Main logo

Los hombres que dispersó la cultura

El cine mexicano tiene expresiones cálidas de problemas sociales, sí, pero también es cierto que no se hace hoy en México.

Por
Escrito en OPINIÓN el

¿En dónde están esos hombres y mujeres aguerridos que a través de su obra artística reflejan el espíritu de los tiempos, ya para su recreación o para la ilusión de cambiarlos por un mundo y un país en tono de luz solar, que es para todos…?

 

¿En dónde están aquellos que con su pluma, su pincel, su cincel, su instrumento musical, su obra arquitectónica o cinematográfica, teatral… y más, nos muestren el espejo de nuestras vidas o de nuestras deformaciones a la manera de Dorian Gray…? Vaya que sí los hay, pero –lástima- cada vez hay menos; acaso porque son tiempos de íntimo deseo y de placeres individuales…

 

Y así, mientras son peras o son manzanas; mientras la inspiración colme al creador, de pronto le entró la preocupación al gobierno federal por la cultura.

 

…Esa cultura que tiene el sentido de arte, imaginación, empuje humano y espiritual, ilusión y expectativa, vocación y realidad; la que nos abre las puertas a  mundos distintos ya por oficio o pasión, y que nos  hace abrevar en la inteligencia y el espíritu humano a través de lo mejor de sus vidas: el arte como expresión de vida y muerte; ese que sale de la maceta y pasa por el corazón.

 

En fin. Que todo eso que los hombres hacen con apoyo o sin apoyo oficial, ahora tendrá una Secretaría de Cultura de México ‘para impulsar el acceso de los mexicanos a la cultura y para crear y expresarse a través del arte’ dijo el presidente Enrique Peña Nieto cuando avisó el 2 de septiembre que mandaría la iniciativa al Congreso para su creación-recreación…

 

Bueno, eso de que la cultura es importante para su gobierno lo dijo apenas en un minuto, de las casi dos horas que dedicó a decir que las cosas en México están que rechinan de bien, a pesar de los pesares –que también los mencionó- y para la lectura de los diez mandamientos para lo que resta de él de su gobierno. Así que en tan sólo sesenta segundos dijo que habría esa nueva Secretaría para los asuntos de la cultura; más breve que tres libros. 

 

Se dice que pasar de CONACULTA -que con tanto ceremonial y boato presentó durante su gobierno el entonces presidente Carlos Salinas de Gortari, para ‘fomentar la creación y la recreación en el arte’-,  a Secretaría de Cultura no costará nadamás que un suspiro y que se podrá operar con los mismos recursos con los que el Consejo cuenta ahora. Está bien.

 

Da la impresión de que el argumento para esta nueva Secretaría tiene más un sentido de lo administrativo, manejo de recursos, reorganización logística y burocrática que para lo creativo.

 

Y ya se escuchan expresiones de beneplácito de muchos creadores-artistas o el reproche de otros.

Para unos ya hacía falta: Víctor Flores Olea, Enrique Krauze, Vicente Rojo.  Mientras que para Elena Poniatowska esto será un espacio para más escritorios y más burocracia. Otros ven un anuncio más mediático que responsable… O que no se consultó a los creadores para tomar esta decisión. (Esto sí que estaría en chino, porque poner de acuerdo a los que nunca están de acuerdo… pues nada, que la discusión terminaría el día del juicio final…)

 

Así que: “¡Hágase!”… y se hará. Se reorganizará el apoyo, se estimulará la creación con estímulos económicos y de exhibición y producción. Habrá becas para más. Se eliminarán duplicidad de funciones –dice Rafael Tovar y de Teresa, actual titular de CONACULTA, y todo un mundo de posibilidades que, como se ve, también estaban en el Consejo para la Cultura y las Artes.

 

Y debe ser un espacio de libertad, independencia, autonomía para la creación socialmente responsable. Que los artistas nos retribuyan con arte para todos por los apoyos que se otorgan para uno de los mejores espacios del hombre en sociedad. Ya veremos cómo se apoya a los artesanos y a los grupos de arte y creación en rurales o en zonas marginadas…

 

Parece que ha pasado mucho tiempo desde los tiempos aquellos en los que los artistas o se disciplinaban o se rebelaban: Había de dos o más de ahí, de ese espacio de responsabilidad surgieron obras que aún nos enorgullecen porque eran reflejo del tiempo y son nuestra herencia.

 

Por citar algunos ejemplos: La pintura mexicana de la Revolución mexicana con Diego Rivera, Siqueiros, Orozco, Frida… O la literatura de la Revolución con  Martín Luis Guzmán o Mariano Azuela o Nellie Campobello… Eran ‘los recuerdos del porvenir’ que nos heredó Elena Garro… ¿Y qué tal la obra de Octavio Paz o la primera etapa de Carlos Fuentes?   

 

Y el cine aquel que expresaba las preocupaciones históricas, como la obra de Fernando de Fuentes, de Julio Bracho o el Indio Fernández y más… Música con la de los Revueltas o Chávez… Arquitectura, Teatro, Escultura…  mucho puesto a disposición de los hombres y las mujeres del país y del mundo. Muchos artistas, creadores y la cultura puesta a disposición de todos aquí…  

 

Y si bien los tiempos ya son otros y el instinto y el espíritu de la creación es otro, en este momento no hay un artista mexicano a la altura del arte que dibuje la tragedia del México hoy. Lo dicho. Posiblemente el tiempo da para la obra íntima y para la creación que mira ventanas afuera…

 

El cine mexicano tiene expresiones cálidas de problemas sociales, sí, pero también es cierto que el cine mexicano que llega al mundo en su mayor parte no se hace hoy en México mientras que al hecho en México se le niega la buena distribución para dar espacio al cine estadounidense…

 

Ser abajo firmantes es cómodo para muchos creadores y artistas. Está bien. Exigir cumplimientos de justicia e igualdad es bueno. Pero sería mejor y más sostenible que esa inquietud política y social se expresara en arte: en creación: en recreación. Eso es. De otra forma sí, estamos contribuyendo para la creación, pero en muchos casos no nos vemos ahí, en esa obra… ¿O sí?

 

Ojalá esta Secretaría de Cultura no sea un regalo para el silencio.

 

@joelhsantiago