La corrupción e impunidad, dos de los principales males que afectan a México y dañan la dignidad de los mexicanos, crece como espuma. Del año 2000 a la fecha han sido acusados delitos de peculado, lavado de dinero y asociación delictuosa un total de 15 gobernadores y ex mandatarios estatales.
Algunos han sido absueltos, otros están siendo investigados por la PGR y otros más están tras las rejas.
Y, sin embargo, en México no pasa nada. Algunos nombres para no olvidar son: Andrés Granier Melo (Tabasco, en proceso de investigación), Juan Sabines Guerrero (Chiapas, absuelto), Narciso Agúndes Montaño (Baja California Sur, absuelto), Oscar Espinoza Villarreal (DF, absuelto), Mario Villanueva Madrid (Quintana Roo, sentenciado), Pablo Salazar Mendiguchia (Chiapas, absuelto), Tomás Yarrington (Tamaulipas, procesado).
Otros son: Guillermo Padrés Elías (Sonora, en proceso), César Duarte (Chihuahua, en proceso de investigación), Fidel Herrera Beltrán (Veracruz, en proceso), Luis Armando Reynoso Femat (Aguascalientes, libertad bajo caución), Humberto Moreira (Coahuila, en proceso), Marcelo Ebrard (DF, en proceso), Jesús Reyna García (con auto de formal prisión), Javier Duarte (Veracruz, preso en Guatemala).
Del total de acusados nueve son del PRI, cuatro del PRD y PT y dos del PAN. Varios han sido perdonados y hoy gozan de ranchos, casas, vehículos, yates y diversas propiedades. Incluso a algunos no les alcanzará la vida para gastar lo que extrajeron de las arcas estatales.
Qué le hemos hecho los mexicanos a estos políticos para que nos traten mal y con su proceder traicionen a quienes los llevaron al poder. Da la impresión de que todo México está corrompido. Que no hay salvación. Varios de los hoy señalados son de la vieja guardia priísta y con su proceder han cavado la tumba política del PRI.
No todos los políticos que hay en México son deshonestos aunque ya nos toca desconfiar de ellos, incluso del propio Andrés Manuel López Obrador, de MORENA, sobre quien pesa ahora el señalamiento de que le enviaron 500 mil pesos, a través de Eva Cadena Sandoval, candidata del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) a la alcaldía de Las Choapas en Veracruz.
Cadena Sandoval fue captada en video recibiendo medio millón de pesos presuntamente dirigidos para el líder de ese partido, Andrés Manuel López Obrador.
Reconoció, según versión de SDP, que recibió los fajos de billetes en el Hotel Terranova de Coatzacoalcos, al que acudió para sostener un encuentro con una presunta representante de empresarios preocupados por la seguridad e interesados en conocer el proyecto de Andrés Manuel López Obrador.
“Fui en la confianza de que eran empresarios que querían hablar del proyecto. Yo aclaré que no soy cercana al licenciado (porque) no tengo un acercamiento personal o privado”, dijo. Cadena Sandoval habría referido en ese encuentro que intentaría acercarse a López Obrador, en el marco de la gira por Veracruz, pero que él nunca tuvo conocimiento de esa reunión.
A estas alturas, la ciudadanía ya está harta de los políticos que han basado su poder en la corrupción, protegidos por el manto de la inmunidad e impunidad. Pero la solución a estos males no es sólo mandarlos a la cárcel sino quitarles hasta el último centavo y encerrarlos. Que pierdan todo, desde lo que ganaron lícitamente hasta lo que obtuvieron por la vía del hurto institucional. Sólo de esa forma podrá disuadirse a quienes pretendan enriquecerse.
El engranaje del Sistema Nacional Anticorrupción aún no camina, mientras en diversos estados los gobernadores están utilizando recursos de sus regiones para apoyar a sus candidatos a alcaldes o a sucederlos en el cargo de gobernador.
Otros aspirantes a gobernadores como el priísta Roberto Albores Gleason ha incurrido en Chiapas en delito de corte federal que atentan contra el estado de derecho y contra sus rivales políticos.
Albores Gleason cometió, el último fin de semana, delito mediante la presión u amenaza, al exigir a mujeres a que asistieran a su informe de labores que no fue más que un acto proselitista. A través de sus operadores amenazó con suspender los beneficios del programa social Prospera.
Están bien documentadas las denuncias de que pagó entre 400 y 500 pesos a cada persona que llegó a su evento y se estima que gastó en movilización de unas 23 mil personas, pago de viáticos, combustible, peajes, sueldos de sus operadores, entre otros, la friolera cantidad de 21 millones y medio de pesos para su evento en Tuxtla Gutiérrez, la capital de Chiapas.
A Albores Gleason, protegido de los altos jerarcas priístas y amigo de funcionarios del gabinete del presidente Enrique Peña Nieto, lo acusan connotados políticos del PRI chiapaneco de haber manejado de manera oscura unos 300 millones de pesos de ese instituto político.
Por menos de eso en cualquier otro país del mundo ya estuviera preso y fuera de toda carrera política. Pero en México no pasa nada.
Frente al desastre político, hecho por Roberto Albores Gleason, el único que puede rescatar al PRI y ser candidato de ese instituto a la gubernatura de Chiapas es el ex senador, ex diputado Federal y ex alcalde de Tapachula, José Antonio Aguilar Bodegas (Josean), actual secretario del Campo y si le cierran las puertas se iría a al MORENA o, en su defecto podría optar por otro partido o corriente independiente.
Josean sería rival en las elecciones del 2018 de su paisano, el tapachulteco Luis Armando Melgar y también deberá enfrentarse a Eduardo Ramírez quien se iría por una coalición de partidos. Estos serían los tres más posicionados en las elecciones venideras donde, de seguro, aflorarán denuncias, acusaciones y otras linduras de la política.