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¿Lo que importa es ganar?

La fama en la política no es garantía de éxito.

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Escrito en OPINIÓN el

Los deportistas y figuras del espectáculo llaman de manera especial la atención de los medios de comunicación cuando entran a la política. Para periodistas y líderes de opinión son nota segura. En las  no serán la excepción, pero ¿cuáles son en realidad sus posibilidades de triunfo?

 

Lágrimas, patadas y risas

 

En el primer tiempo aparecieron dos personajes con "bombo y platillo": Cuauhtémoc Blanco (@CuauhtemocBPSD) y Guillermo Cienfuegos "Lagrimita" (@Lagrimita_GDL). Luego de tomar la decisión de contender, el futbolista y el payaso están causando mucho ruido, aunque su futuro político no sea tan esperanzador.

 

Cuauhtémoc para presidente

 

Cuauhtémoc Blanco ya es precandidato del Partido Socialdemócrata (@PSDCuernavaca) a la alcaldía de Cuernavaca. Conocedor de la forma en que funcionan los medios, el futbolista declaró en sus primeras apariciones que "el actual presidente municipal se robó todo", que "nunca he votado" y que "vengo a romperme la madre por Cuernavaca”.

 

No es para reírse

 

"Lagrimita" dice que va en serio por la presidencia municipal de Guadalajara, pero como candidato independiente. Con menos experiencia y dinero que otras figuras de la política y el espectáculo, al payaso le falló su primer intento para recabar las firmas que necesita. Aseguró que recolectó seis mil de las 24 mil requeridas, pero olvidó pedir copias de la credencial de elector.

 

La polémica juega en su favor

 

Como quiera que sea, en medios y #RedesSociales se habla mucho de ellos "aunque sea bien". A la Federación Mexicana de Fútbol, por ejemplo, no le gustó mucho el movimiento de Cuauhtémoc, quien se puso en la delantera de la organización sin haberla consultado. "Lagrimita" y su hijo "Costel", por su parte, ya acusaron a la autoridad electoral de que les están haciendo "chapuza".

 

¿Chutando a gol?

 

Ambos saben que el escándalo ayuda y que, sin duda. les generará simpatías además de algunos votos. Sin embargo, la fama en la política no es garantía de éxito. La experiencia electoral ha demostrado que se necesitan más que gritos, chistes, payasadas, patadas y sombrerazos para ganar. Es indispensable que se les reconozca capacidad y experiencia para gobernar.

 

También tienen su "corazoncito"

 

Si bien es cierto que en democracia puede participar cualquier ciudadano en las actividades políticas (sin ninguna distinción), también lo es que para ganar se requiere contar con la confianza y el voto de la mayoría. Varias figuras del mundo del espectáculo y el deporte lo han demostrado y lo han logrado.

 

Casos de la vida real

 

Silvia Pinal, Julio Alemán y María Rojo son algunos ejemplos de que si se puede. Ana Gabriela Guevara, Felipe el "Tibio" Muñoz, y Raúl "Ratón" Macías también lo demostraron. Para ganar elecciones, legislar y gobernar no es necesario ser político de profesión. ¿A cuántos arquitectos, médicos, empresarios o actuarios se les ha cuestionado su incursión en la política por sus profesiones?

 

¿Pan y circo?

 

La incursión de personajes famosos no es una novedad en México ni en el resto del mundo. El pragmatismo del modelo económico de corte neoliberal y la democracia moderna han propiciado esta tendencia. La ideología, las causas y las propuestas son lo de menos cuando los intereses particulares predominan. Sin embargo, la sociedad ha evolucionado y no será fácil que se deje engañar.

 

¿Ganar o competir?

 

Para tener una idea mas clara de este fenómeno, hay que poner las cosas en su justa dimensión. Yo no creo que lo más importante en el deporte o la política sea solo competir. También es importante ganar, pero no a costa de lo que sea, ni al margen de la ética, mucho menos de la ley. Tampoco se puede concluir que por acciones así tenemos los partidos y la democracia electoral que merecemos porque la legislación actual ha puesto freno a diversas situaciones inequitativas.

 

La sociedad tiene la última palabra

 

Claro que falta aún mucho camino por recorrer. Lo que resulta indudable es que para competir en una elección hay que llenar ciertos requisitos legales. Y si Cuauhtémoc Blanco, Guillermo Cienfuegos o Juan Pérez los cumplen nadie puede quitarles sus derechos. Si convencen, podrían meter gol. En caso contrario, o si se demuestra que son otros intereses que los motivaron, entonces solo lograrán un tirititito.

 

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