Resulta siempre muy interesante analizar con profundidad las mediciones que, sobre diversos temas publican los medios de comunicación con el objetivo de darnos a conocer lo más valioso que ostenta una democracia como la nuestra: la percepción de la población sobre temas de interés general.
Por ello, quiero referirme a una Encuesta publicada por el Diario El Financiero el pasado 3 de junio sobre diversos aspectos fundamentales: las personalidades del gobierno mejor posicionadas por la sociedad; a la aún incipiente tendencia electoral para las elecciones de diputados federales que tendrán verificativo el año entrante, el lugar que ocupan los partidos políticos (algunos de ellos) en estos momentos, así como el registro tendencial de aprobación del presidente de la República.
Sin embargo, por lo rico de la información en esta ocasión sólo analizaremos el primer rubro, es decir, la opinión que tiene la población respecto a algunos funcionarios públicos a través de 4 variables: opinión favorable, desfavorable, neutral o, simplemente manifestó que no lo conoce.
Dicho lo anterior, la medición de este importante Diario de circulación nacional, refleja que las personalidades de la presente administración pública federal mejor ubicadas por la población son: Hugo López-Gatell que alcanza una opinión favorable de ciudadanía del 56%, seguido de Marcelo Ebrard con un 45%, y Claudia Sheinbaum con un 39%. Lo destacado de estos tres personajes es que, respecto a la tendencia en el tiempo, el mejor posicionado sería Marcelo Ebrard con una variación favorable de más un punto porcentual, en tanto que López-Gatell tendría menos 6 puntos porcentuales y Sheinbaum menos 3%.
Esta medición nos permite observar, lo que ya se ha dicho en diversos espacios en torno a que la sobre exposición de López-Gatell, junto con una serie de informaciones que, por decir lo menos, nos dejan a todos con inquietudes y preocupaciones, va en franco descenso en la opinión generalizada de la población. Y eso que aún nos queda un largo trecho por avanzar en la presente emergencia sanitaria de difícil predicción, o más bien, con proyecciones y/o actualizaciones constantes que dejan aún más dudas.
Por su parte, la actual Jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, si bien guarda una buena opinión de la población, su posicionamiento estará basado en mucho, en los resultados de su trabajo, la dirección y las decisiones que tome en la Ciudad de México para atender no sólo esta crisis sanitaria que, de acuerdo con la información oficial, es la entidad que más registros de contagio y de decesos registrados hasta el momento; también deberá hacer frente a los altos índices de inseguridad registrados, la problemática económica que hoy se manifiesta con la pérdida de un importante número de empleos, entre otros tantos factores más.
Respecto al secretario de Relaciones Exteriores, Macelo Ebrard Casaubón, me parece que ha demostrado ser uno de los funcionarios de la presenta administración federal más destacados por su labor profesional. Además, y en razón de su extensa experiencia, mesura y madurez, ha tenido que salir al quite con diversos temas que corresponderían exclusivamente al propio presidente López Obrador con éxito.
Mayor éxito ha tenido en no vanagloriarse de los logros alcanzados y en tener esa distinción de un verdadero político que, como lo señalaba Sun Tzu: “Cuando se está cerca, se debe parecer lejos, cuando se está lejos, se debe parecer cerca”.
Sin duda alguna, tanto Ebrard como Sheinbaum en la medición realizada por El Financiero son funcionarios que seguramente tienen aspiraciones reales. Faltará que la rueda del tiempo siga su camino y que otros actores de todas las fuerzas políticas empiecen a aparecer en la arena política para que la población, en democracia, fije su opinión.
¡Hasta la próxima!