Main logo

Lo que queda del PRD, a 26 años

El PRD nació como el primer proyecto unificador de la izquierda, como una propuesta real de cambio.

Por
Escrito en OPINIÓN el

Ayer, 5 de mayo, el Partido de la Revolución Democrática cumplió 26 años. Frente a la edad del PRI y la del PAN, el partido “negroamarillo” es un joven.

 

Sin embargo, comparado con esos dos partidos -con el viejo  y nada democrático PRI y el PAN venido a menos-, el PRD también parece un viejo. O si se quiere es un joven viejo.

 

Es un partido viejo porque en sus primeros 25 años abrevó los peores vicios del PRI y porque sus “tribus” no son más que groseras cuotas de poder emparentadas con los sectores obrero-campesino y popular del viejo PRI.

 

Es un viejo porque dejó de creer en los jóvenes, abandonó la cantera y hoy sus cuadros más importantes son los viejos líderes de la llamada izquierda que –paradojas de la izquierda- son una mala copia del PRI.

 

Lo que queda del PRD; de ese partido que nació como alternativa al PRI antidemocrático, autoritario y vertical, está muy cerca de ser un partido autoritario, antidemocrático y vertical. Sus gobiernos no se han caracterizado por la honestidad, tampoco por la transparencia y menos por el ejercicio democrático.

 

Sus legisladores parecen, cada vez más, vulgares chapulines que saltan del PRD al PT, Morena y a MC. Y es que lo que queda del PRD abandonó la doctrina.

 

Lo que queda del PRD difícilmente puede ser visto como un partido de izquierda. Y si tienen dudas basta ver a sus gobernantes, a sus legisladores y a sus dirigentes; integrantes de una clase política descastada, sin ideología y que pelean el poder por el poder.

 

En cuestión de semanas, sin embargo, -el 7 de junio- veremos de qué está hecho lo que queda del PRD. Veremos si es capaz de mantenerse como la fuerza hegemónica de las llamadas izquierdas, veremos si tiene la fuerza para derrotar a su otro yo, conocido como Morena y sobre todo, si tienen los recursos políticos, humanos, programáticos e ideológicos para superar su peor crisis.

 

Y es que el PRD vive no sólo la peor crisis política e ideológica de su historia sino el peor momento como partido político.

 

Nació como el primer proyecto unificador de la izquierda; como la única alternativa de echar al PRI del poder presidencial y como una propuesta real de cambio.

 

Fracasó en todas esas empresas. Sin embargo, no está muerto.

 

El PRD puede sobrevivir a la crisis y a las ambiciones de sus líderes; es más grande que los grupos, las tribus y las cuotas que lo devoran.

 

La pregunta, sin embargo, es: ¿Quién será el valiente, capaz de rescatar al PRD?

 

Al tiempo.

 

@RicardoAlemanMx