A partir de la guerra que se ha orquestado entre declaraciones, “twitazos”, órdenes ejecutivas y videos de respuesta hemos caído en un enfrentamiento entre México y Estados Unidos que está lleno de confusiones internas y tropiezos externos. Algunos hechos han sido aprovechados y es justo marcar límites:
- En primer lugar, México es uno frente a EEUU. Los ciudadanos, los empresarios, los gobernadores, Ricardo Anaya y los coordinadores legislativos del PAN, Andrés Manuel López Obrador y evidentemente toda la “chiquillada política” ligada al PRI ha expresado su apoyo al Presidente frente a las amenazas de Trump. En esto no hay duda.
- El problema radica cuando vemos a alguien como Enrique Ochoa, a partir del PRI (partido que preside) intentando hacer una convocatoria Nacional para hacer frente a Trump… Señor Ochoa no se confunda, todos los mexicanos respaldamos al Presidente frente a las amenazas de Estados Unidos pero eso no quiere decir que el PRI pueda hacer una convocatoria oportunista porque no apoyamos al PRI… más fácil: la decisión de Peña Nieto de no asistir a la reunión con Trump fue aplaudida por más del 70% de los mexicanos, pero Peña Nieto sigue siendo un presidente repudiado en lo interno, no se le olvide que es el único presidente de la historia de México que no pasa un dígito de aprobación por parte de los mexicanos.
- El mensaje televisado del lunes del Presidente también es un acto de oportunismo. Los mexicanos esperamos respuestas de lo que va a pasar y del curso del diálogo con los Estados Unidos… de su mensaje sólo se pueden retomar tres puntos: “hablé una hora con el presidente Trump”, “no hemos llegado a nada” y lo referente a voltear a ver a otros países para el comercio… todo lo demás ya lo había dicho el mismo Peña y los tres puntos que se podrían calificar de “innovadores” también ya se habían dicho, sólo que no los dijo él. En lo personal considero que su primer mensaje grabado, en donde dice que de ninguna manera México pagará por el muro, sí fue necesario y oportuno; fue un gran mensaje dicho por un Presidente muy débil. El segundo fue un mensaje débil dicho por un Presidente débil buscando pretextos para que lo sigan apoyando.
- Las campañas en redes para consumir productos nacionales o incluso para usar la bandera en los “avatares”, la voz de Slim que se levantó, el apoyo de los empresarios y de los líderes de todos los partidos hablan del nivel de la amenaza que estamos viviendo. Si es necesario que todos estos actores públicos salgan a respaldar es precisamente por lo débil que es la Presidencia de República para afrontar su responsabilidad de representar a México y aquí insisto: no quiere decir que toda esa gente respalde los escándalos de corrupción del Presidente y su primer círculo, no significa tampoco que apoyemos la “curva de aprendizaje” de nuestro nuevo canciller, que apoyemos los incrementos en impuestos y combustibles, el regreso del impresentable Virgilio Andrade a un puesto público, que veamos con buenos ojos a personajes como Luis Miranda o Alfredo Castillo, o que creamos que no se debe encarcelar a los Duarte y a tantos gobernadores y ex gobernadores ladrones del PRI (los que no son del PRI están todos en la cárcel), o que alguien vaya a darle un voto al PRI… significa que cada uno de los que hemos respaldado al Presidente (líderes empresariales, políticos y ciudadanos) somos mexicanos, que nos sentimos orgullosos de serlo y que sabemos lo que es solidaridad con nuestro país y nuestros paisanos.
Esperemos que Enrique Ochoa y el PRI dejen de intentar capitalizar la unidad nacional a un proyecto electoral. La actitud no sólo es oportunista, es francamente patética. Observen bien los límites que se pueden cruzar y no crean que porque muchos respaldemos a nuestro Presidente frente a la amenaza de Trump vamos a pensar que este ha sido un buen sexenio, o que tenemos un gobierno honesto y de resultados… El PRI no debería volver a ganar una sola elección después del fracaso en todos los rubros del presente gobierno, pero México y todos los mexicanos, ante las amenazas externas, somos uno solo.