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Las tiendas nos rastrean sin permiso

Utilizando estadísticas en la red se obtienen muchos datos sobre los usuarios sin temor a ser acusado de irrumpir la intimidad de las personas.

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Escrito en OPINIÓN el

Cuando el cliente se registra para solicitar un crédito, la empresa usa la base de datos de una de las más poderosas empresas de telefonía de México para confirmar el domicilio que escribió en la forma. Por lógica o sentido común, usted pensará que es un sistema de llamadas o call center muy bien entrenado. Una llamada telefónica bastaría para que alguien del otro lado de la línea le asegurara al ejecutivo que ahí vive la persona que necesita un préstamo en efectivo o mercancía. Lo cierto es que eso no es suficiente, pues el encargado de sistemas de una gigante de las tiendas departamentales me dijo hace unos días que existen miles de personas que viven anotando una dirección y en realidad viven en otra, y eso lo hacen estratégicamente para robar mercancía o dinero, y desaparecer sin dejar huella.

 

Lo que hacen con la empresa de telefonía es revisar a través de rastreo satelital y a través de las antenas los movimientos del dueño del teléfono móvil.

 

Cuando detectan que el sujeto que pidió el crédito anotó una dirección, pero todos los días a las 9:00 de la noche y hasta las 10:00 de la siguiente mañana el smartphone está localizado en otra casa, una alerta se prende en su departamento de análisis de riesgos y crédito.

 

Eso es una clara muestra de que la persona duerme en otro domicilio, un domicilio diferente al que registró.

 

El experto en sistemas de esta empresa que vende miles de millones de pesos cada año en México no quiere abundar en los detalles de los servicios que esta empresa telefónica les ofrece, apenas nos suelta unos ejemplos del poder que tienen a partir de las grandes de bases de datos y el uso de los celulares como herramienta para targetear a los mexicanos.

 

Más allá de Facebook o Twitter, Google o el servicio que quiera mencionar, el uso de smartphones genera a cada segundo un muy buen panorama de los segmentos de población y sus necesidades. Una mina de oro para los vendedores.

 

Pero como por el momento esas ofertas de servicios de inteligencia no están abiertas para todo el público, o pequeño empresario, usted debe aprovechar las plataformas públicas para conocer mejor a sus clientes y competencia.

 

De todas formas, simplemente utilizando Google o Facebook usted tendrá muchos datos de dónde escoger, sin que hasta el momento sea acusado de estar irrumpiendo en la intimidad de las personas.

 

Yo estoy en contra de la falta de respeto que muestran las empresas en internet al aparecerse en mi vida con anuncios a la menor provocación, odio los banners que ocupan toda la pantalla y también estoy en contra de las cookies, los pixeles y tecnologías similares que sirven para rastrear mi comportamiento y perfilarme como comprador y seguidor de ciertas tendencias. Secretos que me ponen a merced de las redes de los expertos en marketing.

 

Pero de acuerdo con un reciente estudio de Microsoft, apenas cinco de cada 10 cibernautas está consciente de que las marcas aprovechan todo lo que hacen en línea para guardar datos de ellos y explotarlos comercialmente.

 

El estudio Quid Pro Quo: El valor del intercambio de datos, señala que los consumidores están abiertos a compartir sus datos a las empresas, pero las empresas deben hacer más para comunicar el valor del intercambio de datos en línea para los consumidores (uso y beneficios mutuos)  y así evitar el riesgo de negarse a dar acceso a su información. 

 

“El objetivo de la investigación fue conocer el comportamiento del usuario en el manejo de la tecnología digital a la hora de navegar por diferentes dispositivos y aplicaciones, con el fin de obtener diferentes tipos de datos, principalmente de comportamiento (visitas de sitio, términos de búsqueda...) versus personal (nombre, dirección de correo electrónico...) y así llegar a conocer el perfil de cada internauta a través de la influencia que ejercen las marcas”, explica Microsoft.

 

El estudio, que fue aplicado en 13 mercados (Estados Unidos, Australia, México, Sudáfrica, Canadá, Reino Unido, Brasil, Colombia, Alemania, España, Egipto, Kenia, Nigeria) a más de 13,000 cibernautas, indica que:

  

  • Cuatro de cada cinco (83%) los consumidores esperan que las marcas y anunciantes, pidan permiso antes de usar su información digital.

 

  • El 49% de los consumidores son conscientes de que las empresas pueden beneficiarse de la información capturada cuando están en línea.

 

  • El 75% de los consumidores dicen que es importante que las empresas sepan cómo utilizan los datos personales.

 

  • El 34% saben cómo negociar sus datos para recompensas.

 

  • El 54% de los consumidores encuestados esperan que las marcas los entiendan realmente como personas. 

 

  • El 61% mencionaron que son más propensos a comprar un producto o servicio de una marca si se les ofrece una recompensa por compartir esta información con ellos.

 

Lo que yo puedo mencionar de este panorama, es que la mayoría de las marcas piden permiso, el problema es que ese permiso viene en forma de una gran cantidad de texto con letras chiquitas que nadie quiere leer, y que se salta de manera automática gracias a un botón de “Aceptar” claramente destacado en la pantalla que sirve para ahorrar tiempo y esfuerzo en conocer qué derechos y datos estamos cediendo al usar ese servicio “gratuito” llamado Google, Facebook, o el software regalado que mencionen.

 

Microsoft recomienda que las empresas sean abiertas sobre el uso de datos y ser más transparentes con sus clientes acerca del uso de datos de comportamiento y la información de identificación personal que recaban. Es decir, no nos engañen.

 

Asimismo, dice que los incentivos son buenos (cupones o promociones), pero deben impulsar mayor valor mediante la mejora de publicidad y experiencia en línea.

 

Y advierte que las empresas deben respetar los límites: “Existen diferentes grupos de usuarios con diferentes niveles de apertura a compartir datos. Las marcas deben asegurarse en los datos que los consumidores están dispuestos a compartir y respetar los datos que han sido identificados como privados”.

 

Más allá de las buenas intenciones, la realidad de las ventas en línea y off line es que la tecnología ofrece a los vendedores la oportunidad de estar rastreando en secreto el comportamiento de todos los que cuenten con un smartphone, una tablet, una computadora o una pantalla inteligente. Es el caso de esa empresa del norte del país, que junto con esa empresa de telefonía saben incluso a qué hora te vas a dormir y en qué casa amaneces.