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Licitación

Ante la insolvencia del GRC para pagar los 3 mil 58 mdp que ofreció por la cadena de TV, tendrá que pagar 415 millones correspondientes a la garantía de seriedad.

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Escrito en OPINIÓN el

Después de muchos trascendidos, información no confirmada, finalmente el pasado viernes 10 de abril, el Grupo Radio Centro (GRC) confirmó que no contaba con los recursos suficientes para pagar la contraprestación que ofertó por la adjudicación  de una de las dos cadenas de televisión digital abierta con cobertura nacional. A través de un comunicado enviado a la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) afirmó que el Grupo no efectuó el pago y por lo tanto pagará la garantía de seriedad otorgada para dicho proceso, mediante operaciones de liquidez previamente contempladas.

 

Ante el anuncio diversos actores ligados a las televisoras, empezaron a emitir críticas al Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) por no haber llevado la licitación de las dos nuevas cadenas de televisión digital a buen puerto. ¿Fue así? Considero que no.

Para evitar una colusión entre los competidores el IFT determinó que las ofertas se harían a sobre cerrado, por lo que hasta la apertura de los sobres, el 11 de marzo, nadie sabía cuánto habían ofrecido los jugadores, si GRC ofreció 70 por ciento más que su competidor Cadena Tres, y con eso se puso en gran desventaja, fue responsabilidad y falla del propio GRC.

 

El instituto cumplió en tiempo y forma y llevó el proceso de una manera transparente, si bien las bases de licitación son perfectibles y tuvieron algunas omisiones como no  tomar en cuenta la propuesta programática de los concursantes como uno de los puntos para calificar la licitación, lo cierto es que la falta de solvencia del GRC no es atribuible al IFT, sino a las condiciones bajo las cuales se dio esta licitación.

 

Entorno adverso

 

La licitación de nuevas cadenas de televisión en nuestro país es una demanda añeja desde hace varias décadas por diversos actores de la sociedad, ante la grosera concentración de televisión abierta y el mediocre desempeño del duopolio televisivo para dotar de contenidos plurales; su dominación en el mercado y en la política impidió una y otra vez que distintos gobiernos se atrevieran a licitar nuevas frecuencias de televisión, cuando finalmente se puso lograr producto del acuerdo político que derivó en la reforma constitucional, la televisión abierta se encuentra en un entorno adverso para su desarrollo ante el crecimiento de nuevas plataforma tecnológicas, como el triple play en televisión de paga y el internet.

 

A eso hay que agregarle que la nueva regulación en materia de radiodifusión en la Ley Federal de Telecomunicaciones y Radiodifusión (LFTR), le deja un amplio margen de maniobra a las actuales televisoras para seguir dominando el mercado de la televisión abierta, peor aún con los lineamientos de multiprogramación, las insuficientes medidas al agente económico preponderante en el sector (Televisa) emitidos por el IFT y la incertidumbre ante el apagón analógico; por lo que las barreras de entrada a nuevos jugadores son muy altas y no conforman el mejor entorno para la competencia.

 

Qué sigue

 

Ante la insolvencia del GRC para pagar los 3 mil 58 millones de pesos que ofreció por la cadena de televisión, tendrá que pagar 415 millones correspondientes a la garantía de seriedad que fijó el IFT y que incumbe a la mitad del precio de referencia de 830 millones por cada cadena de 123 frecuencias en televisión digital.

 

Jurídicamente lo que corresponde es declarar la licitación como desierta, tal como ya lo expresó el órgano regulador, que también tendrá que hacer una valoración para determinar si se hace una nueva licitación para una cadena nacional tal como lo estableció el artículo 8º, fracción II de la constitución, o bien hacer una licitación con frecuencias regionales o locales, ya que al ser transitorio puede interpretarse como de aplicación por sola una vez.

 

El grave error y la irresponsabilidad del GRC al haber competido muy por encima de sus capacidades no sólo afecta a ese grupo que ya tuvo bajas en sus acciones en la BMV, también afecta al órgano regulador dando pie a que los actores ligados con el duopolio televisivo lo golpeen  y desgasten ante nuevas resoluciones que tiene que tomar y que afectan directamente a televisa, como la determinación de su poder sustancial en la televisión de paga.

 

Ahora en lugar de cuatro sólo tendremos tres jugadores en el mercado nacional de la televisión abierta, y habrá que esperar lo que determinará el IFT sobre las frecuencias del espectro que por ahora quedan ociosas por lo menos un año en lo que se define que hacer con ellas y los procedimientos que haya que llevar a cabo para tal efecto, eso no es bueno ni para la competencia, ni mucho menos para las audiencias.

 

@callejag

aleida.calleja@gmail.com