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Los medios damnificados

Análisis de medios

Por
Escrito en OPINIÓN el

Televisa, la empresa propiedad de Emilio Azcárraga, concentra la atención pública en el entorno de los terremotos que han afectado a diversas regiones del país. La plataforma de una crisis humanitaria no le ha permitido sin embargo, desplegar recursos materiales y profesionales que apuntalen afectada credibilidad y eficacia, quizá antes bien lo contrario. 

El episodio de “Frida Sofía” alineó en forma negativa varios lastres de la televisora: una cobertura mediocre donde se presentan como noticia rumores no verificados; predisposición en favor de convertir en telenovela lo que debían ser hechos duros; falta de respeto por el público. Y un obsesivo acto reflejo proclive siempre al oficialismo.

Lo que aun no sabemos es qué autoridad federal o local consideró buena idea otorgar acceso privilegiado a las cámaras y reporteros de Televisa al escenario del polémico Colegio Rébsamen, mientras que el resto de los medios eran mantenidos a una cuadra de distancia, ayunos de información, resentidos. La suma de todo fue el caldo de cultivo para convertir en ridículo mundial el falso rescate de una supuesta menor de edad, viva aún, en las ruinas de su escuela. 

La noche de ese miércoles tuvo como aderezo final a la señora Denise Maerker, ora enalteciendo las contenidas lágrimas de su reportera, ora denigrándola en cadena nacional, ora luciendo de lo más incómoda cuando debió compartir la mesa con Joaquín López Dóriga, su antecesor en el horario estelar y que seguramente fue acercado para darle coherencia y perspectiva a la conducción.

El balance fue lamentable: la conductora estelar, que sólo trabaja en la calle cuando es invitada especial o es llevada en vuelos exclusivos, no entiende en qué consiste el trabajo reporteril. Este solo hecho explica en alguna medida la debilidad creciente en la tarea de obtener información de calidad y que se privilegie el espectáculo sobre el periodismo serio“Frida Sofía” es sólo un síntoma de lo que ocurre en los principales espacios de nuestra televisión. 

MILENIO Televisión e Imagen TV han logrado tener una cobertura consistente de los hechos, sin dominar el “rating”, pero con un desempeño decoroso y mayores dosis de independencia. De ahí en fuera poco o nada se puede decir sobre el despliegue de recursos y la apuesta periodística emprendida en otras señales, incluidos TV Azteca y ADN-Canal 40

LOS TERREMOTOS encontraron descolocados a los medios impresos, incluidos diarios y revistas, sorprendidos dentro de un largo proceso de recortes financieros y de personal. La diversidad geográfica de la emergencia, de la reacción social y su implicación técnica está exhibiendo capacidades limitadas para ir más allá de la nota inmediata, investigar a fondo y encontrar las causas profundas de corrupción pública y privada atrás de algunas de las tragedias. El periodismo de investigación ha sido sustituido en muchos casos por la cobertura facilona, sensiblera y oficialista. A ello se agrega el hecho de que muchos medios cayeron (lo aceptamos: nos pasó también en La Silla Rota) en el episodio de “Frida Sofía”, fraude al que muchos se apresuraron a sumar ribetes ridículos, como aquel encabezado que citaba a la niña inexistente presuntamente diciendo: “Estoy debajo de una mesa muy fuerte…”. 

EL DEFORMA, el novedoso proyecto de diario digital pionero de las “fake-news” en México, fue adquirido por la citada Televisa, por la vía de su sociedad con SDP Noticias. Se trata de la segunda incursión en este campo por parte de la televisora, cuya salida al mercado buscando marcas vigentes ratifica la debilidad de sus proyectos internos. En su momento no fueron aportados detalles sobre el monto de la compra de SDP Noticias por parte de Televisa, pero fuentes serias dijeron a La Silla Rota que la cifra neta se acerca a 10 millones de dólares, más inversiones para procesos de innovación, equipamiento y nuevos proyectos, lo que ahora incluye la adquisición de El Deforma.