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Los migrantes y el valor de su trabajo para la economía de EU

Los migrantes irregulares, que molestan tanto al trumpismo y los republicanos, son fundamentales para la agricultura de EU. | Teresa Incháustegui

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Escrito en OPINIÓN el

Hace unos días, organizado por el Macmillan Center Council on Latin Américan & Iberian Studies de la Universidad de Yale, en concurrencia con The Latin American Interdisciplinary Gender Network , el CIEG-UNAM y la UNAM-Boston, se realizó un foro regional Online, sobre Migraciones y protección de las mujeres migrantes, en la que concurrieron expertas y estudiosas -incluyendo la que escribe- para analizar las condiciones y situaciones de los desplazamientos y la migración masiva que está ocurriendo en nuestro continente. De las reflexiones vertidas en ese evento, saco algunas líneas para compartirlas aquí.

Las migraciones irregulares son un problema estructural en el mundo de hoy, sobre todo entre los países del norte y el sur globales. Los países del norte global (Europa y EU) son sociedades demográficamente estables: tienen pocos o cero nacimientos y mucha población madura en proceso de envejecimiento, por lo que son dependientes y demandantes de mano de obra joven, disponible y barata. En tanto, las sociedades del sur global (América Latina, África y algunas regiones de Asia) son sociedades con proporción media o alta de jóvenes y que por falta de empleo suficiente y bien remunerado, inseguridad y deterioro de sus condiciones de vida (por presencia de crimen organizado, extractivismo o desastres climatológicos) se vuelven expulsoras de mano de obra, y algunas francamente dependientes de remesas. De modo que hay entre estos dos tipos de países una suerte de complementación importante de reconocer y regular para beneficio mutuo.

Sin embargo, debido a la globalización y el bajo crecimiento que han caracterizado a las economías tanto del norte como del sur, sumadas al alto costo de la vida y al abandono de los estados respecto a la garantía de servicios básicos de educación, salud y otros, ha aumentado el desempleo, la desigualdad, la pobreza y la deprivación de las poblaciones blancas, que ven a los migrantes como una amenaza, antes que como un refuerzo a la productividad de sus economías, ya que contribuyen al bienestar y a la eficiencia económica de los países receptores constituyendo una válvula para el crecimiento económico

Tomando por caso a Estados Unidos, según un reporte con datos de 2019 dado a conocer recientemente por la Universidad de California, llamado “Informe PIB Latino: El poder de una comunidad en cifras”; la contribución de la población migrante y de origen latinoamericano en Estados Unidos alcanzó 2.750 mil billones de dólares en 2020. De modo que el PIB generado por la población latina en el país vecino del norte prácticamente duplica al de la mexicana, y por su tamaño podría ser la séptima economía más grande del mundo, por arriba de Francia. De acuerdo a este informe, la producción de la población de origen latino en Estados Unidos creció en una década 57% y su contribución se localiza en agricultura, construcción, servicios personales y de cuidado así como algunos servicios profesionales.

Los migrantes irregulares, que molestan tanto al trumpismo y los republicanos, son fundamentales para la agricultura no solo en estados fronterizos a la línea mexicana (Arizona, Nuevo México, California), sino en entidades más al norte como Arkansas, Oregon y otros ya muy en la frontera con Canadá. Las investigaciones realizadas por expertos mexicanos de El Colegio de la Frontera y la Universidad Autónoma de Tamaulipas señalan que las políticas restrictivas que se han venido estableciendo desde el gobierno de Obama, han remodelado la estructura de incentivos de la migración y de las organizaciones de traficantes, así como los comportamientos de los migrantes y los efectos de la propia migración en la economía de Estados Unidos.

Pedro Simón Izcara y Karla Lorena Andrade de la Universidad Autónoma de Tamaulipas, quienes han realizado múltiples estudios y entrevistas a migrantes a lo largo de una década, señalan que el nuevo régimen de restricciones fronterizas ha inducido tanto la elevación de los costos de tráfico y traslado de migrantes por el territorio mexicano, como hecho atractiva la participación de organizaciones criminales en estos tráficos de personas, anteriormente concentradas en el tráfico de estupefacientes. 

Los autores citados han documentado cómo el muy costoso tráfico de mujeres, casi todas ellas adolescentes (entre 7 y 17 años) ligados a la trata con fines de explotación sexual y emprendido por organizaciones criminales, traslada esta “mercancía” por toda la República Mexicana y la ingresa a entidades de la Unión Americana con la complicidad de autoridades de ambos países y de todo nivel de gobierno, hacia la industria o los servicios de entretenimiento para adultos compuesta por: Men Club´s, bares, agencias de acompañantes, casinos, spas, servicios de masajes, etc., en muy conocidos destinos en Nevada, California, Texas. De modo que una mejor cooperación entre gobiernos locales, estatales y federales de los países de origen y destino de esta migración forzada, podría hacer un cambio importante en el tema de desapariciones de niñas y adolescentes ligadas con la trata.

Los estudiosos referidos señalan el papel de los empresarios agrícolas, de construcción y servicios que utilizan mano de obra migrante irregular que hacen tratos con los llamados “coyotes” o establecen complicidades con autoridades fronterizas o comarcales para abrir paso a esta mano de obra, cuanto más barata y dócil, en tanto más restricciones tiene para el ingreso a EU. Ya que las restricciones desaniman a los que quieren regresar, quienes optan por permanecer más tiempo o establecerse en el país de inmigración, dando lugar a que surja una especie de servidumbre por endeudamiento con los empleadores, o con los coyotes por las deudas del viaje, de modo que los migrantes entrevistados en los estudios identifican la presencia de condiciones de esclavización y tiendas de raya en las plantaciones donde trabajan

Hay sin embargo un efecto nocivo de esta abundante mano de obra barata y sometida que son los migrantes irregulares: el rezago tecnológico de la agricultura estadounidense. La paradoja de la migración indocumentada es que mientras es fundamental para la eficiencia económica de la Unión Americana, la clase política y sociedad estadounidense hace oídos sordos a la utilidad pública y privada de la misma, al tiempo que desdeña la demanda de derechos humanos de esta población. La ideología del supremacismo blanco considera la migración indocumentada latina una condición patológica que debe ser abolida, abogando por un endurecimiento mayor aún. Les falta reconocer el valor, beneficio y utilidad de esta migración para el bienestar y crecimiento regional, así como remontar los enfoques que la criminalizan. De aquí deriva la importancia de la pacificación y el desarrollo para la región que ha propuesto el gobierno mexicano como una vía para integrar mejor nuestros países y hacer que los beneficios del desarrollo lleguen a todos.