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Los escenarios

El principal problema que tiene Hillary Clinton es que no parece ser una mujer espontánea y da la impresión de ser “acartonada”.

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Escrito en OPINIÓN el

Durante la semana pasada hablamos de la proyección que México necesita para empezar a cambiar un poco la perspectiva que se tiene de él fuera de sus fronteras. Decíamos que la política de no meternos con nadie no ha dado resultados y hace falta que defendamos nuestros intereses –allí sí de manera pacífica– pero decididamente en el escenario global. ¿Por qué dejamos que nos sigan vilipendiando como si no valiéramos nada? Nada de eso. Pero en esta ocasión quiero hablar de los escenarios posibles de cara a las ya muy próximas convenciones de los partidos políticos en Estados Unidos.

 

En primer lugar habrá que esperar la definición de quién será el candidato por cada uno de los partidos en cuestión. El primer caso será el del Partido Republicano, pues la contienda parece haberse centrado siempre en Donald Trump, sin embargo, el famoso GOP (así se le llama al Partido Republicano “Grand Old Party”, por sus siglas en inglés) le apuesta a llegar a su convención y llevarla a cabo de manera abierta. Esto quiere decir que ni Trump ni Cruz tendrían los votos suficientes para ser ungidos como los abanderados, y por ello la convención sería abierta.

 

Sin embargo, para México esto sería peligrosísimo, porque en mi visión personal, el Senador Ted Cruz resultaría mucho más dañino que Trump, en términos de la discriminación y el racismo en contra de nuestro país. Ted Cruz es un personaje cuya visión internacional es igual o más radical que la de Donald Trump, pero sin ser histriónico o vulgar, y por ende, más peligroso porque tiene mayor oportunidad de ser eficaz –políticamente hablando– y avanzar su tema en perjuicio de nuestro país. Sería más fácil frenar de manera institucional a Trump (mediante el sistema de pesos y contrapesos estadunidense) para evitar las barbaridades de las que ha estado hablando. Pero el enemigo verdaderamente importante a vencer es Ted Cruz (y además, su silencio lo hace invisible, y creo que nos hemos dado cuenta de esto, hasta que sea ya demasiado tarde).

 

Por otro lado, en el Partido Demócrata están Bernie Sanders y Hillary Clinton. Uno y otro siguen subiendo de nivel su confrontación y ello me parece sumamente interesante porque a pesar que el Senador Sanders ha crecido en popularidad y votos, ello también le ha permitido a Hillary Clinton tener mayor visibilidad mediática; de otra manera, la Señora Clinton no tendría mucha prensa. La disputa por la candidatura con Bernie Sanders le ha ganado tiempo en los medios. No obstante tendrá que tener cuidado porque, de seguir así, podría arrebatarle la nominación eventualmente. El principal problema que tiene Hillary Clinton es que no parece ser una mujer espontánea y da la impresión de ser “acartonada”. Tiene que comunicar mejor y ser más eficiente en su forma de transmitir su visión y sus emociones al electorado.

 

Ahora bien, la única forma para que el Partido Demócrata gane en una elección general es si la candidata es Hillary Clinton. Si el candidato es Sanders, lo más probable es que pierda. ¿Por qué? La razón de ello está en las posturas y el electorado: la misma gente que está resentida con la situación económica y con la crisis política estadunidense y que apoya a Donald Trump a ultranza, es la misma que apoya a Sanders, solo que del otro lado del espectro político. Y aunque hay muchísimos de ellos, no son suficientes para que el Partido Demócrata ganase la elección. Hillary Clinton es una candidata mucho más de centro, y que puede convencer a una porción mas grande de los electores de votar por ella. De otra forma la elección sería prácticamente imposible para este partido.

 

Luego entonces, si hiciéramos un ejercicio de predicción, los resultados serían los siguientes: 1) Trump vs Clinton, gana Clinton; 2) Trump vs Sanders, gana Trump; 3) Cruz vs Clinton, ganaría quizá Clinton por un margen estrechísimo; y 4) Cruz vs Sanders, ganaría Cruz. Este ejercicio me parece interesante y útil y creo que los propios partidos están jugando con ello, todo frente a la convención respectiva. En muy pocos días sabremos en realidad qué está pasando en el fondo, pero también tenemos que esperar para ver los resultados de la realineación estratégica que México está haciendo para dar la cara en estos momentos complicados.

 

En otras palabras, estamos en el periodo de “la calma antes de la tormenta”. En breve vendrá el huracán y debemos estar listos.

 

@fedeling

@OpinionLSR