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Los derechos indígenas en tiempos del coronavirus

Vuelven a poner en desventaja a las comunidades indígenas, vuelven aplicar la misma estrategia del 2019... tienen un pretexto sutil, más perfecto | Arturo Copca

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Escrito en HIDALGO el

El 24 de marzo de 2020 el gobierno mexicano declaró la fase 2 del coronavirus, a partir de ese momento ha comenzado una nueva vorágine en la vida política y económica del país.

En primer lugar, la reforma política electoral en materia indígena quedó revocada por la sentencia de la Suprema Corte; sin embargo, se acordó una nueva reforma donde estuvieran todas las voces y los diferentes actores implicados y que el desarrollo de la reforma estuviera vigilada por un observatorio ciudadano.

Se buscaba la participación de todas las comunidades en donde el documento impactara directamente la vida política de sus municipios o localidades, se propuso en la mesa que las inquietudes de las comunidades quedaran contenidas en el documento, en pocas palabras, que la reforma política electoral indígena no fuera un documento de escritorio, inviable, escrito bajo el enfoque obtuso del redactor, al vapor para aceitar una máquina electorera. Esta reforma buscaba ser una pequeña luz para las comunidades de participar más activamente en los procesos orgánicos electorales del estado.

En la mañana del pasado 29 de abril, la presidenta de la Junta de Gobierno del Congreso local, María Luisa Pérez Perusquía, informó que la consulta indígena para integrar las aportaciones de grupos étnicos a la reforma electoral se repondrá desde cero, con la finalidad de no incurrir en las situaciones que propiciaron la nulidad de los foros organizados en 2019.

Mencionó que se están realizando los acuerdos necesarios con las instituciones involucradas: Institutito Nacional de los Pueblos indígenas (INPI), Comisión Estatal para el Desarrollo Sostenible de los Pueblos Indígenas (CEDSPI) y el Instituto Estatal Electoral (IEEH), principalmente, pero olvidan las cuentas, olvidan los tiempos, esta nueva reforma tiene que estar aprobada antes de que finalice septiembre de 2020.

¿La capacitación? ¿La formación a las comunidades originarias respecto a sus derechos político electorales, dónde queda? ¿Cómo pretenden informar y formar si los tiempos se van consumiendo? ¿La reforma será de escritorio nuevamente?

Vuelven a poner en desventaja a las comunidades, vuelven aplicar la misma estrategia del 2019, con la ayuda de una pandemia mundial llamada coronavirus, tienen un pretexto sutil, más perfecto, poseen una excusa socialmente responsable, una justificación sanitaria que en apariencia sobrepasa las posibilidades de los órganos encargados, pero no hacen nada, ni siquiera las comisiones encargadas de promover y defender las comunidades tienen el más mínimo interés de salvaguardar los derechos indígenas, solo  aplican la máxima de los gobiernos represivos: “agotar el tiempo” y “pedir disculpas”, generando violencia política a los derechos de las comunidades indígenas.

Al final de esta pandemia el Congreso de Hidalgo emitirá un comunicado (si tiene esa delicadeza) pidiendo disculpas y comprensión, que escapó de sus manos, que esperemos.