La nota publicada por The Economist donde señala al presidente López Obrador como el falso mesías, claramente es una muestra de los ataques a la popularidad que éste tiene. Así que lo analizaremos en el contexto de lo que se vive en el día a día en el país.
Todos estamos conscientes que se aproximan las elecciones intermedias en el país, y que cada grupo político está desesperado por acaparar la mayor cantidad de votos para poder obtener posiciones a su favor. En la política actual todo se vale con tal de desprestigiar al contrincante. Les queda claro que contra quien compiten es contra la popularidad del presidente –en la mayoría de los casos–. Más que contra un candidato de MORENA, buscan por todos los medios ir contra todo aquello que le sea popular al electorado, como son las Fuerzas Armadas.
Lo digo así, ya que diferentes medios de comunicación, especialistas y luchadores de derechos humanos han estado trayendo noticias viejas sobre la actuación de algunos militares o marinos ahora en retiro, con la intención de dañar la buena imagen que tiene el electorado ante las instituciones militares y el presidente. Incluso, han revivido muertos, uno de los primeros milagros del Mesías.
Lo publicado por El País respecto a “la Impunidad de Reyes Vaca, el general mexicano de los narco corridos, la música que enaltece a los narcos”, llamó la atención de mucha gente y fue un distractor de ataque para el Ejército Mexicano en específico. La nota buscó ser un distractor, sin embargo esta información ya es antigua, se publicó en 2013. Por cierto, ese medio, curiosamente olvidó que el general Reyes Vaca fue en su momento gente cercana al presidente Felipe Calderón Hinojosa, al grado que intentaron en su momento crear las Fuerzas Federales de Apoyo, y quien era el Jefe del Estado Mayor conjunto era este general. En pocas palabras, intentaron hacer lo que el día de hoy se llama Guardia Nacional. Para que vean que la crítica solo es por el momento político, y no por la creación de la institución.
Toda la transformación ha causado mucha molestia a quienes se quedaron con la mano estirada esperando un hueso para robar y poder saciar la voracidad que traen encima. Hoy la clase política carece de credibilidad, y la honorabilidad no existe. Sin dejar de lado que quienes se asumieron como los intelectuales del país y referentes informativos, han caído de la gracia de la gente. Ya que podemos ver sus críticas a las nuevas voces de información y opinión, que están teniendo mayor éxito en los medios digitales que en los convencionales. Ahora son atacados por estos personajes de la vieja escuela, según se autodenominan, para poder llegar a ese público que durante años ignoraron y menospreciaron. Qué curioso, critican a los YouTubers, pero quieren emularlos y hacer lo mismo que ellos.
El presidente de la República ha sido tachado de mesías y vaya que ha hecho milagros, entre ellos que algunos militares retirados pertenecientes a lo que yo llamo la Cofradía del Poder –y que ellos autodenominan como el Sindicato–, salgan de forma pública a tratar de alborotar la gallera dentro del gremio militar. Esto pone de manifiesto que en estos tiempos todos los que estaban ligados a las mafias de poder están sufriendo grandes estragos al quitarles el presupuesto para enriquecerse como jeques árabes.
Es conocido por todos en el medio, que esa Cofradía del Poder se repartía los puestos en la SEDENA, y que al retirarse les daban premios de consolación en diferentes dependencias como PEMEX, IMSS, Secretarias de Seguridad Públicas estatales, y a los menos allegados algunas municipales. Pero ahora se les han acabado todos esos privilegios, ya que con la llegada del General Sandoval se acabó la Cofradía Militar, con todo y que siguen algunos escondidos y agazapados todavía en la institución, esperando el momento para reagruparse.
Otro de los milagros que ha conseguido el presidente es que por arte de magia el dólar no ha llegado a los $30.00, $35.00 o los $40.00 pesos como aseguraban los supuestos especialistas y comunicadores. Tampoco se ha endeudado el país con préstamos multimillonarios para la construcción del Aeropuerto Felipe Ángeles y el Tren Maya. Se ha hecho con un presupuesto menor a lo proyectado por los medios opositores a la 4T, y los militares han respetado en todo momento los tiempos y presupuestos. Por más que les moleste, no se ha dado un Golpe de Estado como muchos pseudo especialistas han intentado hacer creer.
Otro de los milagros es que este año se le dio al Ejército el presupuesto más grande en su historia: $112 mil millones de pesos. De esa cantidad, se designaron $38 mil millones de pesos a la construcción del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles. Es decir, con sólo $74 mil millones de pesos la Secretaría de la Defensa Nacional dio cumplimiento a todas las misiones encomendadas. Bien mirado, en realidad el presupuesto fue menor al del año pasado: $94 mil millones de pesos. Pero de eso nadie quiere hablar, mejor tratan de confundir a la ciudadanía.
Por todo lo anterior, los políticos de oposición encubiertos en el anonimato, buscan desprestigiar al Ejército y la Marina. Tergiversan las palabras del almirante Ojeda, quien puso el dedo en la llaga; en esa parte cancerígena que le duele a un sistema que imparte justicia sin equilibrio, y finge imparcialidad ante los ojos de los ciudadanos. Es la realidad. No es posible que muchos malandros salgan en videos haciendo de las suyas, mientras que la policía de investigación, los ministerios públicos y jueces solo se limiten a un trabajo raquítico que no ayuda para nada a los ciudadanos.
Por último, me queda claro que el milagro más grande de todos ha sido demostrar que un sistema corrupto y podrido jamás dará resultados. La prueba más clara ha sido ver el desempeño durante el campeonato de mi Cruz Azul, donde al erradicar la corrupción y los excesos de poder, se cosecharon resultados que fueron visibles para todo el mundo. Cuiden lo que dicen antes de criticar. Infórmense y no crean en las fake news que ahorita están tan de moda y a la orden del día. Vayan a las fuentes fidedignas de información y recuerden: pueden estar o no de acuerdo conmigo o mi forma de pensar; con mis preferencias políticas o deportivas, pero aquel que opina con datos duros y ciertos, por lo general es quien tiene la razón.