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Las frases…

Hoy celebro la vida. Felicidades Paco: 66.

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Escrito en OPINIÓN el

“Mátenlos en caliente” fue la instrucción que Porfirio Díaz dio al Ejército para acabar con las protestas a su gobierno; esa sola frase destruye todo el andamiaje de progreso y prosperidad económica que quiere reconocérsele a ese régimen. Porfirio podrá haber hecho grandes obras, que beneficiaron en particular a los capitales extranjeros, muchos de los cuales representaban aquello contra lo que había luchado en la intervención francesa. Sus acciones antes de la toma del poder con el Pacto de Tuxtepec (no reelección de Lerdo de Tejada en 1872), no logran borrar lo que fue su régimen en lo político y sobre todo en lo social.

 

Sobre esa base es que hay que juzgarlo: no se trata de hacerlo el villano favorito pero tampoco debe buscarse su reivindicación, su redención por el paso del tiempo, como un estadista que gobernó bien al país, pues sus acciones tuvieron consecuencias reales, de gravedad, muy semejantes a las que hemos tenido con los regímenes posteriores: no importa si han sido del PRI o del PAN. La afirmación hecha hace muchos años por Adolfo Gilly, en un texto de lectura obligatoria, de que tuvimos una “Revolución interrumpida”, hace sentido.

 

Cien años después

 

A la vuelta de los cien años de su muerte, el país vive en similares condiciones de atraso político y social, con una pobreza muy amplia, debido a la entrega de la economía a los intereses financieros internacionales, esos que buscan que Grecia se ponga de rodillas (lamentablemente en México parece que lo lograron). ¿Cuántos bancos son nacionales? ¿Cuánto del capital de las empresas transnacionales se queda en el país? ¿Qué diferencia podemos encontrar entre Valle Nacional de principios del siglo XX y los jornaleros de Ensenada?

 

¿Entre la lucha de los yaquis en esa época y la lucha actual de la misma nación? ¿Entre la instrucción con la que inicia este texto y la instrucción de hace un año al Ejército de abatir a las personas de Tlatlaya (no delincuentes según la presunción de inocencia determinada por el propio régimen), que denunció el Centro Agustín Pro de Derechos Humanos?

 

“El informe (…) contiene la carátula de la orden recibida por el teniente de infantería Ezequiel Rodríguez Martínez, quien iba al frente del grupo militar, y en cuyo inciso VII se lee: ‘Las tropas deberán operar de noche en forma masiva y en el día reducir la actividad a fin de abatir delincuentes en horas de oscuridad, ya que el mayor número de ilícitos se comete en ese horario’”. (La Jornada, 3 de julio de 2015, Política.) Hoy más que resaltar la figura de ese militar, deberíamos, junto con los griegos recuperar la soberanía económica, política y social secuestrada por el capital financiero internacional.

 

Lo políticamente correcto

 

A riesgo de no serlo estoy muy cierto de que Porfirio Díaz no puede ser evaluado de otra forma, sobre todo porque la sociedad misma está polarizada, porque el país está roto. Sucede lo mismo con Jacobo Zabludovsky, quien falleció el mismo dos de julio. Si hubo una oficina de prensa de facto, esa fue manejada por él desde los micrófonos de Telesistema Mexicano, primero y después, y sobre todo, desde Televisa. Él, como correa de transmisión o como promotor de la política, marcó muchos años lo que era la verdad oficial, esa que Murillo Karam nos señalaba hace unos meses como verdad histórica, y que cuando se confronta con la realidad hace agua.

 

Podrá haber hecho extraordinarias entrevistas, podrá, al final, hasta parecer disidente, pero cuando menos para los que éramos jóvenes en 1968, su papel de cronista y comunicador del régimen imperial del PRI, quedó claro: “Hoy fue un día soleado”, dijo el mismo 2 de octubre… ¿Estuvo soleado el pasado dos de julio, pregunto? Las frases los describen, las frases no se olvidan porque están llenas de sangre.  

De pilón…

 

Resulta que el Instituto nacional de estadística (INEGI) se ha dado a la tarea de hacer un estudio de percepción de temas de interés para diversos sectores. En abril, y ahora en julio, publicó el Boletín Módulo de lectura (MOLEC), con el fin de “generar información estadística sobre el comportamiento lector de la población mexicana mayor de 18 años”. Los resultados, a reserva de los atinados comentarios de mis compañeros de La Tertulia Editorial, entre otros, son absurdos.

 

Resulta que el índice de lectura es de 4 libros, con lo que debemos ponernos contentos con las campañas del Consejo de la Comunicación pues el mismo Boletín nos dice que las personan leen un promedio de 39 minutos diarios. ¡Felicidades, estamos arriba del índice señalado por la UNESCO! ¡Las campañas de 20 minutos de lectura al día funcionaron automáticamente! ¿Cómo nos explicamos entonces los estudios de CONACULTA de 2006 y de FUNLECTURA, de 2012, que nos dicen que se leen 2.92 libros y la crisis de las librerías, de las editoriales, de las bibliotecas?: la respuesta se contiene en una amplia frase: la estadística sirve para beneficiar a algunos, no para conocer o percibir la realidad.

 

Facebook: carlos.anayarosique

Twitter: @anayacar

 

(Obviedades es un ejercicio de reflexión que comparto con mucho gusto no para que estén de acuerdo sino para hacer conciencia de las contradicciones de un régimen… que puede ser cualquier  régimen, no importa el partido, por supuesto)