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Línea 7 del Metrobús: otro negocio del gobierno local

Ganancias por alrededor de 120 millones de pesos.

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Escrito en OPINIÓN el

Además de falsa, es absurda la versión de que Morena se opone al transporte público y a la construcción de la Línea 7 del Metrobús.

Proveniente del PRD, el rumor revela la carencia de autocrítica de la administración capitalina, cuyos funcionarios rehúsan reconocer que el amparo promovido por una asociación civil contra la edificación revela el hartazgo social sobre las decisiones unilaterales impuestas por el gobierno local.

En vez de informar a la ciudadanía sobre los alcances del proyecto y establecer mecanismos de diálogo y mesas de consulta para escuchar la opinión de los vecinos, a rajatabla se les impone sin mediar explicación oficial alguna.

Autoritarismo al cual se aúna la grave anomalía, plenamente demostrada, de que para el levantamiento de la nueva ruta, la jefatura de Gobierno no tramitó los permisos correspondientes del gobierno federal.

En efecto, por increíble que parezca, la administración capitalina no respetó las normas oficiales. En un flagrante contrasentido respecto de su condición de ente gubernamental, violó la normatividad sobre obras públicas, como lo demuestran los argumentos esgrimidos por el Instituto Nacional de Bellas Artes y el INAH en contra del levantamiento de la Línea 7.

Si bien el gobierno aduce que cuenta con los permisos correspondientes, el Instituto de Antropología e Historia confirmó que el único permiso que expidió en torno de la obra fue para el cambio de la carpeta asfáltica. También el INBA hizo observaciones en el sentido de que no hubo un diagnóstico notariado de los monumentos históricos.

Peor aún: la administración capitalina ni siquiera se preocupó por presentar un proyecto sustentable acorde con las normas. Algo similar ocurrió, cabe recordar, con la llamada Rueda de la Fortuna, respecto de la cual la secretaria del Medio Ambiente tampoco contaba con los permisos correspondientes.

Pero en vez de intentar poner remedio a tanta negligencia y omisión, el gobierno de la ciudad reparte culpas y, emberrinchado, dice que con o sin permisos continuará con la obra.

De tal forma, en vez de respetar los principios legales, opta por politizar el problema. Y si el gobierno no acata la ley, cómo puede pedírsele, por ejemplo a los desarrolladores de megaproyectos, que respeten los reglamentos inmobiliarios.

Así, se pretende desconocer que la Avenida Reforma, de importancia histórica, es patrimonio de la ciudad y de la gente, no de la administración capitalina, ni de quienes la conducen.

En torno de la pertinencia de la Línea 7, cabría recordar que el transporte público es tan relevante, que de su adecuado funcionamiento depende la salud física y psicológica de millones de ciudadanos que, en promedio, extravían tres largas horas de su vida encaramados en un vehículo.

Por éstas y otras razones, de forma invariable Morena ha solicitado ampliar los recursos destinados al transporte público.

Por ejemplo, desde antes de tomar posesión, la bancada de Morena señaló que para fortalecer el transporte público en la periferia de la ciudad, en la Asamblea Legislativa propondría asignar mil unidades RTP con una tarifa de 2 pesos al público para recorrer zonas marginadas.

Asimismo, en la negociación sobre el Presupuesto de Egresos para 2016 y 2017 propusimos aumentar el gasto para el transporte público. Y para el último año, asignar 4 mil millones de pesos adicionales tan sólo al Metro.

Porque no olvidamos que el colosal universo subterráneo, elevado y a ras de piso por donde marcha el Metro, los kilómetros de asfalto que recorren el tren ligero, el Metrobús y el trolebús, también son las rutas por las que circulan las esperanzas de millones de personas.

Pero para el gobierno de la ciudad lo que corren son millonarios negocios. La intención de fondo del levantamiento de la Línea 7 es la explotación comercial de Paseo de la Reforma, así como de las calzadas Misterios y de Guadalupe.

Tan es así, que desde antes de comenzar la construcción, el 15 de julio de 2016, la Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda ya había emitido, en favor de la firma Medios de Publicidad, un dictamen técnico condicionado para gestionar la publicidad de esta ruta del Metrobús.

Dicha actividad dejará a Medios de Publicidad ganancias por alrededor de 120 millones de pesos durante una década. A cambio, la empresa cederá al gobierno capitalino 10 por ciento de los espacios digitales para la difusión de mensajes de información cívica y cultural.

Esas son las verdaderas razones por las que el gobierno local se empeña en levantar la Línea 7 del Metrobús.

Morena, por su parte, reitera su convicción de que sólo con la adecuada planeación del transporte público podrá resolverse el problema vial de la ciudad. @craviotocesar