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Las mujeres y su capacidad de resiliencia

No se debe menospreciar los beneficios que pueden aportar las mujeres para la construcción de una paz duradera, toda vez que son ellas mismas quienes han demostrado su capacidad para erigir comunidades resilientes.

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Escrito en OPINIÓN el

 

Las mujeres sostienen al mundo en vilo, para que no se desbarate mientras que los hombres tratan de empujar la historia, dijo Gabriel García Márquez refiriéndose al papel de la mujer en su novela que lo consagró como uno de los mejores exponentes en la literatura latinoamericana, Cien años de soledad. Éste ha sido el papel que ha jugado la mujer a lo largo de su historia.

 

Históricamente las mujeres han sido las responsables de garantizar la subsistencia de su entorno inmediato durante el desarrollo de las guerras, los conflictos internos y desplazamientos así como en los procesos de migración en algunos de los cuales el hombre, abandona para siempre a la familia ya que invariablemente son ellas, quienes deben asumir el compromiso de sus hijos y parientes ancianos. Asimismo, han sido promotoras activas de los movimientos por la paz y la seguridad, pero contradictoriamente su participación en las mesas de negociación oficiales, ha sido casi nula.

 

En octubre de 2000, el Consejo de Seguridad de la ONU adoptó una resolución que además de reafirmar la importante participación de las mujeres en la prevención y resolución de conflictos, busca impulsar su participación igualitaria y plena en las iniciativas encaminadas al mantenimiento y promoción de la paz y la seguridad. http://bit.ly/1cviR9h

 

En dicha resolución se insta a todos los Estados miembros a que aumenten la participación de la mujer e incorporen la perspectiva de género en los esfuerzos de paz y seguridad de las Naciones Unidas. Desde entonces algunas naciones han implementado políticas para introducir su participación de forma activa y permanente, no obstante en la práctica no hay cambios significativos.

 

A 14 años de la resolución de la ONU continúan relegadas al margen de las negociaciones oficiales de paz, ya que hasta 2011 sólo 4% de los firmantes en 31 importantes procesos de paz en todo el mundo fueron mujeres, y sólo en 12 de los 585 acuerdos de paz se hace referencia o son hechas las provisiones para las necesidades de las mujeres en el proceso de reconstrucción. http://bit.ly/1DfHNDL

 

Y son precisamente las mujeres y los niños el sector de la población civil más afectado como consecuencia de los conflictos bélicos, de acuerdo con datos del Comité Internacional de la Cruz Roja, que señala que aunque comunidades enteras sufren las consecuencias, las mujeres y las niñas se ven particularmente afectadas debido a su género y condición jurídica y social. http://bit.ly/1LhB9PT

 

A menudo las partes en un conflicto violan a las mujeres, y en ocasiones utilizan las violaciones sistemáticas de las mujeres como una táctica de guerra. Otras formas de violencia contra las mujeres cometidas en los conflictos armados comprenden los asesinatos, la esclavitud sexual, el embarazo forzado y la esterilización forzada.

 

No obstante la mujer no se asume a sí misma solamente como una víctima, en muchas ocasiones no huyen de los lugares de conflicto, y se quedan a cuidar sus bienes y el medio de sustento de sus familias y comunidad, a velar por las personas que no pueden movilizarse y para garantizar la continuidad de la educación de los niños, es precisamente por estos intereses que son las más intensas promotoras de la reconstrucción y la consolidación de la paz. Si no se toma en cuenta su importancia, se pueden prolongar los conflictos y perpetuar las desigualdades sistemáticas.

 

Las mujeres y los Recursos Naturales: Liberar el Potencial de Consolidación de la Paz, un informe publicado conjuntamente por ONU Mujeres y el Programa de Desarrollo de las Naciones Unidas en diciembre 2014, se analiza la relación entre los conflictos por recursos naturales, las mujeres y su área de injerencia, y sus consecuencias para el desarrollo de la paz a largo plazo.

 

En primer lugar explica que los conflictos relacionados con recursos naturales, son más propensos a reactivarse dentro de los primeros cinco años después del proceso de mantenimiento de la paz. No obstante, si dentro de las negociaciones se incluye a las mujeres, éstas tienden a priorizar temas como derechos de la tierra, conservación de los recursos, la degradación ambiental, el calentamiento global, entre otros.

 

En este sentido, la investigación aportada por ONU Mujeres al informe, demostró que las mujeres son más propensas que los hombres a utilizar los recursos naturales para aumentar el bienestar general de la familia, reducir la desnutrición infantil, y mejorar el consumo de alimentos de la familia. Como resultado, incluidas las mujeres en el proceso de paz pueden reducir las desigualdades posteriores a los conflictos de recursos naturales.

 

Finalmente indica que durante el proceso de construcción de paz se puede cambiar esta histórica dinámica, ya que ésta puede ser una oportunidad para transformar el papel de la mujer en el entorno político, por ejemplo, cuando los gobiernos son sacudidos o derrocados y nuevos grupos llegan al poder, éstos pueden empoderar a las mujeres y cambiar los roles de géneros predominantes.

 

No se debe menospreciar los beneficios que pueden aportar las mujeres para la construcción de una paz duradera, toda vez que son ellas mismas quienes han demostrado su capacidad para erigir comunidades resilientes, a pesar de que en muchas ocasiones no han contado con el respaldo oficial.

 

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