Main logo

Los ingresos y gastos de la Federación, ¿una discusión ociosa?

Se ha llegado a señalar que el Congreso de la Unión ya no representa un contrapeso efectivo al Poder Ejecutivo en cuestiones financieras y presupuestales.

Por
Escrito en OPINIÓN el

A un mes de concluir 2016 el panorama económico internacional se advierte muy adverso para la economía mexicana, por una combinación de factores ya por todos conocidos, como la victoria de Donald Trump en las elecciones estadounidenses; el ascenso del dólar frente al peso[1]; el inminente aumento[2] de la tasa de interés interbancaria por parte del Banco de México, en un esfuerzo por controlar la inflación; los ajustes a la baja en las expectativas de crecimiento económico en México[3]; y el inminente estallido de la burbuja inmobiliaria en China, que según los expertos arrastraría a la economía internacional.[4]

 

Mientras tanto, en México, la Ley de Ingresos de la Federación para 2017 fue recientemente publicada en el Diario Oficial de la Federación, con los 51 mil 380 millones de pesos adicionales derivados de los ajustes al tipo de cambio (que fue considerado en $18.62 pesos por dólar en lugar de $18.20) y del incremento de plumazo y por decreto de la plataforma de producción petrolera, de 1,928 millones de barriles diarios (mbd) a 1,947 mbd.[5] Falta aún la publicación del Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF), construido a partir de las estimaciones antes señaladas, sin considerar los efectos derivados del triunfo de Donald Trump, que ganó la elección dos días antes de la votación del PEF en la Cámara de Diputados.  

 

En ese sentido, se ha llegado a señalar que el Congreso de la Unión ya no representa un contrapeso efectivo al Poder Ejecutivo en cuestiones financieras y presupuestales,[6] al grado de que se ha considerado al Congreso como una oficialía de partes de la Secretaría de Hacienda, pues el incumplimiento de su mandato constitucional y la inoperancia en el ejercicio de sus facultades lo han reducido a una mera instancia de trámite.

 

Y estas afirmaciones difícilmente se pueden negar ya que, desde la perspectiva del ingreso o del gasto, lo autorizado por el Congreso y lo que efectivamente es ejercido por el gobierno demuestra que, sistemáticamente, se obtienen más ingresos de los proyectados y, por otro lado, se gasta más de lo presupuestado.

 

Estos “diferenciales” que ascienden a miles de millones de pesos no son consecuencia de omisiones, errores o equivocaciones de los funcionarios de la Secretaría de Hacienda. Son más bien una simulación de calcular a la baja los ingresos para así tener mayor discrecionalidad a la hora de gastar.

 

En el estudio “Las dos caras de tu moneda. Una mirada a la expansión del gasto público[7] elaborado por México Evalúa, ha quedado demostrado que el gobierno de Enrique Peña Nieto gastó, durante la primera mitad del sexenio, a un ritmo 50% mayor al de las administraciones anteriores, siendo que el gasto público ha aumentado 19% en ese mismo lapso de tiempo. Con tales cifras, de esa ocurrencia que fue llamada “presupuesto base cero” mejor ni hablamos.

 

Con todo y estos datos, la discusión legislativa sobre los vicios del proceso presupuestario se encuentra “estancada”, pues a pesar de que la sociedad civil ha hecho propuestas serias al Congreso sobre los cambios que se requieren hacer en el proceso de análisis y aprobación del Paquete Económico[8], las discusión de las mismas se ha quedado “congelada” por la falta de voluntad de las bancadas controladas por el presidente Peña.

 

En consecuencia, la discusión de un tema fundamental como el de los ingresos y gastos federales será olvidado y condenado a una discusión “estacional”, pues será hasta las vísperas de la llegada del Paquete Económico 2018, en agosto del año entrante, en que nuevamente volverán a aparecer noticias sobre estos temas en los medios, y habrá mesas redondas, análisis académicos, y propuestas de las organizaciones civiles que, por lo visto, no se aprovecharán ni aprobarán.

 

Ante este panorama, ¿cuáles opciones nos quedan? ¿cómo podemos contribuir a un debate que permita encontrar soluciones a los problemas indicados?

 

Estas serían algunas opciones al respecto:

 

  • Incrementar las capacidades técnicas del Congreso de la Unión en materia financiera y presupuestaria,[9] mediante la creación de un Consejo Fiscal en México,[10] toda vez que la evidencia internacional ha demostrado la importancia que estas instituciones tienen en el fortalecimiento de la sostenibilidad fiscal de los países.

 

  • Retomar las recomendaciones de la Auditoría Superior de la Federación, en los Informes sobre el Resultado de la Fiscalización Superior de las Cuentas Públicas, respecto de la necesidad de mejorar el marco normativo vigente, en específico la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria y la Ley de Coordinación Fiscal.

 

  • Instrumentar a cabalidad el proceso de armonización contable, pues a pesar de que se vislumbró como una herramienta para aumentar la transparencia presupuestaria,[11] lo cierto es que se ha ido retrasando, en perjuicio de la cultura de rendición de cuentas.

 

  • Garantizar que la información que la Secretaría de Hacienda pone a disposición del público en el portal “Transparencia Presupuestaria”, se encuentre en formato de datos abiertos,[12] pues solamente así la ciudadanía organizada podrá realizar un control transversal al respecto.

 

  • Exhortar a la Comisión de Presupuesto y Cuenta Pública a realizar un seguimiento puntual, sistemático y permanente, respecto del ejercicio del gasto público por parte del Gobierno Federal, siendo ideal que realice un análisis a profundidad respecto de los Anexos que se integran a los Informes Trimestrales entregados al Congreso de la Unión, y que dicho análisis se haga del conocimiento público.

 

  • Programar reuniones de trabajo conjuntas entre las Comisiones de Hacienda de la Cámara de Diputados y del Senado de la República, y la Subsecretaría de Ingresos de la Secretaría de Hacienda –asistida por los Titulares de las Unidades que correspondan[13]– que permitan el intercambio de ideas para avanzar en la construcción del cuerpo normativo en materia tributaria (leyes de los impuestos sobre la renta, valor agregado, especiales de producción y servicios, etc.) que regiría en el ejercicio fiscal siguiente.

 

  • Revisar la corresponsabilidad de los gobiernos locales (entidades federativas y municipios) en el sostenimiento de las finanzas públicas, ya que más del 80% de sus recursos financieros derivan del Ramo 28 Participaciones Federales y del Ramo 33 Aportaciones Federales; es necesario impulsar a los gobiernos subnacionales a la autonomía financiera, al incremento de sus ingresos propios, por lo que deben revisarse las contribuciones locales que están dejando de recaudarse.

 

Se mencionó mucho que las reformas estructurales llevadas a cabo en la LXII Legislatura llegaban tarde para un país en crisis. Se ha señalado una y otra vez que las leyes anticorrupción no pueden ser el remedio para todos los males que nos aquejan, y se ha advertido que la negociación del Paquete Económico para 2018 será más complicada por las condiciones que prevalecerán; y todo ella será cierto en la medida en que no entendamos que los problemas nacionales no se resuelven de un día a otro, ni en una sesión del Congreso, y ni siquiera de un sexenio a otro.

 

Debemos dejar de actuar a la mexicana, dejando todo para el último minuto y celebrarnos diciendo que en tan poco tiempo y con las difíciles condiciones que imperaban pues no nos salió tan mal. Los problemas nacionales requieren de análisis continuo, de reflexión constante y de esfuerzos permanentes.

 

El primer año de presidencia de Donald Trump y el cambio de poderes en 2018 deben ser razones suficientes para comenzar con el debate de nuestras finanzas públicas (locales y federales) a fin de consolidar el modelo económico que tenemos en la actualidad.

 

@JVillalobosS

 @OpinionLSR

 

 

[1] El portal de Bloomberg https://www.bloomberg.com/quote/USDMXN:CUR lo registra didácticamente, en la víspera de la elección la cotización era de $18.59 pesos por dólar, el llamado “super tuesday” el precio de la moneda norteamericana fue de $18.32, llegando a su límite más alto hasta el momento el 11 de noviembre en que se cotizó a $20.84, apenas 18 centavos arriba del tipo de cambio registrado un día antes de que se publique esta colaboración, el 29 de noviembre.

 

[2] A pesar que apenas el 17 de noviembre se incrementó la tasa de interés en 50 puntos base para llegar al nivel de 5.25%, las minutas de la reunión sostenida por la Junta de Gobernadores de la Reserva Federal norteamericana a inicios de noviembre, y las recientes declaraciones de Janet Yellen, apuntan a que antes de finalizar diciembre aumentaría la tasa de interés, muy probablemente en la última junta que sostenga dicho instituto central. 

 

[3] Apenas ayer por la mañana, la OCDE recortó de 2.6% a 2.2% las expectativas económicas de México para el cierre del año, casi un semana antes el Banco de México había hecho lo mismo, al igual que las principales instituciones privadas como CitiBanamex, J.P. Morgan, Santander, etc. No obstante, la Secretaría de Hacienda mantuvo sin cambios su expectativa afirmando, en voz de la Subsecretaria Vanessa Rubio que “no estamos siendo optimistas, sino realistas”.

 

[4] Como ya ha sido señalado por algunos, casi la mitad del crecimiento del Producto Interno Bruto global es atribuible a China; los efectos de una crisis derivada del estallido de una burbuja inmobiliaria –ante la inmovilidad de crear verdaderas reformas regulatorias– se verían en forma inmediata en los países asiáticos de la costa del Pacifico, pero también, con posterioridad, en el mundo entero, tal como sucedió en Estados Unidos de América con la crisis causada por Fannie Mae y Freddie Mac.

 

[5] No obstante que los 1,928 mbd que fueron previstos en los Criterios Generales de Política Económica era debido a que “la estimación propuesta considera la volatilidad e incertidumbre que imperan en el entorno actual”. Para revisar la disminución reciente de la plataforma de producción en nuestro país remito a lo publicado por esta columna en mayo de 2016 http://lasillarota.com/pemex-el-adios-a-la-renta-petrolera-y-el-gran-reto-para-el-futuro/Jorge-Villalobos-Seanez#.WD4l5vnhC00

 

[6] Tales fueron las conclusiones a las que llegaron los participantes de la mesa redonda “Frenos y contrapesos en el Presupuesto de Egresos de la Federación” auspiciada por El Colegio Nacional y el Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, el 19 de noviembre de 2016 http://colnal.mx/events/frenos-y-contrapesos-en-el-presupuesto-de-egresos-de-la-federacion

 

[7] http://mexicoevalua.org/wp-content/uploads/2016/11/Dos_Caras_TuMoneda.pdf

 

[8] Me refiero a las propuestas que los integrantes del Colectivo PESO han formulado previamente a la discusión de los paquetes económicos de 2016 y 2017.

 

[9] Tal como lo manifesté en esta columna en marzo del presente año http://lasillarota.com/consejo-fiscal/Jorge-Villalobos-Seanez#.WD4x_fnhC00

[10] Véase el reciente intercambio de ideas al respecto entre los Directores Generales del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP) y de Gestión Social y Cooperación que se llevó a cabo en el programa “Pesos y Contrapesos” de la Auditoría Superior de la Federación en https://www.youtube.com/watch?v=Dc8leN2GXJ8&t=1s 

 

[11]Se esperaba que el reconocimiento de los diferentes momentos contables fuera registrado por los entes públicos conforme a una misma técnica y que esa información contable pudiera ser difundida a través de Internet.

 

[12] La Comisión Intersecretarial para el Desarrollo del Gobierno Electrónico (http://www.gob.mx/cidge) define a los datos abiertos como la información pública del gobierno que es puesta a disposición de toda la población de manera accesible, en formatos técnicos y legales que permiten su uso, reutilización y redistribución para cualquier fin legal que se desee, sin que tales características se observen en la información que se contiene en el portal http://transparenciapresupuestaria.gob.mx/

 

[13]En especial de la Unidad de Legislación Tributaria, de Política de Ingresos Tributarios y de Ingresos No Tributarios.