En el sector financiero privado hay gran regocijo por la iniciativa presidencial que pone en ganga el 49% de los fondos de 1 millón 464 mil 837 cuentas de trabajadores burócratas que representan 119 mil 373 millones de pesos, administradas actualmente por PENSIONISSSTE.
La iniciativa de regalo que fuera publicada en la Gaceta Parlamentaria el pasado 8 de septiembre ya fue aprobada de manera presurosa por la Comisión de Seguridad Social de la Cámara de Diputados con los votos del PRI, Partido Verde y Nueva Alianza (que antes dominaba Elba Esther Gordillo y ahora los empleados de Nuño) y va en pasos acelerados para que sea legitimada por el pleno legislativo.
La iniciativa desprende PENSIONISSSTE del ISSSTE para que éste se convierta en una “empresa gubernamental privada” (en realidad será una sociedad anónima simulada con careta social como las tantas que maneja este régimen para beneficio de amigos).
Los interesados, los trabajadores, los dueños de las aportaciones ni siquiera están siendo consultados en este proceso; simplemente se les cancelan los pocos beneficios sociales que aún quedaban de los anteriores procesos.
La iniciativa presidencial hace desaparecer el Décimo Transitorio de la última reforma a la ley del ISSSTE del 31 de marzo 2007, que a pesar de la millonaria publicidad gubernamental, el 94% de los cotizantes prefirió el pago de una pensión periódica en lugar de un pago único. Esa decisión en su momento causó malestar en los creadores de la propuesta lucrativa por la importante resistencia de los trabajadores del Estado y ahora se anula lo conquistado.
Ahora se pretende que este grupo importante de cotizantes trabajadores tenga que “elegir” de nueva cuenta entre tres sociedades de fondos para el retiro, (lo cual es una burla porque no habrá opciones reales de elegir) entre una gubernamental (con objetivo de lucro), la privada (de casa con objetivo de lucro) y las demás externas también privadas (igual de lucro) todas ellas dejando a su suerte al trabajador con lo que haya cotizado, menos las restas de esos lucros, dispendios y malos manejos administrativos.
La nueva sociedad de fondos para el retiro que constituya el gobierno dejará de cubrir todo tipo de protección social para el trabajador: será un lobo disfrazado con piel de oveja.
El Pensionissste que ahora agoniza, no persigue fines de ganancia (así lo dice su ordenamiento que buscan desaparecer) y ello va contra toda lógica capitalista. Es la que menos comisiones cobra dentro del Sistema de Ahorro para el Retiro en 2008 de 1.0% pasó en 2012 a 0.99% y en 2015 a 0.92 por ciento.
En el nuevo proyecto, el objetivo es esquilmar los recursos de los trabajadores con instituciones “modernas” de participación privada, de acuerdo al proyecto de los “ilustrados” funcionarios del gobierno peñista.
La iniciativa presidencial desaparece el artículo 105 de la Ley del ISSSTE que impide que las comisiones excedan del promedio de las cobradas por el resto de las administradoras. Ahora será legítimo en cualquier opción que estos empresarios cobren mayores comisiones sin que el afectado pueda impedirlo.
Actualmente esta institución, el Pensionissste, es la única que invierte sus remantes de operación en las cuentas individuales de los trabajadores, las otras reparten las ganancias entre los accionistas de las administradoras privadas. Con la nueva empresa pública privada no será obligatorio reinvertir en las cuentas individuales de los trabajadores.
El pretexto de la reforma para desaparecer el Pensionissste es que no genera rendimientos, lo cual es falso. De acuerdo con datos del Sistema de Ahorro para el Retiro es la que genera mayores rendimientos y es la que menos migración tiene y ello no le gusta a los sectores que buscan la usura.
La iniciativa presidencial enseña el cobre al aceptar cínicamente que el gobierno federal “no responderá por las obligaciones a cargo de la sociedad que se creará (…) ni por cualquier minusvalía" (Artículo Segundo Transitorio fracción V). Para que no se olvidé en lo futuro ordena que: “Lo anterior deberá especificarse en los documentos corporativos correspondientes”.
Su funcionamiento no dependerá del presupuesto de egresos de la Federación sino de su propia operación.
Esta nueva empresa “público privada” está diseñada para sufrir la misma suerte que la AFORE XXI del IMSS que terminó absorbida por los privados anulando su fin social.
Los estrategas gubernamentales aprovechan la embestida contra los docentes en el país, la mayoría cotizante en el Pensionissste distraídos con las agresiones recibidas actualmente en los procesos de evaluación, para impulsar esta iniciativa y aprobarla urgentemente antes de que despierten los afectados.
Se busca que millonarios fondos gubernamentales pasen a manos privadas para congraciarse con el sector financiero internacional.
Son tiempos en los que desde el mismo gobierno se impulsa expoliar más y más al pueblo trabajador para acrecentar aún más la miseria e incrementar más y más las riquezas de las grandes corporaciones financieras internacionales.
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