Esta semana participamos en una reunión más del Observatorio Fotográfico de la Universidad Panamericana, -vía Google Meet- dirigido por el doctor Oscar Colorado. Hablamos de fotoperiodismo, de las consecuencias de la crisis sanitaria y del fin del modelo periodístico en la vieja realidad.
En ese contexto debatimos sobre diversos enfoques las oportunidades y retos que enfrenta el fotoperiodismo en esta nueva normalidad hiper digitalizada y con serios problemas económicos que presenta la industria de medios.
Es obvio, la pandemia lo aceleró todo. Aquí, parte de mi participación.
Decenas de colegas en México han perdido su trabajo en medio de la pandemia, y claramente desde 2018 los medios impresos mexicanos decidieron prescindir de editores visuales y fotoperiodistas en sus redacciones, quedándose con lo mínimo. Y aunque claramente no es un fenómeno exclusivo de nuestro país, la velocidad con la que se liquidaron plazas en México es de terror. La mayoría de los medios mexicanos despidieron a decenas de colegas. Cientos se quedaron sin trabajo y las redacciones se redujeron al mínimo.
Foto: Andrea Murcia / Cuartoscuro
Atrás quedaron los momentos de gloria, relevancia y buenos sueldos, cuando ser fotoperiodista, en algunos medios decentes, era equivalente a ser parte esencial y bien pagada de una redacción en México. Hoy el entorno laboral es inestable, peligroso y poco gratificante en lo general.
Según un reporte internacional de Careercast, -reseñado ampliamente en este mismo espacio el año pasado- un portal dedicado al estudio de los peores y mejores trabajos en América, colocó el desempeño del fotógrafo en el sitio 195 de 220 actividades a nivel global. Pues ahora, ese ranking colocó al periodista/fotógrafo tres sitios aún más abajo, en esta ocasión en el terrorífico lugar 198; y no es para menos. Resulta que ser fotógrafo sigue siendo uno de los empleos peor pagados y con mayor estrés del planeta, tan solo comparable con los choferes de taxi y a los técnicos de turbinas eólicas por ejemplo.
A los bajos salarios, réstenle los descuentos “covid-19” que en casi todas las redacciones del país se impusieron, reducciones del 30% al 50% de pérdida real de salario; aunque la mayoría dicen que sería temporal, es imposible saber en qué proporción se regresó al estatus anterior a la pandemia.
Sin embargo, ¿cómo llegamos a esta situación? ¿Por qué los medios despidieron a decenas de colegas de un plumazo? ¿Qué importancia tiene la imagen en los medios contemporáneos? ¿Cuáles son las diferencias entre lo que queda de la industria editorial y los portales web de noticias? ¿Qué retos enfrenta hoy el fotoperiodista moderno? ¿En dónde se le requiere? ¿Quién sigue pagando por hacer foto documental?
Llegamos aquí, porque no se atendieron las alertas, los medios y sus dueños tomaron la iniciativa por razones económicas y porque el costo interno es nulo. ¿Cuáles son las diferencias entre lo que queda de la industria editorial y los portales web de noticias? El espacio. En los medios tradicionales la pelea es por el espacio, mientras que en los portales es el contenido. Dicho lo anterior, el tema para un nuevo modelo de negocio es la calidad en el contenido, desafortunadamente, los editores y dueños de hoy no consideran a la foto como un activo importante. Además el consumidor exige más video.
Y entonces ¿qué hacemos? A lo largo de la charla, participaron Francisco Mata, Lourdes Almeida y José Manuel Jiménez entre otros. Todos aportaron algo al debate. Mata hablaba de que nos encontramos ya en una era de las post-mentira, con una sociedad ya nativa digital y con otras necesidades informativas. Pepe planteó la necesidad de los proyectos personales y Lourdes habló del talento de las nuevas generaciones.
Así las cosas, sin poder llegar a una conclusión definitiva sobre el futuro y sus retos, hubo un momento en el que nos enfocamos en hablar de la excelente foto de Andrea Murcia en general y sobre su última foto, la niña que corre frente al “muro de la paz” en el zócalo. Una de las mejores imágenes de la semana. En general coincidimos en que ella representa ya una nueva generación de fotoperiodistas con una particular manera de ver y de meterse a los temas. Un ejemplo perfecto de la transición del “Así fue” al “Así lo vi”. Aquí les dejo esa maravilla de imagen, difundida por la agencia Cuartoscuro.
Y ustedes, ¿qué opinan?