Los defeños no lo acabamos de entender; las decisiones del Presidente de la República y las del Jefe de Gobierno no impactan de una manera tan cotidiana y contundente nuestras vidas como la de los Jefes y Jefas Delegacionales. Lo curioso y triste, es que estas figuras de la política pasan casi desapercibidos por la crítica, por los medios y por la opinión pública, dejando tras sus hasta ahora tres “breves” años en el poder, desmanes que nosotros padeceremos por años.
Caso ejemplar de esto es el ahora infame Jefe Delegacional de Benito Juárez, Jorge Romero (PAN). Si bien Romero ha cobrado un importante nivel de reconocimiento (acompañado de desprestigio) por sus dos subalternos detenidos en Brasil así como un par de notas sobre sus viajes a playas en días laborales esto es únicamente la parte “frívola” de su actuar como Jefe Delegacional. Si uno revisa medios y boletines ciudadanos verá como a lo largo de su administración se han apilado quejas de construcciones irregulares y, si no fuera por ciudadanos participativos, hubiese “entregado” el Polyforum Siqueiros para construir una torre residencial y de oficinas.
En el caso de la delegación Miguel Hidalgo, mi delegación, el Jefe Delegacional Víctor Romo (PRD), a parte de dar permisos a nuestras luminarias de la pantalla chica para parrandearse en monumentos históricos; lleva a cabo obras de infraestructura pésimamente planeadas, como la “renovación” de Presidente Masaryk (¿en plena época de lluvias? ¿neta?). También es notoria y consensada el deterioro de la seguridad pública en la demarcación. El asalto a casa habitación ha incrementado y hoy en día es necesario tener a policías con armas largas patrullando espacios públicos como el Parque Lincoln. Entre la gestión de Demetrio Sodi y la ahora gestión de Romo, van 6 años de terror para la Miguel Hidalgo.
Por último, Adrián Rubalcava (ahora PRI / PVEM, antes PRD y antes PAN), Jefe Delegacional de Cuajimalpa, en lo que va de su administración ya ha sido denunciado ante el Instituto Electoral del Distrito Federal (IEDF) por su injerencia en la formación de comités vecinales; sumado a esto Rubalcava también enfrenta una denuncia en la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal por presuntamente limitar la libertad de expresión de María Fernanda Fosado, ex esposa de su hermano Juan Manuel. María Fernanda y Juan Manuel Rubalcava actualmente sostienen un pleito legal por la custodia de su hija, y el Jefe Delegacional Adrián Rubalcava es señalado por influir ilegalmente en el debido proceso del caso[1].
Les pregunto ¿les parece que estas faltas son más graves que la que le costó su chamba al papá de #LadyProfeco? A mí también. ¿Porque será que las toleremos más?
Los Jefes Delegacionales actúan bajo la indiferencia de los medios (que cubren más la nota “nacional”) y la falta de ciudadanos informados. Ojalá les pusiéramos tanta atención a estas personas a las cuales confiamos el gobernarnos “día a día” que en aquellos con puestos “más importantes” como nuestro Jefe de Gobierno y Presidente de la República.
[1] Para más información sobre este caso se puede consultar:
Rubalcava influye en juicio de su hermano, acusan