votos registrados; su más cercano competidor, la candidatura común conformada por el Partido Revolucionario Institucional (PRI) y el Partido Verde Ecologista de México (PVEM), apenas lograron 19.73% de las preferencias electorales, es decir, más de 43 puntos porcentuales de diferencia.

Respecto a los triunfos en las entonces jefaturas delegacionales en aquella elección, la alianza PRD-PT-MC alcanzó el triunfo en 14 de las 16 demarcaciones territoriales. En la elección de diputados locales por el principio de mayoría relativa lograron el triunfo en 38 de los entonces 40 distritos electorales uninominales en que se dividía, electoralmente, la Ciudad de México.

Este enorme capital político empezó a ver mermado su avance en la elección intermedia de 2015, en donde la alianza encabezada por el PRD con distintas fuerzas políticas obtuvo el triunfo en solo 6 delegaciones, y en diputados por mayoría relativa lograron el triunfo en sólo 14 de los entonces 40 distritos electorales. Morena ya como fuerza política importante alcanzaría en esta elección el triunfo en 18 distritos y en 5 delegaciones políticas.

Para 2018, la alianza encabezada por Morena, el PT y el Partido Encuentro Social (PES) lograría el triunfo para la Jefatura de Gobierno con 47.26%, seguido de la alianza encabezada por el PRD, el Partido Acción Nacional (PAN) y MC con 31.13% de las preferencias electorales.

Morena, junto con sus aliados políticos también se alzó con el triunfo en 11 de las 16 alcaldías y obtuvo el triunfo en 31 de los ahora 33 distritos electorales.

Ante estos resultados muchos cuestionamientos son imprescindibles para comprender la debacle del PRD en la Ciudad de México, entre los que destaco algunos:

·         El desencanto de la población por la gestión de Mancera al frente del Gobierno de la Ciudad de México en razón de muchos factores que van desde graves problemas de comunicación, hasta los altos índices registrados en materia de inseguridad.

·         Confrontaciones entre la administración central de la Ciudad y la otrora Asamblea Legislativa encabezada por la bancada del PRD.

·         Las pungas internas al interior del PRD-

·         El liderazgo de López Obrador con Morena.

·         La fragmentación de la izquierda en donde un importante capital político del PRD, se unió a Morena, etc.

Esto, dicho a grandes razgos, son algunos de los elementos que llevaron a la pérdida de capital político del PRD y de Mancera.

Ahora bien, el diario Reforma publicó recientemente una muy interesante encuesta sobre la evaluación de la actual Jefa de Gobierno de esta Ciudad Capital en donde los datos más importantes muestran un desgaste de dicha administración, ya que al mes de febrero tendría una aprobación de 45% por una desaprobación de 40%.

De acuerdo con el especialista Francisco Abundis, Director de Parametría, “el mejor porcentaje de aprobación de Sheinbaum lo obtuvo en enero de 2019 con 68% de personas que dijeron aprobar la forma en la que realiza su trabajo…” (Diario Milenio 26/07/2019).

Esto significaría que habría descendido alrededor de 23 puntos porcentuales en poco más de un año de su gestión al frente de la administración del Gobierno de la Ciudad de México.

Consecuentemente, la actual administración de esta gran urbe debe tomar en cuenta el sentir de la población y atender sus principales demandas que, según el mismo diario Reforma estarían enfocadas principalmente a atender la inseguridad que sigue prevaleciendo en la Ciudad. Al menos, así lo manifestó 81% de la ciudadanía.

Los números no mienten y si Morena y su proyecto político quieren seguir de la mano de la gente deben enfilar sus energías con mejor precisión si no quieren una debacle en las preferencias electorales.

La elección intermedia de 2021 seguramente será un buen termómetro del sentir real de la población.

¡Hasta la próxima!